El sonido de la lluvia.
La iluminación en la habitación de Huo Qingjun era pobre, con la única ventana diminuta cubierta con cortinas que lucían como harapos destrozados. La cama de acampar, comprada en un mercado de segunda mano, se asentaba contra la pared moteada con manchas de agua, como un prisionero desnutrido con una sábana húmeda y mohosa envolviendo su cuerpo. Los muebles de la habitación eran un terrible desastre y, los libros, en su mayoría relacionados con leyes criminales y matemáticas, estaban abandonados por todo el piso debajo de una mesa de plástico.
—Alguien hizo un viaje especial hacia aquí para presentarle sus respetos —la punta de los zapatos de Shi Shanyan esquivó los pétalos en la entrada—, e incluso le trajeron lirios.
La atención de Yan Junxun fue atrapada por la pared detrás de la mesa de plástico. Su superficie estaba completamente enlucida con borradores, de los cuales todos eran problemas matemáticos que Huo Qingjun había realizado. Yan Junxun se acercó unos cuantos pasos. Sin tocarlos, inclinó un poco su cabeza hacia un lado y descubrió, entre los problemas matemáticos densamente abarrotados, unas palabras que se habían escrito con una cursiva ya sea descuidada u ordenada–
Estaba equivocado.
Estas eran las únicas anotaciones de Huo Qingjun en los borradores. Sin importar cuán grande o pequeño era el escrito, lo escribió con fuerza. La punta de su pluma fuente había perforado los papeles y las manchas de tinta ennegrecieron los problemas matemáticos. Era como si él estuviera intentando probar su inocencia con franqueza.
—Bienvenido... —una voz mecánica sonó repentinamente desde la cama de acampar. Simplemente mencionó algunas sílabas antes de deteriorarse en sonidos estáticos. Unos segundos más tarde, continuó—: Has regresado.
Shi Shanyan vio un pequeño robot súper obsoleto con un sombrero sobre su cabeza ovalada junto a la almohada de Huo Qingjun. Acurrucándose contra la manta, repitió:
—Has regresado.
—Un pequeño juguete que se eliminó hace cien años. —Shi Shanyan observó al pequeño robot durante un momento y preguntó—: ¿Vives aquí?
Los ojos electrónicos similares a gafas protectoras del pequeño robot brillaron tenuemente con aprehensión a medida que contestaba de acuerdo con la respuesta diseñada del sistema:
—Sí, vivo aquí. Esta es mi casa.
—Interesante —Shi Shanyan se detuvo—. ¿Dónde está tu papá?
—No tengo un papá. —El pequeño robot era incapaz de comprender los cambios en la entonación humana. Simplemente continuó y dijo—: Maestro, bienvenido a casa.
Esta clase de robot se había presentado por primera vez para enseñarle a hablar a los infantes. Podían realizar el reconocimiento de información más simple e interactuar un poco con los niños. Posteriormente, fueron reemplazados con sistemas inteligentes y, en los distritos desarrollados como Guanggui y Guangtong, ya habían sido recolectados como antigüedades. Todos eran muy pequeños y tan solo levemente más listos que un perro común.
Huo Qingjun había cuidado bien de este pequeño. Además de ser viejo, sus cuatro extremidades se encontraban limpias. No podía decir quién era Huo Qingjun y solamente trataba a todos los que se movieran alrededor de esta habitación como él. Carecía de agresividad y vigilancia. Solo sabía cómo confiar en su obsoleto análisis de datos para conversar con las personas.
Todo el tiempo que Shi Shanyan y el robot estuvieron conversando, los efectos de sonido del hombre vecino jugando su videojuego flotaron claramente hacia ahí. Ser rodeado por dos clases de sonidos distintos e incapaz de ver con claridad hacia afuera de la ventana pequeña y sobresaliente, incomodaba a Yan Junxun.
El asesino nunca ha estado aquí.
Yan Junxun no encontró ningún vestigio de ella aquí. Todos los rastros eran de Huo Qingjun.
La ventana nunca se había abierto; lo más probable era que ya estuviera sellada para empezar. Colocada sobre la mesa había una pluma fuente que Huo Qingjun no había tapado herméticamente, mientras que los libros de texto que habían sido presionados hacia abajo parecían encontrarse en su estado original. No había huellas adicionales en la pila de libros colapsada, además de las piernas de Yan Junxun, excepto por las de Huo Qingjun.
¿Por qué ella no entró?
