Zoe Rodríguez
Llevo tres días recibiendo miradas de todo tipo, de sorpresa o de pena, entre mis amigos solo se hablaba de ese tema. Jordan fue el que me vio a buscar al pequeño teatro, Rocío le había llamado, cuando me vio tan mal en vez de preguntar se abrazó a mí.
Desde ese momento, no se separó de mí en ningún momento. Pero ayer fue el peor día, estábamos planeando ir a verlo por los conductos cuando escuchamos gritos de abajo.
Intenté ir hasta la puerta, pero había los militares protegiéndola, desde el otro día las cosas se habían puesto peor. Antes nos dejaban estar por todas partes, ahora tienes que tener un permiso del profesor que este en tu clase para poder salir.
Jordan intentaba parecer fuerte, muchas noches le pillé llorando, la primera noche le dejé, pero anoche le abracé muy fuertemente. Necesitábamos los dos ese abrazo.
Rocío y Alberto han estado viniendo por las mañanas para ver como estaba, me extrañó que mi grupo de amigos no vinieran a ver como estábamos, aunque si los vi ayer consolando también a Natalia.
Ahí me vi cuenta de que no me querían, solo querían a Natalia, sin embargo, no sé porque Natalia estaba llorando, era ella quien había hecho todo esto.
Ella era de las pocas personas que sabía que estaba con Isaac, a Jordan lo descarté enseguida, es su hermano y por muy cabreado que esté con nosotros, no haría algo así.
Luego estaban Rocío y Alberto, pero tampoco podrían ser ellos. Se enteraron a la vez que todos, Rocío sabía que había estado en los conductos, pero no sabía con quién.
Y luego estaba Natalia, ella estaba muy cabreada porque yo esté saliendo con él, además tanto Jordan como Isaac decían que estaba loca y razón no les faltaba.
No sé con qué propósito lo ha hecho, pero ya me estaba cabreando y esta vez no me quedaré callada.
Fui hasta donde se encontraba Jordan, estaba hecho un ovillo en la cama, miraba al suelo, aunque estaba perdido en su cabeza.
Para no alarmarle mucho, le toqué suavemente el brazo, Jordan levantó enseguida la mirada, tenía los ojos rojos, seguramente de tanto llorar.
-Creo saber quién ha sido.
-Zoe no sigas con eso, no quiero que te pase algo a ti también. - Se le escuchaba cansado.
-No, escúchame un momento, luego si quieres lo dejamos pasar, además no me va a pasar nada malo. - Intenté animarlo.
-Bien, cuéntame. - Se sentó mirándome.
No me gustaba verlo decaído, nunca le había visto llorar y ya llevaba dos días así. Yo también estaría así si fuera mi hermano. Aunque yo tampoco es que estuviera feliz por que hayan encerrado a Isaac.
-Creo que ha sido Natalia.
-Zoe no tienes pruebas de que ha sido ella.
-Jordan piensa un poco, solo lo conocíais dos personas, tú y ella, sé perfectamente que no harías eso porque es tu hermano, pero ¿Natalia? Me odia, por según ella robarle a Isaac, ¿crees que si no tuviera oportunidad no lo hubiera hecho? Además, las lágrimas que soltó ayer, no se las cree nadie. - A estas alturas estaba muy enfadada. Sentía como el cabreo se instalaba en mi alma.
- ¿Y qué piensas hacer? ¿Crees que no te van a parar los pies los demás? Ya han dado su verdadera cara, prefieren apoyar a esa loca antes que a nosotros.
-Llevas razón, pero ahí es donde entras tú en el plan. - Jordan extrañado frunció el ceño.
- ¿Cuándo he dicho que yo entraba en el plan?
- Ahora mismo.
Jordan rodó los ojos, pero acabó aceptando.
-Bien, ¿Cuál es el plan?
- Tu distraes a los chicos y mientras yo hablo con Natalia. - Sonreí exageradamente.
- ¿Y cómo los distraigo? Que yo sepa no son tontos.
-No sé, invéntate algo, lo que sea, pero tienes que mantenerlos distraídos hasta que veas que vengo otra vez a clase.
-Estas muy mal de la cabeza por hacer algo así, pero vale.
[. . .]
Había pasado media hora desde que Jordan y yo terminamos de planear todo, diez minutos desde que se fue.
Estaba preparada.
Entré a la clase donde estaba Natalia, estaba en ese momento sola, Jordan había hecho un buen trabajo. Estaba sentada mirando a la nieve. Tenía cara de haber llorado, no me creí esas lágrimas de cocodrilo. Nunca le ha querido, simplemente tiene una obsesión por él.
- ¿Qué tal si dejas de llorar? Nadie se cree esas lágrimas. -Natalia giró por completo la cabeza.
-Déjame pasar mi luto sola.
-Me gustaría ver quien ha muerto, para mandarle flores cuando salgamos.
-Te crees muy graciosa, ¿no? ¿No oíste los gritos de dolor de mi querido Isaac? ¿Tan poco te importa?
