[Historia en un universo alterno que no altera ni daña bla bla bla, tú sabes :>]
(Todos tienen 16 o 17 :>)
Martha, Marcus, Tarquín, Dave, Marcio y Elizabeth estaban festejando el año nuevo en un campamento entre amigos en medio de una isla.
El fuego que devoraba la madera vorazmente, esta crepitaba en el centro iluminando los rostros de los chicos quienes reían y compartían anécdotas.
—Okey, que tal si jugamos a cinco minutos en el paraíso —Sugirió Elizabeth, era una de las chicas populares del instituto. —¿Aceptan o aún se esconden tras las faldas de sus madres?
—No lo sé... —Comenzó a decir Marcus.
—Yo si acepto —Dijo Dave.
—Lo haré —Dijo inmediatamente Marcus al oír a Dave.
—Yo igual. —Anuncio Martha
—¿Y tú Tarquín? —Pregunto Elizabeth.
—O-okey lo haré —Tartamudeo Tarquín nervioso.
—¿Y qué hay de él? —Pregunto Marcus apuntando a un chico con cabello blanco que los observaba desde las escaleras de la cabaña.
—Oye raro, ¿Juegas o qué? —Pregunto Elizabeth al chico que solo se paró y camino hacia ellos.
—Mientras no me toque ella —Dijo Marcio apuntando a Elizabeth —Se nota que eres muy puta.
—Okey, no era necesario ofender —Dijo Elizabeth. Entraron a la cabaña y comenzaron a tomar lugares frente a la chimenea. Cuando todos estuvieron sentados alrededor de la botella, Elizabeth dijo. —Que el juego comience. Yo voto por la M de Marcus.
—Igual —Dijo Dave con una brillo de deseo en sus ojos.
—Muy bien veamos quién irá al armario con este chico —Dijo Elizabeth dándole vueltas a la botella.
Todos miraban ansiosos la botella, algunos con deseo y otros con nerviosismo. La botella comenzó a frenarse bajando un poco la velocidad, hasta que se detuvo justo frente a Dave.
—Bueno reglas son reglas, Dave, Marcus al armario. —Dijo Elizabeth empujando a los chicos al armario de la cabaña. —Diviértanse, pero no demasiado.
Marcus estaba incómodo en el pequeño espacio. Dave por su lado no dejaba de ver a Marcus, cuando esté noto la mirada del chico, Dave miro a otro lado.
—¿Que? ¿Qué sucede? —Pregunto Marcus curioso.
—Nada, es solo que... Te ves muy atractivo esta noche —Dijo Dave y después de corrigió -No quiero decir que antes no fueras atractivo, si no que me refería a que...
Marcus puso su dedo índice en la boca de Dave haciendo un «shhh», después quitó el dedo y pego sus bocas.
El contacto era cálido y húmedo, mientras sus bocas se movían a la par, Marcus con su lengua logro que Dave abriera la barrera de dientes blancos que no lo habían dejado explorar la boca del contrario a gusto. Enredo su lengua con la de Dave mientras lo tomaba del cachete, y susurraba palabras ilegibles acompañadas de algunos gemidos, en la boca del otro.
—Muuy bien chicos, ya se acabó el tiem... —Dijo Elizabeth abriendo el armario y se detuvo al verlos. —Chicos, les dije que no se divirtieran demasiado.
—Eh... si nosotros no hacíamos, lo que... Es que... Nosotros no... —Intento explicar Marcus mientras Dave se rascaba la cabeza y veía a todos lados nervioso, evitando el contacto visual.
—Está bien chicos, en algún momento nos enteraríamos —Dijo Elizabeth con una sonrisa.
—Bueno, mínimo ya salgan del closet —Dijo Marcio haciendo un pésimo chiste que todos ignoraron.
—Sigamos con el juego —Intervino Dave yendo a sentarse incómodo por las miradas de todos.
—Okey, sigamos, yo voto por la...
—E de Elizabeth —Dijo Marcus interrumpiendo a Elizabeth, le sonrió tomando la botella, la giro.
La botella dio vueltas y vueltas, mientras giraba los presentes estaban tensos viendo cómo la botella fácilmente podría detenerse en ellos.
La botella al fin se detuvo, y en quien menos pensaron, Marcio, quien pareció irritado. Justo cuando Elizabeth iba a protestar Marcus la interrumpió.
—Reglas son reglas, tienen cinco minutos —Dijo Marcus imitando a Elizabeth.
—Diviértanse, pero no demasiado —Termino Dave con una sonrisa.
Elizabeth se cruzó de brazos molesta, mientras ambos estaban ahí parados sin hacer nada, Elizabeth podía sentir la respiración de Marcio, por la cercanía que tenían.
—Si crees que tendrás esto, estás muy equivocado —Dijo Elizabeth molesta.
—¡Oh! Disculpa, ¿Me estás hablando a mí? —Pregunto Marcio haciendo una actuación exagerada.
—Mira, será mejor que te calles si no quieres meterte en más problemas de los que ya te metiste.
—Uy, que miedo —Dijo Marcio sarcásticamente —¿Que vas a hacerme? ¿Maquillarme?
—Eres un idiota
—Sera mejor que cierres la boca... Lizzy la mutante —Soltó Marcio recordando la época en la que Elizabeth había sufrido bullying por ser una sabelotodo.
—¿Que dijiste? —Pregunto Elizabeth realmente molesta.
—Nada... Lizzy
—Basta te prohíbo que me digas así.
—Oblígame —Dijo Marcio de una manera seductora cerca de la boca de Lizzy.
—A la mierda todo —Dijo Elizabeth tomando al chico de las mejillas y besándolo, lo beso de una manera no apta para menores de edad.