No pudo encontrar una razón para hacerlo.
No.
Yan Junxun pensó que, si deseaba entrar, definitivamente tendría una manera de hacerlo. Era muy obsesiva con sus objetivos y sus situaciones de vida. Llevaba a cabo sus inspecciones como una reina. Todos estos eran sus territorios, pero nunca había entrado en la casa de Huo Qingjun. No era que no supiera dónde se encontraba; solo no había querido venir.
—¿Cuáles son las canciones que puedes cantar? —Shi Shanyan platicó con el pequeño robot hasta este punto.
—No puedo cantar —el pequeño robot respondió. Era lento en reaccionar mientras levantaba su brazo y presionaba una de sus propias orejas—. Si quieres escuchar música, puedo reproducirla para ti.
Animadamente, Shi Shanyan lo apoyó y dijo:
—Escuchémosla.
El pequeño robot se silenció. Cinco segundos después, Shi Shanyan y Yan Junxun escucharon el sonido de la lluvia. El sonido húmedo y denso empapaba sus oídos y hacía que la piel debajo de la camisa de Yan Junxun cosquilleara con alarma. Realmente era incapaz de adaptarse a tal ambiente húmedo, pero el sonido de la lluvia era persistente. Tamborileaba sobre el lago y cubría las corrientes. Era como la respiración de un bosque exuberante. Este era un sonido que se destinaba para ayudar a dormir –una canción de cuna.
El pequeño robot solo seleccionaría y trasmitiría la música que había reproducido en bucle por el mayor número de veces. Esto indicaba que, con frecuencia, Huo Qingjun necesitaba el sonido de la lluvia para dormir. Parecía que quería mojar su propio cuerpo en esta habitación sombría y húmeda hasta enmohecerse. Había luchado por mantener su existencia en esta grieta remota y en mal estado. No había flama ni sol en su vida, tan solo la lluvia.
—Apágalo —Yan Junxun se dio la vuelta súbitamente.
No se sentía muy bien. Se notaba pegajoso por todas partes, como si ya estuviera recostado sobre la cama de acampar. A medida que habló, vio la esquina de la manta sobre el cuerpo del pequeño robot. Huo Qingjun lo había cubierto con ella el día en que desapareció.
Huo Qingjun lo había arropado con la manta. Quizás incluso había acariciado su cabeza. Luego había salido con aquellos borradores sin ataduras bajo su brazo.
"Adiós, maestro."
El pequeño robot le había agitado su mano como era habitual.
Adiós, maestro.
Huo Qingjun había salido bajo el sonido de la lluvia. Posteriormente, se convirtió en los pedazos de un cuerpo desmembrado que se mojaban en el canal. Yan Junxun recordó claramente todos los detalles en la información. Era justo como lo que Shi Shanyan había mencionado. La asesina le quitó sus ropas a Huo Qingjun; realmente no sabía cómo cortar el cuerpo. Luego, lo empujó sobre el lugar donde había ejecutado a los primeros dos hombres y subyugó su cuerpo como solía hacerlo. Incluso había utilizado aquellos guantes de goma que portaba para limpiar.
Sin embargo, el instrumento contundente no cortó con suavidad y los pedazos de carne se procesaron pésimamente.
No debería ser así. Yan Junxun pensó enseguida.
Esta era su tercera víctima. Ya sabía desde dónde debía empezar, pero había manejado y eliminado el cuerpo de Huo Qingjun de la peor manera posible.
Probablemente seguía vivo en ese momento. No estaba completamente muerto. Luchó.
La respiración de Yan Juxun se volvió ligeramente urgente. El maldito sonido de la lluvia en la habitación aún estaba repiqueteando. Podía sentir la sangre salpicándose sobre su rostro. El sonido de garabateo sobre el pizarrón resonaba en su cabeza y los efectos de sonido del videojuego del hombre vecino eran como langostas irrumpiendo hacia los pensamientos de Yan Junxun. Constantemente, él cambiaba entre la pizarra y esta imagen, como si estuviera de cuclillas en un sitio de construcción viendo una película monocromática que rellenaba su cerebro entero con toda la información.
¡Qué maldito estruendo!
Yan Junxun quería levantar al hombre vecino por el cuello, golpear su cabeza sobre la mesa y apagar su videojuego.
No me molesten. ¡No me molesten, maldición!
Yan Junxun se recitó silenciosamente a sí mismo, como si estuviera apretando sus dientes.
