Su madre los había acostumbrado a disfrazarse, decorar la casa como si fuesen a dar una fiesta y a repartir dulces a cualquier persona que se parara en su puerta.

—Puedo llegar antes.

—No lo dije por eso—sonrió de lado—. Solo es extraño—suspiró—. Me quedaré aquí y repartiré dulces como siempre, no te preocupes.

—¿No quieres ir al hospital conmigo?

YoonOh negó con una sonrisa.

—Buenas noches, papá.

—YoonOh.

El mencionado se detuvo en las escaleras.

—No quiero que pienses que trato de dejar de lado las tradiciones de tu madre. Las cosas se dieron así.

—No lo pensé, no te preocupes.

—Está bien. Buenas noches, hijo.


Al día siguiente, YoonOh despertó sintiéndose aún triste por la ausencia de su familia en Halloween, pero no había tiempo para deprimirse. Tenía que alistarse para el trabajo, ya que, tenía una junta muy importante.

Al llegar a la oficina, saludó a todos sus compañeros, quienes le respondieron el saludo igual de efusivos. Esa tarde iban a cerrar un contrato con una marca de maquillaje muy exclusiva, por lo que todos estaban muy emocionados. Se encerró en su oficina para repasar una y otra vez su presentación.

Su jefe entró para decirle que los representantes de la marca ya estaban por llegar y que era hora. Si YoonOh cerraba ese trato, ese ascenso que había deseado desde hace años, al fin sería suyo.

Entró a la sala de juntas para preparar todo. Unos minutos después aparecieron los representantes de la marca y no pasó mucho para que YoonOh iniciase la presentación.

A la mitad de la junta, su celular sonó, así que pidió disculpas y sin mirar, declinó la llamada. El móvil sonó más de una vez y el cada vez más nervioso declinaba la llamada.

—Atienda, que puede ser una emergencia—uno de los representantes le sonrió.

—Muchas gracias—tomó la llamada y salió de la sala.


—¿Sí?

—¡Señor YoonOh! —saludó efusivo.

—Hola, Jeno—saludó más tranquilo, mientras veía hacia la sala.

—Papi nos llevará a pedir dulces y me dejó invitarlo.

Esa invitación le había caído como anillo al dedo.

—Me encantaría acompañarlos.

—Tiene que venir disfrazado.

—Solo si tú quieres, YoonOh—intervino su padre.

—Está bien—rio.

—¿Todo bien, YoonOh? —preguntó su jefe.

—Sí, enseguida voy, señor—suspiró—. Estoy en el trabajo, así que tengo que cortar, lo siento—susurró.

—No te preocupes. Perdóname tú a mí por molestar.

—No es ninguna molestia.

—YoonOh—insitió.

El joven suspiró una vez más.

—Lo lamento, hasta el viernes.

—Hasta el viernes.

—Nos vemos, Jeno.

Bizarre [JaeYong]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz