Tomé la maleta y el bolso grande con fuerza, dí un respiro y salí del armario, mire a Neal, sus ojos se fueron directamente a mi equipaje.
-Por favor... -se levanto en un salto y se acercó a mi- No puedes irte.
-Neal... Yo no... Yo no puedo estar contigo en la misma habitación, me lástima, porque al final yo sé que te vas a ir, no tiene caso que me encariñé.
-Por favor, no puedes irte -acarició mi mejilla derecha-.
-Neal... En menos de lo que tú y yo creemos te vas a ir, me vas a dejar sola...
-No estás sola, -me interrumpió- aunque no me ves estoy siempre contigo.
-Bajó su mano hasta mi maleta- No puedo estar contigo.
-Solo piénsalo, que raro será para June que tú no estés aquí.
-Suspiré- Bien, pero mis cosas se quedarán en esta maleta.
-Esta bien -me miro, sus ojos transmitían dulzura-.
Dejé las cosas de nuevo en el armario, salí sigilosamente, saque un vaso de cristal y bebí agua.
-Como está Peter?.
-Mejor que yo, si es tu pregunta...
-Lo siento, si? Lo lamento tanto, -me miro directo a los ojos- lamento no haberte dicho nada, lamento tanto que te haya lastimado, esa jamás fue mi intención, lo juro.
-Bueno... -jugue con el borde del vaso- Lo hiciste y es lo que termina importando, me sacaste de algo que merecía saber, me dejaste fuera de ese plan, me dejaste fuera de tu vida, esa decisión la tomaste tu, no yo...
-Lo sé... -agacho la mirada-.
-Te arrepientes? -lo mire directo a los ojos- Se sincero.
-Levantó la mirada- La verdad... Es que no...
-Eres increíble -bufé y dejé el vaso en el lavadero-.
-Porqué aquí estás mejor.
-No me importa tus excusas, yo me dormiré en la cama, tu en el sillón, en el armario hay suficientes cobijas y almohadas, lo que tomes necesitas dejarlo en su lugar, no quiero que parezca que hay alguien aquí, -camine al armario- espero haber sido lo suficientemente clara.
Entre en el y cerré la puerta.