Sensei!!! (Yaribu X Male!reader)

Itsuki Shikatani

Narro yo:

La relación  entre Tn y Shikatani iba muy bien ¿y como no? Shikatani había encontrado al chico perfecto para él. El de cabellos morados era un masoquista y su novio era un sádico. La combinación perfecta.

Y el sexo no les faltaba. Tenían hasta un cuarto rojo para todas sus perversidades. Shikatani era dueño de una tienda de juguetes y ropa sexuales en conjunto con Yuri quien por lo general se llevaba los vibradores. Así que la calidad de los productos era verificada de primera mano por los dueños de la tienda. Tn, por otro lado, era entrenador personal de diferentes idols.

Ambos tenían mucho tiempo libre y lo aprovechaban al máximo.

Shikatani: cariño, traje algunos juguetes que tengo que probar para la venta.

Tn: Interesante.–sonríe-

Shikatani: espera un poco, iré a probar algo.

Minutos después Shikatani volvió a la sala llevando solo un arnés corporal que dejaba ver todo.

Shikatani: es cómodo.

Tn: y muy sexy. Vamos a la habitación, llevaré la caja.

En cuestión de segundos Ya estaban en la habitación fundiéndose en un beso desesperado. Shikatani quitaba la camisa de Tn. Mientras este masajeaba sus muslos y su trasero, sacándole pequeños gemidos.

Llegando a la cama, Tn recostó al peli morado boca abajo.

Tn: Veo que los juguetes de hoy son algo... interesantes.

Bastaron segundos para que Shikatani tuviera puestas unas esposas, una cinta en sus ojos y una correa.

Shikatani: Pero no veo.

Tn: ese es el objetivo de la cinta, mi vida.

(Soy nueva en esto de editar, así que prometo mejorar)

Narra Shikatani:

Mi visión era nula, pero mis otros sentidos parecían haberse multiplicado al mil. Podía escuchar a Tn caminando a un lado de la habitación. Escuchaba como buscaba entre los juguetes de la caja hasta escuchar un curioso "uuh"

Mi respiración estaba agitada, no sabía que se le podía ocurrir a Tn. Sentí la yema de sus dedos pasar por mi trasero hasta llegar a mi entrada.

Shikatani: ¿qu-que haces?

Tn: ya lo verás.

Sentí sus labios sobre la piel de mi cuello, comenzando a besar y lamer, bajando por el centro de mi espada hasta llegar al inicio de mi trasero.

Algo esférico y frío se posó sobre mi entrada y empezó a entrar en mi, luego tres esferas más le siguieron.

Tn: esto te gustará.

Shikatani: AH~!

Maldición, esas esferas habían comenzado a vibrar en mi interior, era perfecto. La risa de Tn ante mi actual situación llegó a mis oídos. Su risa es hermosa.

Tn: arrodillate.

Cada movimiento era una tortura de placer, hasta lograr arrodillarme. Algo cálido se posó sobre mis labios. No sabía que era.

Tn: lamelo.

Ahora sí se que es, lentamente comencé a lamer el miembro de Tn, sintiéndolo duro ante las caricias de mi boca. Me alejé por unos segundos hasta sentir como tiraba de la correa en mi cuello, acercándome nuevamente a su pene.

Pasado un rato, me hizo acostarme en la cama, nuevamente lo escuché dirigirse a la caja de juguetes y volver a buscar, para acercarse a mi.

Tn: que tal va tu prueba de productos.

Shikatani: maravillosa.

El suave tacto de unas plumas hizo contacto con mi piel haciéndome estremecer. Pasaba el objeto por mis muslos, subiendo por mi miembro, avanzando hasta mi abdomen, pasando por mis tetillas y volviendo a realizar el mismo recorrido. El artefacto pasaba constantemente por mi miembro provocando que en poco tiempo me corriera, manchando mi abdomen.

Shikatani: Tn, qui-quiero tocarte. Quita ah! Qu-quita las e-espo-sas.

Tn: ¿me montas?

Shikatani: bien, pe-pero sueltame.

Tn: a tus órdenes.

Comenzó a quitar las esposas mientras besaba y lamia mi torso y cuello, sacando leves gemidos de mi.

Mi albino se sentó en la cama y tiró de la correa aún atada a mi cuello para hacerme sentar a horcajadas sobre él. Quitó las bolas chinas de mi interior y tomó su miembro, colocando la punta en mi entrada. No podía aguantar más y me dejé caer de senton sobre su miembro haciéndolo entrar de forma agresiva.

Sus manos se posaron sobre mis nalgas ayudándome a moverme, nalgueando cada tanto. Seguramente mi trasero ya estaba marcado, lo sentía arder y sus dedos estaban marcados sobre mis piernas.

No podía detener mis gemidos, el miembro de Tn es muy grande y nunca he podido acostumbrarme del todo a el y eso me encanta. Las embestidas se hicieron más rudas y profundas, y por consecuente Tn llegó a ese punto de placer en mi cuerpo, donde sonriente siguió embistiendo. Mis paredes se contraían apretando el miembro de mi novio, produciendo que ambos nos corrieramos.

Shikatani: ¿po-podemos s-seguir?

Tn: claro que si cariño.

Shikatani: probemos el látigo de cuero ¿si? Lo estoy esperando desde que llegó esta mañana.

Tn: tus deseos son órdenes. Ahora... ponte en cuatro.

Haciendo caso a su pedido me coloqué en cuatro mientras él sacaba el látigo de la caja y se acercaba a mi.

Tn: voy a entrar.

De una estocada entró nuevamente y comenzó a embestir, sentí un fuerte golpe en mi trasero, pero no era su mano. Había utilizado el látigo. Siguió con los latigazos en mi espalda y trasero.

Me sujetó fuertemente por las caderas y comenzó a embestir mucho más rápido. El choque de nuestros cuerpos podía escucharse por toda la habitación, mis gemidos y los gruñidos de Tn en sintonía eran tan excitantes.

Y nuevamente llegó a ese punto, jodido Dios del sexo tenía dentro mío. Sin aguantar mucho más, por segunda vez en la noche volví a correrme, esta vez sobre las sábanas rojas que permanecían en la cama. Sentí como el cálido fluido de Tn se liberaba dentro de mi para segundos después salir de mi interior.

Tn: Vamos a ducharnos y luego a dormir ¿si? –levantándose–

Shikatani: bien.–sin poder pararse–

Tn: ¿por qué no te levantas bebé?

Shikatani: Cre-creo que no puedo, fuiste algo brusco.–sonrojado–

Tn: lo siento mucho.–besando mi espalda– yo te ayudaré hasta que mejores. Te quitaré esto.

Comenzó a sacar la cinta de mis ojos y la correa de mi cuello, para luego besar mis párpados, mu cuello y mis labios.

Tn: te amo.

Shikatani: yo también te amo, mi Tn.

(Me pasé 12 minutos, lo siento) :3