Logan:
Estamos en mi casa con Cris, el es el mejor amigo de mi mamá desde la secundaria. Cuando ella se fue a estudiar a Hardvard, mi papá se acercó mucho a Cris y se volvieron amigos.
El y Mack tuvieron una hija la cual es mi peque. A nosotros nos criaron como hermanos o primos. Prometí un día a mis papas, a sus papas, a ella y a mi mismo protegerla con mi vida.
Estamos cenando mi comida preferida, lasaña. Mientras nos recuerdan a mi y a hanna situaciones vergonzosas sobre nuestra infancia.
- Me acuerdo cuando Hanna tuvo su primer novio, Logan no los dejaba solos un segundo - empieza a decir mi mamá - despues cuando terminaron y Hanna estaba mal, el fue con el chico y a Logan lo suspendieron por una semana
- Ustedes saben que cumplo mis promesas - digo tranquilo
- Hora de los regalos - dice mi papá desde el living
Nos paramos todos y nos dirigimos haci donde esta mi papá. Empezamos a intercambiar los regalos. Amo la sonrisa que se le forma a Hanna cuando ve que le regale, mientras tanto tengo a sus padres avecinandome.
-Nosotros se los prohibimos y vos se lo regalas - dice Cris
-Haria cualquier cosa por ver a mi peque feliz - digo sonriendo
-Si no te conociera bien diría que te gusta ella - tanto Hanna como yo hacemos una cara de asco
-Gracias - dice agarrando al gatito
-No es por nada - digo y ella se acerca a abrazarme
Después de unos minutos llega Erick y Henry. Nos quedamos los tres y Hanna en el jardín de mi casa. Nosotros estamos juntos, como amigos desde hace más de cinco años.
Hace un año empezamos a juntarnos después d ellas doce. Cuando nuestras familia se van a dormir. Hacemos un amigo invisible. No cambiaría a mis amigos por nada en el mundo. Solo falta una sola persona, que me haría muy feliz si estuviera.
Gia:
Estoy con mis padres por videollamada. Si pensaban que por ser navidad se tomarían un vuelo hasta mi casa, se equivocan.
Yo siempre supe que no era su favorita pero desde hace tres meses, lo tengo más que claro. Están menos tiempo de lo que antes estaban. Ellos me dicen que tienen que cortar por lo que subo a mi cuarto.
Mis padres por envio me enviaron regalos. Son gente que creen que pueden comprar su ausencia a cambio de regalos. Lo que no entienden es que el cariño de los padres no se recompensa con nada en el mundo.
Me pongo a ver mi pobre angelito, al igual que hacía todas las noches, con mi hermano. Agarro una foto que tengo de el en mi mesa de luz y me la acerco al pecho.
Los recuerdos llenan mi cabeza. Nuestra navidades de pequeños, cuando todo era como en los cuentos. La familia unida y perfecta. Pero eso se acabó cuando el no está más en la casa.
El sueño me vence y mis ojos se cierran de a poco.