Someone To Stay - (Emison)

By RomiEmison2914

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Alison DiLaurentis es la Queen B de la secundaria Rosewood. Es la chica deseada por todos los chicos y la env... More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo l
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII

Capítulo II

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By RomiEmison2914

"No la arruinaras"


"Clinging to the ruin of your broken home
Too lost and hurting to carry your load
We all need someone to hold..."

POV Omnisciente

Alison no había dormido bien pensando en las palabras de su hermana y tratando de averiguar si estaba enamorada de Emily, su mejor amiga, su dulce y hermosa Sirena. La rubia deseaba de todo corazón que eso no fuese cierto, porque ella no era una buena persona, o eso es lo que creía.

¿Pero quién podía culparla? Alison había sido educada a mentiras, engaños, manipulación y sin fin de cosas más que la hacían hacer cosas que una niña con buenos valores y educación no haría.

Pero Alison no tenía nada de eso, y a pesar de eso, ella deseaba con todo su corazón ser una persona que valiera la pena, pero si no lo lograba o no lograba que alguien deseara quedarse con ella a pesar de todo, ella quería que su hermana si lo tuviera. Ella quería que Audrey fuera feliz, pero realmente feliz y no solo fingir una sonrisa para que nadie notara que se estaba desmoronando por dentro. Y, sobre todo, Alison deseaba que su hermana tuviera lo que ella nuca tuvo; Amor.

Alison termino de arreglarse y entro a la habitación de Audrey, la cual estaba frente a la de ella –petición de Alison, ya que deseaba estar siempre al pendiente de su hermana –, pero se extrañó al no verla, lo que supuso que la niña estaba en el comedor desayunando, por lo que tomo sus cosas y bajo al comedor, pero Audrey no estaba ahí.

-¿Dónde está Lyn? –pregunto a Jason quien estaba sacando una cerveza de la nevera.

-Buenos días para ti también, hermanita –dijo en tono burlón.

-¿Dónde está Lyn? –pregunto de nuevo.

-En el despacho con mamá.

Alison al escuchar esas palabras, salió rápidamente del comedor y entro al despacho sin siquiera tocar.

-Ali –la niña se levantó de un salto de la silla y abrazo a su hermana.

-¿Qué sucede, bebé? –la miro con una pequeña sonrisa.

-¿Verdad que mentir es malo? –su mirada triste estaba rompiendo el corazón de Alison.

-Lo es –dijo la rubia.

Jessica soltó una pequeña risa burlona.

-¿Por qué?

-Mamá quiere que mienta sobre lo que vi –bajo la mirada.

-¿Qué viste? –pregunto su hermana mayor.

-Vi a mami...

-Audrey –interrumpió Jessica mirándola seriamente.

La niña se quedó callada.

-Cariño, dime, ¿Qué viste? –Alison pregunto. –A tu hermana mayor jamás debes mentirle.

-Vi a mami besar a alguien que no era papi –una lágrima se deslizo por su mejilla, siendo retirada gentilmente por el pulgar de su hermana mayor.

Alison sintió toda su sangre hervir al ver a su pequeña hermana llorar. Jessica no iba a arruinar a esa niña como lo hizo con ella, no si Alison podía impedirlo.

-No tienes que mentir, Audrey, debes de decir la verdad, siempre y cuando, papá pregunte, pero no te preocupes, mamá va a decirle lo que hizo. Tú no tienes por qué preocuparte por nada –la tranquilizo.

-¿En serio? –miro a su hermana con una sonrisa y después a su madre.

-En serio, ¿verdad mamá? –Alison miro seriamente a su madre.

Jessica soltó un sonoro suspiro.

-Claro –asintió.

Audrey sonrió.

-Ve por tus cosas, vamos a desayunar con Taylor, ¿quieres? –Alison pregunto a su hermana.

-¿Nolan estará? –sus ojos brillaban de emoción por volver a ver a su nuevo amigo.

-Claro que sí –respondió con una sonrisa.

-Entonces si quiero –dijo con emoción.

-Ve por tus cosas, están en el comedor, yo voy en un segundo.

La niña asintió y salió del despacho.

-¿Qué demonios estás haciendo? –pregunto Jessica con dureza a Alison tomándola bruscamente del brazo.

-No la arruinaras –dijo Alison con firmeza, soltándose del agarre. –Esa niña es intocable, y tendrás que matarme si quieres convertirla en otra versión mia. Mientras yo viva, a Audrey nunca la vas a tocar –la mirada azulada de la rubia demostraba determinación. –Pero si quieres intentarlo, adelante, pero otro incidente como este, y mi padre va a enterarse de todo.

-No te atreverías.

-Pruébame –dijo fríamente. –Yo no tengo nada que perder, pero tú sí, y ambas lo sabemos.

