Capitulo 2

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-Te llamo luego, también te quiero.- Corté la llamada de mi madre diaria y estaba lista para el almuerzo. Agarré mi bolso y me dirigí al ascensor con los ojos en el celular. La semana pasó rápido, tuve muchas juntas ya que estamos por sacar la nueva temporada y eso hace que el tiempo vuele.

Al llegar a la recepción guarde el celular en mi bolso y me propuse estar una hora sin el dispositivo, agregue a mi lista mental comprar unos lentes antes de que se me friten los ojos.

-Buen fin de semana para todos ¡Descansen! .- Dije en voz alta saliendo con una sonrisa de mi empresa. Todos respondieron al unísono devolviéndome el saludo.

-¡Srita. Wilson, aguarde! .- La voz de Olivia, mi secretaria, me hizo frenar en la puerta. Vino corriendo para alcanzarme a tiempo, miró su IPod y me continuó hablado- Necesito recordarle que su vestido ya esta listo en su departamento y la fiesta inicia a las 8.- Me mira antes de continuar.- Y su cita la pasará a buscar a las 7:30.

-Diablos, cierto.- Maldecí, había olvidado por completo que tenía que llevar acompañante.- como se llamaba ese muchacho?.- Suspiré profundamente.

-Nathaniel de la editorial Crumble.- Respondió Olivia con toda seguridad. Me quedé en silencio unos segundos y la miré.

-Gracias Olivia, nos vemos la semana que viene.- Ella me devolvió el saludo y se fue hacia su escritorio. >>Mierda, mierda, mierda<< Todo el viaje hasta mi departamento maldecí por la cita arreglada de hoy a la noche. Necesitaba enfocarme en los sponsors de hoy a la noche, no en quedar bien para un muchacho.

-Llegamos srita. Wilson.- Alonso salió del vehículo y me abrió la puerta para que bajara.- Tengo indicaciones de que esta noche no la llevaré a la fiesta, es verdad?.- Me preguntó serio, bueno..., él siempre estaba serio.

-Si Alonso, tomate la noche libre, gracias.- Le sonreí y el asintió para volver al coche. Un hombre de pocas palabras.

Agarré las llaves de mi bolso pero antes de entrar miré hacia atrás. Había sentido algo, como si alguien me mirara. Me dio un escalofrió pero no le di importancia y entré. Mi perro se abalanzó sobre mi para saludarme.

-Hola Max, hola bebé.- Le decía mientras acariciaba a mi golden retriever que estaba súper emocionado por mi llegada. Le serví alimento y me preparé una ensalada.


Miré el reloj, 5 de la tarde, diablos. Me apresuré a ducharme. Al salir me seque el pelo y lo agarre con una hebilla llena de brillos de costado, retoqué mis ondas naturales con la bucleadora y quedaron impecables. Para el maquillaje opté por un smokey eyes y labios bordó para hacer juego con mi espléndido vestido. Este fue diseñado especialmente para mí ya que hoy era una noche importante y necesitaba estar deslumbrante. 

Se hicieron las 7:20 y yo ya estaba lista, me apliqué perfume y me senté en el sillón esperando a Nathaniel

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Se hicieron las 7:20 y yo ya estaba lista, me apliqué perfume y me senté en el sillón esperando a Nathaniel. >>¿En que me metí? Dios mío<< pensaba mientras esperaba y me tapé la cara con las manos. >>Para qué acepté hacer esto?<<. *DING DONG* El timbre me hizo sobresaltar y corrí a responder.

-Srita. Wilson vengo a recogerla para la gala.-Dijo una voz masculina.

-Ya mismo bajo.- Dije con la voz tranquila pero eso era lo que menos estaba en este momento. Agarre mi pequeña cartera, saludé a Max y salí. Una limusina negra brillante estaba aparcada frente a mi apartamento. Era impresionante. Un hombre vestido de un elegante traje levantó la mano haciéndome una seña.

-Buenas noches srita. Wilson, seré su chofer esta noche.- Asintió con la cabeza como gesto de saludo y se alejó. Detrás de él la puerta se abrió y un muchacho bajó, claramente era Nathaniel. Su cabello rubio estaba perfectamente peinado con gel y lucia un traje azul marino impecable.

