Te esperé desde siempre. Te busque y no te encontré. Tal vez estabas muy ocupado creando nuevas fantasías y sueños, tal vez solo dormías y no te enteraste de mi existencia. Quizás enfermaste y por eso cuando te llamé te sentiste tan indispuesto que me mostraste la espalda. O, hace mucho, muchísimo tiempo atrás moriste y no lo sabemos. O, solo estabas aburrido cuando nací.
Te esperé y nunca llegaste... Dios.
STAI LEGGENDO
Cómeme, bébeme.
SaggisticaRelatos breves y pensamientos que se lleva el viento... (Completo)