Las facciones de Jessica se endurecieron, y Alison sonrió al saber que había ganado esa batalla, pero aún faltaba mucho para ganar la guerra completa.

Alison camino hacia la puerta, pero antes se detuvo y miro a su madre.

-Madre.

-¿Qué? –la miro molesta.

-La alumna ha superado a la maestra –le guiño el ojo y sonrió. –Espero estés orgullosa, porque todo esto –se señaló – ha sido tu trabajo –y salió del despacho sin esperar una respuesta.

-¿Estás lista? –pregunto Alison a su hermana.

-Sí –dijo colocándose su mochila.

Alison tomo sus cosas, la tomo de la mano y salieron de la casa.

-No me despedí de Jay –dijo con tristeza.

-Ya está borracho, Audrey, y te he dicho que cuando esta borracho no debes acercarte a él.

-¿Por qué no?

-Cuando seas más grande te lo explicare –dijo con una sonrisa.

Audrey no hizo más preguntas y Alison lo agradeció.

Después de unos cinco minutos en donde Audrey iba saltando y cantando mientras Ali la miraba con una pequeña sonrisa, llegaron a la propiedad de los Hotchkiss.

-¡Wow! Su casa es tan grande como la nuestra –dijo Audrey maravillada. –Aunque su jardín es más bonito.

-Es cierto –reconoció Alison.

-Ya las estábamos esperando –Taylor salió a su encuentro.

-Lamentamos tardar –se disculpó Alison. –Saluda, Lyn.

-Buenos días, Taylor –saludo.

-Buenos días, Audrey –la rubia más alta sonrió. –Oye, pero que educada eres.

-Ali me ha educado así –respondió con una sonrisa mirando a su hermana mayor.

Alison sonrió.

Taylor también sonrió, pero estaba realmente sorprendida al escuchar "Ali me ha educado así" y no "Mi mamá me ha educado así".

-Entonces Alison es una excelente hermana mayor –dijo a Audrey.

-¡Ella es la mejor! –dijo con emoción abrazando a su hermana.

Ali rió.

-Cuando sea grande, yo quiero ser como Ali.

La mirada azulada se volvió un poco opaca.

-Serás mucho mejor que yo, bebé –dijo Alison.

-Nolan está adentro, mamá hizo panqueques y ya te está esperando, ve –le dijo Taylor a la niña.

Alison quito la mochila de la espalda de su hermana y Audrey después de recibir un asentimiento por parte de Alison, entro a la casa.

-Eres una excelente hermana mayor, Ali.

-Gracias.

-¿Puedo preguntar?

-Mi madre está viva, si es lo que quieres saber –dijo al sospechar cual era la pregunta de Taylor, después de todo, noto la sorpresa en la mirada de la rubia cuando su hermana dijo que ella la había educado así.

-¿Entonces por qué tú...? –dejo la pregunta al aire sin saber cómo continuar.

Ali soltó un pequeño suspiro.

-Mamá me ha educado con el todo se vale, no quiero que ella sea educada de esa forma.

-¿Lo que Mona me ha contado sobre ti, es cierto? –se atrevió a preguntar.

Los ojos de Alison se cristalizaron, y asintió.

-Nunca voy a juzgarte, Alison, quiero ser tu amiga y ser una persona en la que realmente puedas confiar.

-Gracias –susurro.

-¿Te gusta Emily?

-¿Por qué preguntas? –la miro.

Taylor sonrió.

-Ali, hasta un ciego puede verlo –se rió. –Es solo ver la forma en la que la adoras y la cuidas. A tus amigas las quieres, pero puedo ver ese pequeño brillo en tu mirada cuando tus ojos se posan en ella.

Alison se sonrojo.

-¿La amas?

-Tengo miedo de que sea verdad –su voz se quebró.

-¿Por qué?

-Si Mona te conto, ya debes saber que yo no soy una buena persona para ella, la terminare arruinando y es lo que menos quiero –contesto. –Un ángel como ella no puede volar al infierno conmigo.

-A veces somos demonios disfrazados de ángeles –dijo Taylor. –Si la cuidas tanto, es porque eres un ángel y no un demonio. Y nadie es solamente un ángel o un demonio, realmente somos ambos, todos tenemos demonios, todos tenemos oscuridad dentro de nosotros.

-Nadie se quedaría conmigo, ni siquiera ella.

-No la has puesto a prueba, Ali, no puedes estar segura de nada.

-Ni siquiera yo, me quedaría conmigo misma.

-No seas tan dura contigo misma, Ali, somos humanos y vamos a equivocarnos, y vamos a aprender de nuestros errores y tratar de cambiar. Casi nadie lo intenta, y que tú lo estés intentando y convirtiendo a tu hermana en su mejor versión, créeme Ali, eso es demasiado admirable.