-Hola Francesca, mi nombre es Nathaniel.- Agarró mi mano y le dio un beso delicado.- Tengo entendido que somos una especie de cita a ciegas esta noche.- Soltó una risa dejando ver sus dientes blancos.

-Hola Nathaniel, un gusto.- Le devolví la sonrisa.- Es mi primera cita a ciegas asique perdóname si estoy un poco oxidada.- Me volvió a sonreír y tomó delicadamente mi cintura.

-Te escolto al auto.- Asentí y caminamos hacia la puerta donde la abrió y yo ingrese en esa enorme limusina. El interior era incluso mas increíble. Había mesa con champagne, copas y luces diminutas por todo el techo como si fueran estrellas. Se deslizó con elegancia junto a mi.- Charles ya podemos ir.- Dijo con una voz pacífica.

-Que hermoso es.- Dije sin pensar lo tonta que sonaría, me puse roja de inmediato.-El auto, me refería al auto...- Y el sonrió nuevamente comprensivo.

-Gracias Franchesca me gusta tener lo mejor.- Se acercó a la mista y me ofreció una copa de Champagne.- Gustas?.- Asentí y me entregó una pequeña copa de cristal con borde dorado.

-Delicioso.- Dije al mojar los labios. El me sonrió y tomo un sorbo.- Así que eres el director de Crumble, muy interesante.- Comencé la conversación.- Hace mucho trabajas allí?

-Hace unos 4 años, doy mi vida por esa editorial.- Apoyó la copa en la mesa y se acomodó en el asiento.- Y sé que eres la CEO de HolyGlam, es increíble.- Me sonrojé y comencé a jugar con mi copa.

-Sí, siempre fue mi sueño poder lograr hacer mi marca de cosméticos y aquí estoy, viviendo el sueño.- Lo miré fijo a los ojos, eran de un celeste mar que te hacían perder.

-Me imagino, pero hoy no hablemos de trabajo, será para otra ocasión.- Me retiró la copa vacía de la mano.- Que te parece si me cuentas sobre ti.- Me removí incomoda en el asiento.

-No hay mucho que contar.- Comencé a jugar con mis dedos.- Tengo un perro.- Soltó una carcajada.

-No creo que alguien tan extraordinaria como Franchesca Wilson no tengo una historia que contar.- Su mano se acercó a mi cara lentamente y me colocó un mechón de pelo rebelde detrás de la oreja. Pude apreciar su perfume, muy dulce e intenso.

-Bueno, mi familia siempre fue humilde. Mis padres vivían para mantenerme a mi y a mi hermana.

-Tienes una hermana mayor?.- Me sirvió otra copa de champagne.

-No, Mia es menor tiene actualmente 17. Nos llevamos 9 años de diferencia pero muchas veces ella parecía la mayor.- Sonreí al recordarla.

-Y donde está ella ahora?.- Me preguntó sin quitarme la vista la cual me ponía nerviosa.

-Con mi madre en Florida, ellas viven ahí hace tiempo ya. Me mude aquí a Nueva York cuando se me presentó la oportunidad de poder hacer crecer mi empresa.- Tome un trago y coloque mi copa vacía en la mesa. El calor del alcohol lentamente iban subiendo.- Y ahora vivo aquí con Max mi perro, es una vida solitaria pero es buena.- Me regaló otra sonrisa.

-Y tu padre?.- Mi cara se empalideció al oír esa pregunta. No hablo de mi padre, no lo quiero siquiera recordar.

-Eh bueno.- Titubee y comencé a ponerme nerviosa. En el momento justo se abrió la ventana que dividía al chofer de nosotros.

-Llegamos a la gala.- Dijo Charles y la cerró nuevamente.

-Bien, aguárdame.- Dijo Nathaniel y bajó. Unos segundos después se encontraba abriendo mi puerta para que yo pudiera salí. Me extendió su mano y con gusto la tomé.- ¿Lista?.

-Si, vamos.- Comenzamos a caminar juntos hasta las escleras altas que nos llevaban al gran salón. Algo me despistó, unos hombres encapuchados de negro me comenzaron a mirar, no se distinguían sus rostros pero sentía sus miradas fijas en mí >>Hoy estoy paranoica, deben ser los nervios. Concéntrate<< Me dije a mi misma y no presté más atención aunque debería haberlo hecho.

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⏰ Last updated: Dec 23, 2020 ⏰

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