Metió sus manos bajo la playera de Marcio tocando el trabajado abdomen del inadaptado. Comenzó a quitar la camisa del chico, mientras esté desabrochaba la pequeña camisa que traía Elizabeth, lo suficientemente grande para taparle el pecho.
Elizabeth estaba en brasier y la pequeña falda, mientras Marcio ya estaba en boxers y dispuesto a arrancarle la falda a la chica, cuando la puerta del armario se abrió, los chicos les habían dado cinco minutos más con la intención de que eso pasara.
—Chicos, les dije que no se divirtieran demasiado. —Dijo Marcus con maldad imitando la voz de Elizabeth por segunda ocasión en la noche.
Elizabeth y Marcio de comenzaron a vestir rápidamente mientras los presentes se morían de risa.
—Eso no fue para nada gracioso —Dijo Elizabeth abrochando su camisa.
—Para nada —Afirmo Marcio poniéndose el pantalón.
—Sigamos con el juego —Dijo Elizabeth caminando al círculo mientras Marcio se terminaba de poner la camisa.
Cuando ya todos se sentaron de nuevo, Elizabeth continúo con sus macabros juegos.
—Muy bien yo voto por la letra T de Tarquín, veamos a quien le toca ir con este chico —Dijo Elizabeth rodando la botella.
La botella giro y giro hasta que se detuvo frente a Martha, apuntándola justamente a ella, no había forma de negarlo.
—Chica, vaya que eres afortunada, irás al paraíso con este chico y se divertirán mucho, pero no tanto, no quiero que se excedan —Parloteo Elizabeth mientras llevaba a Martha y a Tarquín al armario.
Entonces un sonoro ruido se oyó por todo el lugar, todos salieron corriendo y miraron el cielo sorprendidos a excepción de Tarquín, quien se ocultó dentro del armario.
Había unas grandes letras en el cielo que decían: nivel 1 superado.
—¿Que mierda es e...? —Un rayo rojo bajo interrumpiendo a Elizabeth, partiéndola por la mitad.
—Nooo —Grito Marcio desgarradoramente dejándose caer sobre las rodillas.
—Corran, Marcio, ven corre —Insistió Martha.
—No —Grito Marcio.
—No hay tiempo para esto —exclamo Marcus acercándose a Marcio para cargarlo con ayuda de Tarquín.
Arrastraron a Marcio hasta un gran roble, este los mantenía ocultos de lo que sea que había atacado a Elizabeth, lo único que sabían era que ese rayo había sido lanzado por alguien, después de todo, ¿Quien podría imaginar que un rayo rojo caería del cielo?
Continuaron caminando hacia el barco, por el que habían llegado a la isla. Este se encontraba un poco alejado de su campamento por lo que tardarían horas en llegar. Después de incesantes y frecuentes discusiones acordaron acampar un poco para recuperar fuerzas.
—La muerte de Elizabeth es su culpa —Murmuro Marcio mientras asaba dos malvaviscos en una rama.
—¿De qué hablas? a ti ni siquiera te agradaba, todo este berrinche solo lo haces por tu enamoramiento de cinco minutos —Le replico Marcus.
Una pequeña garra, pegada a un tubo, como una gran víbora se acercó lenta y silenciosamente al grupo. Se levantó del suelo y se posó suavemente sobre el hombro de Martha, quien soltó un grito ahogado.
—Chicos, dejen de pelear —Martha trato de tranquilizarlos en vano —Tenemos otros problemas ahora mismo.
—¿Como cu...? —Marcio enmudeció al ver la cosa sobre el hombro de Martha. —¿Qué es eso?
—No tengo idea, pero lo quitare de ahí —Dijo Marcus acercándose a Martha.
Los movimientos de Marcus, hicieron que la cosa tomara el pie de Martha y se fuera arrastrando a Martha hacia una inmensa nave alienígena, mientras esta trataba de aferrarse a algo sin éxito. Los chicos corrieron tras Martha tratando de alcanzarla. Cuando Marcus la alcanzo, la tomó de la mano y la jalo.
—Ayúdenme a jalarla —Le grito Marcus a los otros justo antes de caer hacia atrás, volteo a ver al frente y vio como una Martha sin brazo entraba a la nave.
Volteo a ver su mano y vio el brazo arrancado de Martha entre sus dedos, inmediatamente lo lanzo para después regresar con los otros.
—Se ha ido —Dijo al llegar junto a Marcio y Dave.
—¿Que deberíamos hacer? —Pregunto Marcio.
—No lo sé, tal vez todo este perdido, quizás ellos ya están aquí y nos mataran...
—Estas en lo cierto —Dijo Dave. Ambos voltearon a verlo, él tenía la cara hacia abajo y se reía, de una forma perturbadora.
Cuando levanto su cara le salió sangre de la nariz y de su pecho salió un gran tentáculo que atravesó a Marcio, mientras el seguía riendo. Marcus tomo el hacha que había tomado de la cabaña antes de saltar contra aquella cosa. Esta lo atravesó cuando aún flotaba hacia él.
Dave tomo los cuerpos y los llevo a la nave mientras un chorro de sangre salía por su nariz. Al entrar a la nave dejo caer los cuerpos sobre los de Martha, Elizabeth y Tarquín. Dio unos pasos más hasta que el cuerpo de Dave cayó y por su espalda salió una pequeña criatura con múltiples patas y ojos.
Esos chicos solo seríanel inicio, se harían de toda la humanidad y lo mejor es que esos seis chicos les habían dado las respuestas que querían. No mires en tu armario esta noche.
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pd1: no me odien, yo no queria xd
pd2: mucho loviu pa ti <3<3
pd3: enserio no veas dentro de tu armario uwu
bye jsjjjsjsjsjjs