Ali sonrió entre lágrimas.

-Ahora vayamos adentro o llegaremos tarde –le limpio las lágrimas.

-Gracias Tay –la abrazo.

Taylor sonrió y envolvió a la rubia más baja en sus brazos.

Rompieron el abrazo y entraron a la casa, donde Alison conoció a Claire y Peter Hotchkiss, los padres de Taylor y Nolan. Después de presentarse, se sentaron a la mesa y comenzaron a desayunar, aunque los pequeños ya les llevaban bastante ventaja.

(...)

Rosewood High School

Después de dejar a los niños en su escuela y que Alison le dijera a Audrey que Jason iría por ella, se despidieron y se cercioraron que ambos niños entraran a la escuela. Taylor manejo a casa de Mona, pasaron por ella y se pusieron en marcha en dirección a la secundaria.

-Hemos llegado –dijo Taylor estacionando en un lugar libre.

-Gracias por traerme –Ali beso su mejilla y bajo de la camioneta.

Mona y Taylor la vieron acercarse a las chicas quienes las estaban esperando.

-¿Te gusta Ali, cierto? –pregunto Mona.

La morena no sabía porque aquella pregunta le había generado cierto sabor amargo al hacerla.

-¿Qué? No –negó Taylor riendo.

-Pensé que sí.

-¿Estas celosa? –la miro burlona.

-Ya quisieras –rodo los ojos.

Mona bajo de la camioneta.

-Muévete, a Ali no le gusta esperar mucho, a menos que seas Emily, pero como no lo eres –dijo antes de alejarse y acercarse a las chicas.

Taylor soltó un pequeño suspiro.

Tomo sus cosas, bajo de la camioneta y la aseguro para después acercarse a las chicas.

-Hola chicas –saludo.

-Hola Taylor –respondieron al unísono con una pequeña sonrisa.

-Antes de que se me olvide, mis padres en el verano quieren ir a la cabaña que tenemos en Cape May, y me dieron permiso de invitarlas, ¿quieren venir? –las miro a todas.

-¿Hablas en serio? –Hanna la miro.

-Si, en serio.

-Ali nunca nos ha invitado –dijo Aria.

-No es por mí, lo saben –se disculpó la rubia.

-Lo sabemos –dijo Emily abrazándola suavemente.

Las chicas por más que quisieron pasar aquel detalle desapercibido, no pudieron. Siempre notaron que Alison y Emily parecían hacer todo juntas o con aprobación de la otra, pero desde el cambio de ayer de Alison, algo en la mirada de ambas pareció cambiar, o más bien, hacerse notar. Era algo que ninguna había notado, ni siquiera ellas mismas.

-¿Vienen? –les pregunto Taylor.

-Debemos pedir permiso, pero te puedo asegurar que sí –dijo Aria.

-Eso sería genial, ¿podemos estar juntas, no crees? –Emily miro a Alison.

-Sí, solo si no les molesta que Audrey este con nosotras.

-Para nada, Ali, sabes que adoramos a tu hermana –dijo Spencer.

Y aquello era cierto, todas las chicas amaban a esa niña, y todas admiraban el gran trabajo que Alison estaba haciendo con su hermana.

-Vamos adentro, el timbre esta por tocar y yo necesito sacar mi libro de química –dijo Alison.

-Vamos –dijo Emily.

-Nosotras nos vamos adelantando, las vemos en el salón y les guardamos un lugar –dijo Taylor.

-Gracias –dijo Emily.

-Entonces ahorita las vemos –les dijo Alison.

Tomo a Emily del brazo y se adentraron al edificio hacia el casillero de Alison mientras las demás se dirigían por el pasillo que las llevaba al salón de Química.

(...)

Horas más tarde

Las clases habían acabado y Taylor le había dicho a Ali que, si quería que la llevara, pero le dijo que no, ya que a Jason le tocaba ir por su hermana y Ali se quedaría en la biblioteca mientras Emily terminaba su entrenamiento de natación.

Emily era la mejor del equipo, pero estaba compitiendo contra Paige para obtener el puesto de capitana y ser el ancla para las próximas competencias, o bueno, Paige estaba compitiendo con ella, porque la castaña quería que su padre se sintiera orgullosa de ella, y sabía que así sería si ella era la capitana del equipo.

Alison se encontraba en la biblioteca leyendo por décima vez "Grandes Expectativas". La rubia amaba ese libro, y simplemente no podía dejar de leerlo. Reviso su reloj y se dio cuenta que la pelinegra estaba por terminar su entrenamiento, así que se levantó del suelo, puso el libro de nuevo en su lugar y salió de la biblioteca y fue hacia la alberca.

