❍ Es la historia que trata sobre la vida adolescente que viven estos paises latinoamericanos, pero en quien se va a centrar esta historia es de un país sudamericano; Chile.
Chismes por aquí, por allá, pareciera que nadie se calla, pero este país ten...
Luego de que la única chica del grupo se sintiera mal, los otros adolescentes deciden hacerle un día especial a esta.
Y aunque en un inicio es risa y diversión, como suele serlo mayormente, de nuevo surge la extraña situación sexual entre los dos muchachos, Chile y México, quienes fueron atrapados por Uruguay apunto de cometer el acto.
—Cristo los odia —fue lo que dijo al verlos.
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—Uruuu —decía México mientras trataba de subirse el cierre del pantalón disimuladamente—, que bueno es ver que te lavas los dientes.
El sureño quedó extrañado. Y es que de todo lo que le podía decir, ¿le dijo que le alegraba que se lavara los dientes?
El bicolor les mostró la palma de su mano para indicarles que lo esperarán un poco, tenía que terminar de cepillarse sus dientes pues no deseaba hablar cuando tenía aquella extraña espuma en la boca. Así que lo que más rápido que pudo lo hizo.
—Me alegra no haber estado cagando, ¿se imaginan lo incómodo que sería estar apunto de tener sexo y encontrarte una persona cagando?
El mexicano se iba a empezar a reír de su pequeño chiste, pero al sentir como su amigo lo golpeaba con el codo y luego le negaba con la cabeza, se retracto de lo que iba hacer.
Entonces, Uruguay al no ver la respuesta que deseaba, puso los ojos en blanco y tomó una postura seria, algo que intimidó bastante a los otros, pues se habían acostumbrado a verlo como alguien jocundo. Pero al bicolor no le importaba en lo absoluto lo que piensen de él, estaba más ocupado pensando en qué hacer con el par de idiotas.
Y aún teniendo esa fría mirada, cuando ya tenía planeado qué hacer, estiró su brazo hacia ellos para enseñarle su mano abierta.
—Si no querés que abra la boca —miró cuidadosamente a Chile, siendo el siguiente el mexicano—, un poco de dinero no vendría mal.
Al apenas oír eso, desesperadamente ambos empezaron a revisar los bolsillo de su uniforme para encontrar así incluso la moneda más pequeña que tenían. Todo servía, y estaban seguro que si no le daban todo al uruguayo, no iba a dudar en darle la noticia a todos. ¿Que toda la escuela sepa que Chile le había puesto los cuernos Argentina con México? Sería un total infierno para ellos.
Al vaciar todo lugar donde podrían traer consigo dinero, el del pequeño sol con ambas manos sostenía lo regalado. Estaba satisfecho, le dieron más de lo creía ganar, estaba seguro que incluso era el dinero para mantenerse durante la semana. Pero bueno, "era lo que merecían" según él. Y por fin con una sonrisa, se despidió y retiró del lugar con un dulce «gracias».
Chile y México se miraron con tristeza, sentían estúpida la idea de culpar a las hormonas por esto. La culpa era de ellos mismos, y estaban conscientes de esa idea. Ya era momento de hablar al respecto, así que aprovechando que el más pequeño los había dejado a solas, podrían conversar más tranquilos.
