¿Había oído bien?... ¡Matthew había pedido que durmiera con él!
—¿Qué?
—Venga, _____, no va a pasar nada —sonrió con los ojos cerrados.
—Está bien, voy a cambiarme, ahora vuelvo —cogí mi pijama que estaba compuesto por unos shorts negros y una camiseta roja de tirantes—. ¿Quieres que te preste algo para dormir?
—¿Ropa tuya? —se echó a reír. Al decir eso me imaginé a Matthew con ropa mía y me hizo reír también a mí.
—¡No, tonto! —le sonreí—. Ropa de Dustin.
—Va, da igual, dormiré con lo que llevo puesto —me volvió a sonreír y ya sí me dirigí al baño a cambiarme. Luego llegué a mi habitación y me metí en la cama con él—. Oye, _____...
—¿Sí? —me giré para mirarlo puesto que estaba dándole la espalda.
—¿Te importa si me quito la camiseta? Tengo calor —y la verdad es que sí, estaba caliente, pero me supuse que sería por el alcohol.
—N-no, quítatela —se la quitó y pude ver su perfecto y marcado torso desnudo, que hizo que me sonrojara.
—¿Estás bien? —notó que estaba nerviosa.
—¡Sí! —dije intentando que no notara que lo estaba.
—Bien, buenas noches —me besó en la frente. Yo volví a darle la espalda, pero a los 10 segundos me volví a girar y le di un corto beso en los labios. Él abrió rápidamente los ojos, puesto que le había pillado por sorpresa. ¿¡Pero qué he hecho!? ¡Es él el que estaba borracho, no yo! Se quedó callado por unos segundos, pero me devolvió el beso, y esta vez fue un beso cálido y salvaje. Nuestras lenguas se juntaban, y su sabor era totalmente fuerte... Paramos por falta de respiración. Él me sonrió y empezó a levantar mi camiseta, pero yo rápidamente le paré y di un salto de la cama.
—Lo siento, pero me voy a dormir al salón. ¡Buenas noches! —salí corriendo del cuarto, dejando a Matthew con la palabra en la boca. ¡ESTO SE NOS HA IDO DE LAS MANOS!
—¡_____! ¡_____! —gritaba mientras bajaba rápidamente las escaleras—. ¡Lo siento! ¡No pretendía hacer eso! Vuelve arriba conmigo, te juro que no haré nada.
—No, lo siento, pero no. Déjame dormir aquí —le contesté fríamente.
—Vale, lo siento mucho, de verdad... no pretendía...
—¿No pretendías el qué, Matthew?
—Tú me besaste primero... —era cierto, y no sé porque lo hice.
—Fue un error. Ahora déjame tranquila, ¿vale? Estoy cansada.
—Buenas noches... —subió las escaleras con los hombros caídos y dio un portazo en mi habitación.
Le he tratado mal, lo sé.
No debería haberle besado, lo sé.
No debería haber decidido dormir con él, lo sé.
Pero... en realidad... creo que siento algo por él... Sus besos son como el aire para respirar, y cuando estoy a su lado me siento protegida.
Un momento, ¡¿estoy enamorada de Matthew Espinosa?!
Continuará...
*Nota borrada*