Emily terminaba su entrenamiento, y cuando iba a salir del agua, sintió como era empujada de nuevo. Varias veces intento salir a la superficie, pero era de nuevo sumergida.

Alison entraba a la alberca, y vio la mano de Paige sobre la cabeza de Emily empujándola hacia abajo, lo que no le permitía salir. La rubia corrió rápidamente hacia ellas, empujando a Paige, lo que hizo a la castaña perder la estabilidad y caer a la piscina.

Emily salió a la superficie, respirado aceleradamente. Alison la ayudo a salir.

-¿Estas bien? –pregunto preocupada.

Emily se sentó en el suelo, tratando de calmar su respiración.

-¿¡Qué demonios te pasa!? –grito Emily a Paige.

-Vi la alineación –contesto con molestia. –Se lo que estás haciendo.

-¿De qué hablas? –pregunto confundida.

-La entrenadora me puso como tu compañera en la carrera de relevos.

-¡Pues ve y habla tú con la entrenadora!

-¿Cómo hiciste tú? –dijo con burla. –Nunca delataría a un compañero de equipo porque mis sentimientos fueron heridos. Me ocupo de mis propias cosas.

Paige salió de la piscina, sentándose en el suelo.

-¿Entonces has preferido ahogarla? –Alison la miro como si le hubiesen salido dos cabezas. – ¿Pero qué demonios te pasa? ¿Acaso estás loca?

-¿Loca? Pero mira quien me lo está preguntando.

-Lo que haya pasado entre tú y yo, es cosa de nosotras Paige, no tienes por qué meter a nadie más –dijo la rubia con molestia.

-¿Qué está pasando aquí? –la entrenadora Fulton salió de su oficina y se acercó hacia la alberca al escuchar murmullos.

-Que Paige ha intentado ahogar a Emily –dijo Alison.

-Tú me has arrojado a la piscina –dijo Paige apuntando a Alison.

-Pero tú sabes nadar –contesto la rubia. –Además lo hice para que soltaras a Em.

-Emily también sabe nadar.

-Claro que sabe, pero ella no podía ni respirar porque tu mano sobre su cabeza le estaba impidiendo salir a la superficie –la ira estaba apoderándose del cuerpo de la rubia.

-¿Qué? ¿Eso es cierto? –la entrenadora miro a Emily y Paige.

-¿Pero que no me escucho? Le he dicho desde el principio que Paige intento ahogar a Emily –dijo Alison con molestia.

Alison se puso de pie y ayudo a Emily a también ponerse de pie. La pelinegra tomo su toalla y comenzó a secarse.

-Emily, ¿es cierto? –la entrenadora miro a la pelinegra.

-Si –contesto.

-Estas suspendida de los entrenamientos y competencias hasta nuevo aviso, Paige –la miro. –Y quiero hablar con tu padre.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, ahora vete –le pidió.

Paige con molestia, miro a Alison y Emily y después se fue.

-¿Estas bien? –pregunto la entrenadora.

-Sí, Ali llego a tiempo –miro a su mejor amiga con una gran sonrisa. –Gracias, Ali –beso tiernamente su mejilla.

-Lo que sea por ti, Sirena –contesto la rubia también con una sonrisa.

-Deberías ir a darte una ducha y después ir a casa, Emily. Te has estado esforzado mucho y debes descasar.

-Lo hare –asintió la pelinegra.

-Bien, vayan a casa –les dijo.

Alison y Emily asintieron, y caminaron hacia las duchas.

(...)

Después de quince minutos, las chicas salieron de la escuela y caminaron hacia la casa de la rubia.

-Gracias por defenderme, Ali –dijo Emily una vez más.

Alison detuvo su paso y la miro.

-Cualquier cosa por ti –le sonrió. –Creo que debes saber algo.

-¿Qué cosa? –la miro con preocupación.

-Hace un tiempo, le escribí una carta a Paige como si fueras tú, diciéndole que la querías. Ella lo creyó, y escribió una carta de regreso, la atrapé cuando iba a dejarla en el lugar que le dije. Creo que por eso ella te odia, y lo siento mucho –bajo la mirada.

-¿Por qué lo hiciste?

-No lo sé.

-Ali... –hizo que la mirara. – ¿Por qué lo hiciste?

-No lo sé.

Y la rubia no mentía, realmente no sabía porque la mayoría de sus acciones. A veces creía que era demasiado arrebatada con sus acciones por toda la presión que sentía; mantener una imagen, Jessica pisándole los talones, tratando de proteger a su pequeña hermana de su madre y cualquiera que quisiera hacerle daño.

-¿Puedo probar algo? –Emily la miro.