Justo entonces, el reloj marcó las seis en punto y el sonido estremecedor y retumbante del transporte ferroviario los arrolló. La pesadez del transporte de servicio pesado ocasionó que el distrito entero temblara como si pasara precipitándose y la pila de libros debajo de la mesa de plástico se cayó completamente llana. El sonido del ferrocarril engulló todos los demás ruidos como una ola masiva rompiendo sobre ellos mientras transitaba a través del distrito.
La asesina mató a Huo Qingjun sobre la plataforma donde desmembraba los cuerpos.
Era demasiado sencillo. Ella debía haber utilizado algo más como una asistencia. No lucharía con ellos; tendría un método para incapacitarlos a defenderse.
Los temblores sacudieron a un costado la tapadera de la pluma fuente y la punta golpeó contra el grueso papel manuscrito. La tinta negra, como sangre de color oscuro, se dispersó.
La sangre de Huo Qingjun goteó por toda la plataforma, mas a la asesina no le importó. Por supuesto, no le preocupaba; siempre era lo mismo durante el desmembramiento. Tan solo estaba descontenta. Durante todos esos momentos en que cometía crímenes como un "hombre", nunca había encontrado resistencia. Esta era la primera ocasión. Debía enseñarle una lección a Huo Qingjun.
Solamente las partes del cuerpo de Huo Qingjun habían sido masticadas por los perros.
• ✦ •
Chen Xiulian identificó minuciosamente a la mosca en el rincón. No quería matar inocentes de manera indiscriminada, por lo que le arrancó las alas con gentileza y la sacó de la máquina de molienda.
La mosca se desplomó en el suelo rígidamente, muerta desde hace mucho tiempo.
—Tenemos tan poca lluvia este mes —Yang Yu se quitó los guantes de goma sobre sus manos y se abanicó con ellas—. Es tan caluroso que ni siquiera podemos salir de casa. Mi hijo es muy mimado y malcriado. Sigue gritando por el calor durante todo el día. Este mes, ni siquiera ha dejado la casa en búsqueda de trabajo.
Chen Xiulian se enderezó en su asiento y miró hacia afuera del cristal a los camiones transportistas de coque que ingresaban al recinto, diciendo:
—No te molestes por él. Déjalo ganar su propio dinero y comida.
Yang Yu limpió el sudor de sus sienes con el dorso de su mano. Anteriormente, se había raspado dicha mano mientras trabajaba, no tuvo tiempo para molestarse por ello y, ahora, las marcas de sangre ya se habían coagulado. Estaba tan exhausta que difícilmente podía enderezar su espalda. Suspiró.
—Si yo no lo hago, entonces, ¿quién lo hará? Tener un hijo es como poseer un acreedor. Se queda en casa, no hace nada y debo mantener tanto a su esposa como a su hijo —ella miró a Chen Xiulian—. Soy tan vieja. Pronto llegará el momento en el que ya no seré capaz de hacerlo.
Chen Xiulian observó los camiones transportistas en silencio durante un instante. Eran como hormigas arrastrándose en el suelo. Ella dijo:
—No serás capaz de mantenerlo incluso si trabajas en diez lugares más.
Diariamente, Yang Yu derramaría sus quejas sobre Chen Xiulian. Su hijo había tomado un trabajo conduciendo un camión transportista de coque a principios del año, pero renunció en cuanto llegó el verano. Se recostaba en casa jugando videojuegos durante todo el día, llamando a su madre cuando tenía hambre. Incluso mientras su esposa estaba en labor de parto y casi se desmayó por el dolor en casa, él aún había podido sentarse quieto enfrente de su videojuego.
—Mi vida es tan dura. Mi esposo fue un hombre de vida corta y mi hijo es un bribón que me sobrecarga. Ya tengo más de cincuenta años y aún debo limpiar los baños de los demás. —Mientras más hablaba Yang Yu, más agraviada se sentía. Apresuradamente, limpió sus ojos con su mano—. Él se molesta cuando lo regaño y es muy exigente. Ni siquiera su esposa se atreve a decirle una palabra. Si tan solo estuviera de acuerdo con algunas oraciones, tendría que sufrir una paliza.
—¿Tu nuera no acaba de dar a luz?
—Oh, no, a él no le importan esas cosas cuando está borracho. —Había un poco de polvo atrapado, que aún no había limpiado, en las patas de gallo en el rabillo de los ojos de Yang Yu. Ella sorbió por la nariz—. Incluso permito que su esposa duerma conmigo por la noche.