Me eché a reír a carcajadas.
-Pues claro que los oí, pero no sé porque estas llorando cuando fuiste tú quien se lo dijo a los militares.
Natalia se levantó poniendo cara de confusión.
- ¿Cómo? No tienes pruebas de que he sido yo.
-Pues claro que tengo pruebas. Por ejemplo, nos odias, odias que nosotros estemos juntos, el día que se lo llevaron nos ponías caras de enfado y te enfado más de que viniera a verme a mí que a ti. ¿Tanto odio nos tienes, que quieres arruinar nuestra relación? ¿No quieres ver feliz a Isaac? de mí no hablo, porque no has sido nunca mi amiga. - Para este entonces la que lloraba era yo, me dolía lo que había hecho. - Pero si es lo que querías, enhorabuena, si Isaac no ha muerto por lo que le hayan hecho los militares, le faltará poco. Espero que lleves esto en tu consciencia. Espero que lleves grabado en tu mente que has matado a una persona inocente.
-Si hubiera sido yo, hubiera hecho que te arrestaran a ti, no a él, ¿no crees? Te odio a ti, tú fuiste la causante de que él se haya enamorado de ti, de que me lo hayas robado. - Tenia uno de sus dedos apuntándome.
-Isaac piensa por el solo y tiene sentimientos, él es dueño de eso, no tiene por qué tener a una loca pegada a él. Tente un poco de amor propio y no te obsesiones por chicos que no sienten nada por ti, hay muchos chicos que seguramente se morirían por ti.
< ¿Y tú tienes que ir a por un chico que no te quiere? Deberías respetar las relaciones ajenas, porque lo que estás haciendo no es de una persona cuerda, sino de una lunática.>
Dicho todo esto, me fui. Ya estaba llorando a mares cuando me fui, rápidamente llegué a clase, Jordan todavía no había llegado, pero Rocío si estaba ahí.
Cuando me vio llegar a su lado, no esperó y se abalanzó a mis brazos, yo seguía llorando mientras que Rocío me consolaba.
[. . .]
A la media hora de estar con Rocío, llegó Jordan. Se le veía más feliz que estos días. Rocío cuando vio la cara de alegría de Jordan se fue diciendo que tenía que hablar con una amiga.
- ¿Y esa cara de felicidad? - Me sequé un poco la cara, seguramente tendría la cara roja de tanto llorar.
Jordan me abrazó.
-Isaac sigue vivo, mañana voy a verle. - Me quedé sorprendida, volví a llorar, pero de alegría.
-Voy contigo mañana.
-No, me lo han dicho los militares. Si no sabes que yo te llevaría, pero como te dije hace un rato, no quiero que te pase nada malo, eres como mi hermana y mi cuñada. – Nos echamos a reír.
Era bueno tener todavía un amigo para mí, nuestro grupo nos había dejado de lado, sin embargo, seguíamos juntos y gracias a Isaac más unidos que nunca.
-Por cierto, no te he preguntado, ¿Qué tal ha salido las cosas con Natalia?. - Ahora estaba mejor que antes y eso es muy bueno para él, no me gustó verlo tan deprimido, era como si no fuera él.
-Cuando la vi, estaba llorando, según ella porque está de luto. La pregunté porque ha hecho lo que ha hecho y ella como siempre culpándome de enamorar a Isaac, la he dejado las cosas claras. Y la he vuelto a llamar lunática. - Jordan levantó la mano para que se la chocara. Sin dudarlo lo hice.
-Esa es mi cuñada, me gusta que defiendas a Isaac, pero conociendo a Natalia también ha intentado atacarte. - Asentí.
Mientras hablamos se me ocurrió una idea, mañana Jordan vería a Isaac, sería la ocasión perfecta para que pudiera mandarle una carta de mi parte.
-Jordan, ¿te puedo pedir un favor?
-Claro, dime.
-Voy a escribir una carta para Isaac, por si luego de todo esto no le veo, ¿podrías dársela mañana? - Jordan pareció dudar, pero luego asintió.
-Podrías dársela tu misma el día que salgamos, pero vale yo se la daré.
Me puse manos a la obra, nunca había escrito una carta tan emotiva como esta, ni siquiera cuando iba a escribir la carta para mis familiares.
Jordan se encargaba de hacer el sobre mientras que yo escribía, se podía ver como muchas lágrimas acababan en el papel, pero eso no importaba.
Cuando terminé la carta, Jordan quiso leerla, por lo que se la di. Cuando Jordan terminó de leerla, me abrazó muy fuertemente.
-Isaac tiene suerte de tenerte como su novia y tú tienes mucha suerte de tenerle. -Dicho esto me vio un beso en la frente y metimos la carta en el sobre.
Espero que pueda leerla y que le guste, había dejado mi corazón en esa carta sin quererlo, pero no me arrepentía de todas las cosas que le había puesto.
Puse su nombre con un corazón, sé que era muy cursi eso, pero Isaac me había hecho cursi y no me arrepiento de ser cursi con él.