La pelinegra se estaba arriesgando en cambiar su amistad, pero no sabía si seria para bien o para mal.

-Sí –contesto con voz titubeante.

Emily se acercó, y presiono suavemente sus labios contra los de Alison. La rubia se sorprendió al principio, pero ni siquiera la alejo, solo cerro sus ojos y coloco sus manos suavemente en los hombros de Emily mientras las manos de la ojimarron se posaron sobre la cintura de la ojiazul. Cuando iban a profundizar el beso, su momento fue interrumpido por el celular de Alison.

A regañadientes, ambas rompieron el beso. Alison saco su celular de su bolso y contesto rápidamente al ver que era Mona.

-¿Mona?

-Ali, ¿Dónde estás?

-Voy camino a mi casa, ¿por qué?

-¿Quién iba a venir por Audrey?

-Jason, ¿Por... –se quedó callada al saber la respuesta –No fue por ella, ¿cierto?

-Cierto –contesto. –Lo estuvimos esperando como una hora, pero él nunca llego. Taylor dijo que era mejor traerla a su casa, ella está aquí jugando con Nolan, pero se ve un poco triste.

Alison sintió demasiado enojo al saber que su pequeña hermana estaba triste por su estúpido hermano.

Audrey había esperado a su hermano mayor con mucha emoción, pero él solo la decepciono al no llegar nunca. La pequeña rubia deseaba que Jason fuera por ella a la escuela, por una extraña razón, la pequeña sentía que no le agradaba a su hermano mayor y eso la entristecía mucho.

-Jason solo sabe decepcionar a las personas, ni siquiera sé porque yo confié que él iba a ir por ella –paso su mano sobre su rubio cabello. –Estoy cerca de la casa de Taylor, llegó en cinco minutos.

-Está bien, te esperamos –y colgó.

-¿Qué ha pasado? –pregunto Emily.

-A Jason le tocaba ir a recoger a Audrey, pero nunca llegó –dijo con enojo.

-No es tu culpa –dijo la pelinegra.

-Lo es, no debí confiar en ese estúpido.

-Tranquila, vamos por ella –le sonrió.

-¿En serio? Recuerda que debes descansar.

-No te preocupes –le sonrió. – ¿Están tus padres?

-No, papá está en un viaje de negocios y mi madre esta quien sabe dónde, siempre se desaparece todas las tardes.

-Vamos a mi casa, hacemos la tarea, y después vemos una película, ¿te parece?

-Me parece –asintió con una pequeña sonrisa.

-Entonces, vamos –la tomo tímidamente de la mano y comenzaron a caminar hacia casa de Taylor.

Alison entrelazo bien sus manos haciendo que ambas chicas se sonrojaran, pero ninguna se atrevió a decir algo.

Cuando Alison y Emily llegaron a casa de Taylor con sus manos entrelazadas, Mona sonrió.

-¡Ali! –Audrey inmediatamente corrió a su hermana cuando la vio.

Alison soltó la mano de Emily y sostuvo a su hermana entre sus brazos.

-Jay nunca llego –lloro sobre el hombro de su hermana.

Alison la abrazo un poco más fuerte.

-Lo siento mucho, bebé.

-Él no me quiere, Ali –sollozo. – ¿Por qué él no me quiere?

-No digas eso, nena, todo mundo te quiere.

-Pero él no.

Alison no sabía que decir, ella había notado que Jason era un poco huraño, pero no solo con Audrey, también con ella, a lo que Alison atribuía que era porque él no era hijo de Kenneth, sino de Peter, el padre de Spencer. Lo cual lo hacía sentir molesto porque Kenneth era bastante estricto con él a comparación de Audrey o Alison.

-No llores, Lyn, él no merece tus lágrimas –separo a su hermana un poco de su cuerpo y limpio sus lágrimas. –Sé que ha herido tus sentimientos, y es válido que llores, eso está bien. Pero no puedes dejar que te afecte, a veces no le agradamos a todas las personas y no por eso debemos deprimirnos –beso tiernamente su mejilla.

-Tu si me quieres, ¿verdad?

-Claro que sí, bebé. Te amo con todo mi corazón, desde el momento que supe de tu existencia –le sonrió.

-Yo también te amo, Ali –y la abrazo de nuevo.

Alison sonrió.

-Ve a jugar un ratito más con Nolan, es más, lleva a Emily –puso a la niña en el suelo.

-Ven Em, vamos a jugar –tomo la mano de la pelinegra y la llevo hacia Nolan.

-Gracias por cuidarla –dijo Alison a Mona cuando se acercó a ella.

-Bueno, no íbamos a dejarla sola. Nolan no iba a soltar su mano hasta que alguien fuera por ella.