Chen Xiulian no pronunció ni una palabra.
Luego de un tiempo, Yang Yu se levantó y dijo:
—Este caso del vecindario Puli es realmente escalofriante. Afortunadamente para nosotras, nunca hemos estado ahí para trabajar. Quién sabe cuándo serán capaces de atrapar al perpetrador. Hoy, la Oficina de Inspección vino a "Limpieza a Tiempo" para revisar el registro del personal y la asistencia, causando un completo retraso. Yo aún no terminé mi trabajo en ese extremo. Ahora iré hacia allá y empacaré. Espérame un momento. Nos iremos juntas.
Chen Xiulian asintió su cabeza y observó mientras Yang Yu se alejaba en la distancia. Durante el atardecer, no había demasiadas personas en la zona interior de descanso. En este momento, todos los conductores habían esperado afuera para calcular, con el registrador de la sala de peso, el número de viajes redondos que habían realizado por el transporte de coque. Ella ya había contado los suyos antes de comer.
Chen Xiulian pulsó su propia pantalla ligera para abrirla. La página estaba estacionada en las transmisiones de las noticias en tiempo real de Liu Chen.
Constantemente, Liu Chen seguía el rastro del proceso de la investigación de la Oficina de Inspección. Jiang Lian no había llegado a un acuerdo previo con él, así que, hoy, había dedicado la página de inicio a criticar la actitud de la Oficina de Inspección. Todos los mensajes debajo eran muy exaltados. Sin querer verlos, Chen Xiulian entró a la sala de chat de los fanáticos de Liu Chen, donde los casos eran discutidos acaloradamente en el momento.
Nieve de Mayo: 【 El caso será resuelto. 】
Ferry: 【 ¿? ¿Qué noticias internas tienes? 】
Nieve de Mayo: 【 Hay un profesional en perfiles dentro de la Oficina de Inspección que se especializa en tratar con este caso. 】
Medios Profesionales de Vanguardia Liu Chen: 【 Oh, eso es lo que escuché también. Pero, hasta ahora, nadie ha divulgado el nombre de este profesional. ¿Lo conoces? Puedo pagarte. 】
Nieve de Mayo no dijo nada. Parecía estar considerando los pros y contras. Luego de unos minutos, tipeó: 【 Tenemos un poco de historia. No me atrevo a discutirlo por aquí. ¿El reportero Liu crearía una reunión? Puedo darte la información gratis. 】
Liu Chen no respondió. Muy probablemente se habían ido al chat privado.
Chen Xiulian nunca había mencionado una palabra por aquí. A ella realmente no le agradaba chatear con extraños. Eso era algo que su esposo amaba hacer. Tampoco le importaba quién era el experto de la Oficina de Inspección. Simplemente quería escuchar los vítores y aplausos.
—Jódete —la voz de su esposo, He Zhiguo, sonó en su oído nuevamente. Parecía que estuviera gritando justo en la oreja de Chen Xiulian—. ¡Estás en problemas! ¡Solo espera que te atrapen!
Chen Xiulian frunció sus labios firmemente.
—Apresúrate y mata a todos los perros. La casa entera apesta tan mal que estoy a punto de sofocarme hasta la muerte —las manchas de la saliva de He Zhiguo casi estaban rociándose sobre el rostro de Chen Xiulian—. Antes, te he dicho por mucho maldito tiempo que los arrojaras dentro de la caldera, ¡pero justo debías alimentar a esos perros!
—Cállate. —Los rasgos faciales de Chen Xiulian lucían levemente salvajes mientras repetía con un tono silencioso—: ¡Cierra la maldita boca!
Su sombra en el suelo estaba completamente solitaria y desolada.
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Notas de Ada:
No sé si ya enloquecí, pero Shi Shanyan me parece UN AMOR cuando hace esa clase de cosas como hablarle al robot... y ser un lindo... y ser insoportable con Junxun.
PD: ¿¡quién es Nieve de Mayo!? D:
PD2: FELIZ AÑOOOO, como ya lo dije en Wushuang, sé que nadie lo está leyendo ahorita pero igual tenía que decirlo. Espero que este año esté lleno de bendiciones (no precisamente de las que caminan) y que nos llenen de cosas bonitas como, por ejemplo, tODOS LOS DONGHUAS Y DRAMAS QUE SE VIENEN. Gracias, 2021.