-Me alegra que Nolan la cuide –miro al pequeño castaño quien jugaba con su hermana, Emily y Taylor.

-Siéntate, no te quedes ahí de pie –palmeo el lugar vacío a su lado.

Alison se sentó al lado de Mona.

-Yo era A –confeso Mona.

-Lo sé –respondió la rubia. –No lo supe de inmediato, pero ayer Lyn dijo algo, que me hizo abrir los ojos. En la última nota dijiste que era tu turno de hacerme sufrir a mí, y sabía que tal vez no era a mi directamente, y me dio mucho miedo que lastimaras a Audrey, así que por eso decidí cambiar el cómo era –la miro. –Sabía que al principio nada sería fácil porque mi cambio tan drástico traería mucha confusión, pero no importaba.

-¿Puedo saber por qué eras así?

Alison suspiro.

-Así fui educada.

-No te entiendo –la miro confundida.

Alison soltó un sonoro suspiro antes de comenzarle a contar como es que todo había comenzado.

-Había veces que deseaba parar, pero simplemente no podía. Es como si algo más fuerte estuviera dentro de mí y me forzara a hacerlo –bajo la mirada. –Estoy intentando ser una nueva Alison, pero es difícil.

-No estas intentando ser una nueva Alison, Ali, estas intentando ser tú –dijo Mona tomando su mano. –Tu mamá te convirtió en una versión suya, no en tu peor versión. Para ser honesta, veo como miras a tu hermana y siento demasiada tristeza por ti –sus ojos se cristalizaron. –Ha de ser demasiado horrible que desde pequeña te haya obligado mentir, manipular y engañar a tu padre para que ella consiguiera todo lo que quisiera mientras a ti te iba rompiendo. Ella ha sido tan egoísta, que nunca se ha preocupado verdaderamente por nadie, solo por ella. Y lastimosamente creo que siempre va a ser así.

-No te equivocas –dijo Alison.

-Por todo lo que me has dicho, tú de niña siempre te has aferrado a las ruinas de tu roto hogar, como intentando salvarlo, pero estas tan perdida y herida para llevar esa carga, y auméntale que prácticamente tú, estas criando y educando a tu hermana.

-No puedo permitir que a ella también la arruine –dijo con ojos cristalizados. –No puedo permitir que la rompa como lo ha hecho conmigo –sus lágrimas cayeron.

-Todos necesitamos a alguien que nos sostenga –la miro con una sonrisa ladeada. –Y tú también.

-¿Quién va a desear quedarse conmigo? –bajo la mirada. –Tengo demasiados demonios despiertos y voces gritando en mi cabeza diciéndome que no valgo la pena. Y estoy pensando que eso es cierto, por más que quiero que eso sea lo contrario.

-Ali, no, no seas demasiado dura contigo. Todos valemos la pena, solo necesitamos a la persona correcta que nos lo haga sentir. Nunca funciona si es la persona incorrecta, pero para eso, necesitas comenzar a quererte un poco más.

-Ni siquiera sé cómo hacer eso –se burló en voz baja.

-¿Dónde está toda tu confianza? ¿A dónde se fue la Queen B?

-Se llaman inseguridades, Mona –bajo la mirada. –Cuando sientes demasiada inseguridad, buscas a alguien más indefenso que tú y descargas toda tu ira sobre él, y su miedo es lo que te alimenta y te llena de "confianza". Podía decirte que eras una Loser, pero la Loser era yo. Todo lo que deseaba era admiración, cariño, lealtad, y eso lo conseguí, pero no de la manera correcta.

-Emily te ama, Ali, lo sabes, ¿verdad?

-Lo sé –sus lágrimas volvieron a caer. –Y tengo demasiado miedo por ella porque todo lo que toco destruyo.

-Mira al frente Alison, y dime que ves.

Alison alzo su mirada y sonrió al ver a su hermana jugar tan alegremente con Emily, Nolan y Taylor.

-Esa niña es la prueba de que no todo lo que tocas destruyes –dijo la morena. –A veces un poco más de confianza en lo que hacemos funciona para que podamos ver las cosas desde otra perspectiva.

-Ella desea ser como yo, y yo no quiero eso.

-Ella quiere ser como la Alison que le has mostrado; amorosa, solidaria, y que la ha cuidado desde que prácticamente es un bebé. Eres su héroe Alison, y hagas lo que hagas, nunca va a decepcionarse porque le has demostrado que es de humanos equivocarse. Le has enseñado a ser humana, y eso es algo que ya no se enseña –sonrió de medio lado.

-Gracias –sonrió entre lágrimas. –De verdad gracias, realmente nunca creí que tú me fueses a entender.

-Las personas pueden sorprender –sonrió.

Alison también sonrió.

-Ali, ¿Cómo te hiciste el moretón?

-¿Tengo permitido mentir? –la miro.

-Solo si la mentira es realmente convincente.

La ojiazul soltó un suspiro.

-Lyn rompió sin querer un jarrón de mamá, al parecer era demasiado significativo porque estaba demasiado molesta. Le empezó a gritar y yo llegaba justo en ese momento, y Lyn corrió hacia a mi muy asustada, le pregunte que pasaba y dijo que rompió algo sin querer. Mamá vino detrás de Lyn con el cinturón, me interpuse y me golpeo en la espalda, me dolió como el infierno, pero no me importo, logre alejar a mi madre de nosotras, Lyn salió corriendo hacia su habitación, pero a mí mi madre me alcanzo a detener y me aventó contra el piano, y bueno me golpee en esa parte del brazo –explico.

-¿Y cómo está tu golpe de la espalda?

-Ya no sé ve tan terrible –rió suavemente.

-¿Por eso no has entrado a la alberca, cierto?

-No quiero que nadie haga preguntas, suficiente difícil ha sido mantener las apariencias. Por favor no digas nada.

-No lo haré.

-Gracias.

Mona solo asintió.

Audrey se levantó del césped y se acercó a su hermana.

-Ali, ¿es cierto que vamos a ir a casa de Em? –dijo con emoción.

-Sí, nos ha invitado a su casa a hacer la tarea y luego ver una película, ¿te gusta la idea?

-¡Sí! –grito con emoción.

Alison y Mona rieron.

-Entonces despídete de Nolan y dale las gracias a Taylor y Mona por cuidarte –dijo Alison.

Audrey asintió.

Se acercó a Nolan y se despidió de él besando su mejilla, luego se acercó a Taylor y le agradeció por cuidarla y también beso su mejilla y le dio un abrazo. Lo mismo hizo con Mona.

-Gracias por cuidarla, Taylor –dijo Alison a la rubia más alta.

-Con gusto –sonrió.

Alison beso su mejilla y la abrazo. También beso la mejilla de Mona y la abrazo.

-Em, ¿me llevas sobre tu espalda? –pregunto Audrey.

-Claro princesa –le sonrió.

Alison tomo su mochila y la de Emily, y la pelinegra tomo a la niña y la puso sobre su espalda.

-Nos vemos mañana –dijo Emily.

-Hasta mañana –dijeron Taylor y Mona al unísono.

(...)

-Em, ¿puedo hacerte una pregunta? –Audrey pregunto.

Eran las diez de la noche y Emily y Audrey se encontraban viendo Shrek 3, ya que era una de las películas favoritas de la pequeña rubia.

-Claro.

-¿Te gusta mi hermana?

Emily se sorprendió por la pregunta de la niña, pero aun así respondió:

-Claro que me gusta, es mi mejor amiga.

Audrey rodo los ojos, y Emily rió, porque ese gesto era tan característico de Alison.

-Me refiero a que si te gusta como tu novia.

-¿Por qué lo dices?

-Porque veo como la miras, tus ojos parecen brillar. Justo como los de ella cuando te ve.

Emily miro hacia su lado izquierdo en donde Alison se encontraba, la cual se encontraba profundamente dormida.

-¿Entonces? –Audrey la miro esperando una respuesta.

Emily sonrió.

-¿Me guardarías el secreto?

Audrey asintió.

-La amo con todo mi corazón –confeso mientras miraba a la rubia con una sonrisa.

-¿Se lo dirás?

-Tal vez.

Emily miro la hora y decidió que era mejor que Ali y Audrey durmieran ahí, así que tomo el celular de la rubia y le escribió un mensaje a la señora D diciéndole que sus hijas dormirían con ella esa noche, recibiendo un "Está bien".

Alison sintió el movimiento en la cama, lo que la hizo sobresaltarse.

-Oh, Dios, me he quedado dormida, lo siento –Alison dijo despertándose mientras tallaba sus ojos. – ¿Qué hora es?

-Las diez –contesto Audrey.

-¿Qué? Dios, ya es muy tarde, debemos irnos –se levantó de la cama.

-Cálmate, le he mandado un mensaje a tu mamá y le dije que se quedarían aquí.

-Em, no vamos a caber –rió la rubia.

-Nos las arreglaremos –sonrió.

Audrey se acercó a su hermana y le susurro algo al oído haciéndola reír.

-Em, ¿me podrías regalar un poco de leche caliente para Lyn?

-Claro, ahora vuelvo –se levantó de la cama y salió de la habitación.

-Ali, ¿tú amas a Em? –pregunto cuando la pelinegra salió de la habitación.

-Cariño, amar es una palabra muy fuerte.

-Eso lo sé, me lo dices mucho –dijo Audrey. –Pero dime, ¿la amas?

-Lyn, no puedes amarte a alguien más si no te amas primero a ti misma –contesto la rubia. –A veces amar a alguien sin tu amarte, complica las cosas y nos vuelve dependiente de la persona, y a la larga, eso vuelve una relación bastante toxica.

-¿Qué es toxica?

-Que es mala.

La niña asintió.

-¿Pero tú amas a Em? He visto como la miras.

Alison sonrió.

-¿Me guardas el secreto?

Audrey asintió.

-La amo, y tal vez sea así siempre, pero para amarla como corresponde, debo aprender a amarme mi misma primero. Y ese paso es muy difícil.

-¿Por qué? Tú eres muy bonita.

-Cuando amas a alguien, es porque aceptas todo lo que es, tanto virtudes como defectos, es lo mismo cuando te amas a ti mismo. Cuando te amas, te aceptas tal cual eres, con tus virtudes y defectos que no muchos aman, pero que tú tienes que aprender a hacerlo, porque a la larga, la única persona que nunca te va a fallar eres tu mismo.

-¿Tú no te amas? –la miro con tristeza.

Los ojos de Ali se cristalizaron, y frente a su hermana, acepto la terrible verdad.

-No. No lo hago.

Alison no se amaba, no creí tener virtudes y se veía tantos defectos que a veces se odiaba por momentos.

La pequeña rubia se colocó a horcajadas sobre su hermana y la abrazo.

-Yo te voy a enseñar a amarte –dijo y beso la mejilla de su hermana.

Alison dejo sus lágrimas caer al escucharla decir eso. Y no era la única que la había escuchado, de hecho, Emily había escuchado parte de la conversación, y le rompió el corazón al saber que la chica que amaba, estaba tan rota y herida, como para amarse a sí misma y darse la oportunidad de amar y dejarse amar.

Emily limpio sus lágrimas, y entro a la habitación.

-He traído tu leche, princesa –dijo a Audrey.

La niña se acomodó en el medio de la cama y tomo la taza entre sus manos.

-También traje para ti –le dio una taza a Alison.

-Odio la leche.

-No es cierto –se burló. –Las veces que vienes, te he visto tomar siempre un vaso de leche.

Alison rodo los ojos.

-Bien, me has atrapado –acepto tomando la taza de leche.

-¿Quieren ver la última película? –preguntó Emily.

-¿Podemos? –Audrey miro a su hermana.

Alison miro de Audrey a Emily, y ambas le estaban haciendo ojos de cachorro. Soltó un sonoro suspiro.

-Bien, pero después de esta, a dormir porque mañana debemos levantarnos para ir a la casa y ponernos ropa limpia.

-Está bien –dijo Audrey.

Se terminaron su leche, se colocaron ropa que Emily les presto y se acomodaron bajo las cobijas. Audrey estaba en medio de ellas dos, pero con su cabeza recargada en el pecho de su hermana y su brazo sobre su abdomen.

Cuando Emily volvió a abrir los ojos, era la una de la mañana y Alison y Audrey estaban profundamente dormidas, así que las arropo bien y apago el televisor. Se acomodó en su lado, se acercó un poco a las chicas rubias y dejo un tierno beso sobre la frente de ambas, aunque el beso en Ali duro unos segundos más. Se alejó, se acomodó bien, y mientras miraba a Alison dormir, no puedo evitar pensar que la rubia era una excelente hermana mayor. Había visto a Alison cuidar a esa niña como si fuera su propia hija, y estaba haciendo un excelente trabajo para tener solo quince años, pero no pudo evitar pensar en la pequeña Ali y todo lo que vivió e hizo que se convirtiera en aquella chica que muchos temían.

Sabía que había algo detrás de aquella Alison que se mostraba frente a los demás, pero Emily conocía a la verdadera Ali; aquella chica dulce, amable y amorosa que no todos tenían el privilegio de conocer. Emily quería a esa Ali, pero también quería a su lado oscuro, porque ella amaba a la rubia sin quitarle ni ponerle, porque a través de esos profundos ojos azules podía ver a una chica con tantas ganas de amar y ser amada, pero también podía ver el miedo que le impedía arriesgarse.

Emily amaba a Alison, y estaba dispuesta a enseñarle a la rubia a amarse a sí misma, tanto, que los demonios y voces en su cabeza no pudieran decirle nunca más que no valía la pena.



"Bonita, ya verás que tu corazón no va a estar roto para siempre, ya verás que el tiempo lo cura todo y que tu felicidad no va a terminar aquí por un invierno pasajero en tus ojos. Tú tranquila, tú solo avanza que tarde o temprano la vida a cada quien premia con lo que merece. (Nada duele para siempre)".

-Andrés Alfonso.

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