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Voten y comenteen

CELOS, PARTE 1.
3:23 p.m

Luego de estar varias horas limpiando la casa, ambos se encontraban en el sillón viendo tranquilamente la televisión. Louis apoyando un brazo por los hombros del contrario mientras que este reposaba su cabeza en el pecho de su amo.

—Se murió. — carcajea Harry refiriéndose a un personaje de la película que se encontraban viendo. Tal personaje había asesinado a una persona, pero los policías todavía no lo encontraban. 

—Pero ¿Por qué te ríes? Se acaba de morir. — habló Louis con una sonrisa en el rostro.

—Porque era el malo, encima era un hij- — se calla pensando en lo que iba a decir. Probablemente si insultaba se ganaría un castigo, y ahora no tenía ganas de eso. —era una mala persona. Se lo merecía. 

El castaño nota la forma repentina en la que el rizado se calló. Se dió cuenta que el otro insultaria, pero que se calló rápidamente para replantear la situación y cambiar la palabra antes de ser levemente castigado.

—Bien. Yo pienso que no debería haber muerto pero si llevado hacia la justicia. Me parece algo irreal que haya muerto por un leve golpe de cabeza. — cuenta su opinión al mismo tiempo que comienza a acariciar los rizos de su Sumiso.

—Obviamente que va a ser irreal. Es una película, ficción. — contesta como si fuese lo más obvio del mundo. —Señor Justicia, esto es una película no la vida real.

Ríe —Buen punto. El "Señor Justicia" — dice esto entre comillas — tiene hambre, así que se va a preparar un sándwich. ¿Querés uno?.

Harry retira la cabeza del pecho de Louis y se levanta del sillón observando como el ojiazul hace lo mismo.

—Um, sí. Te ayudo. — se dirige hacia la cocina y de la heladera saca unas rodajas de tomate y unas hojas de lechuga para comenzar a preparar el sándwich. 

El mayor va hacia un gabinete, saca el pan y lo apoya en la mesada para ir hacia Harry y agarrarlo por la cintura.

El ojiverde se sobresalta un poco al sentir las manos de su jefe en su cintura, pero se tranquiliza al sentir un toque tan suave y delicado debajo de su remera.

—Dejame ayudarte. — dice Louis al mismo tiempo que retira sus manos y vuelve a agarrar el pan.

—Bueno, amo. — habla algo nervioso y junto a Louis comienzan a preparar su comida. Cuando terminan, el castaño se acerca para depositar un beso en la boca del contrario, pero cuándo se lo iba a dar se escucha como golpean la puerta.

Ambos bufan.

—Ya voy. — grita el dueño de la casa. —Pará, después me debes un beso. 

El rizado asiente y baja su cabeza que ya estaba más roja que un tomate.

Cuando Louis está yendo a abrir la puerta, Harry lo detiene.

—Espera. Amo, enfrente de tus amigos y de Niall, ¿Lo tengo que llamar amo? — cuestiona mirando directamente a los ojos del contrario.

A Harry le daba vergüenza llamar a Louis amo enfrente de otras personas. Capaz que los otros lo juzguen o piensen mal de ellos, pero a decir verdad, los amigos de Louis no le preocupan tanto porque están en el mismo mundo que ellos, pero Niall es bastante sarcástico y jamás se queda con el pensamiento guardado. Pero bueno, él había firmado un contrato y se tendría que acostumbrar.

Se acerca lentamente. —¿Yo que soy tuyo? Harold. — pregunta al mismo tiempo que termina frente a Harry y jura que siente como sus respiraciones se combinan hasta ser una sola.

—M-mi amo. — su cara se sonroja cada vez más, si es que se puede, y agacha su cabeza por los nervios.

—Mírame cuando te hablo. — con dos dedos agarra el mentón del menor para alzarlo y ahora sí quedar cara a cara. 

La respiración del ojiverde se vuelve rápida y entrecortada.

—Si yo soy tu amo, ¿cómo debes llamarme? — mira tentadoramente los labios de su Sumiso para quedarse con las de plantearle un beso y subir su mirada a esos orbes verdes que tanto se muere por descubrir.

—Amo, —contesta afirmando y diciendo exactamente lo que Louis quiere escuchar. —l-lo debo llamar amo.

—Bien, buen chico. — acerca más a Harry con sus dedos y planta un suave y pequeño beso en sus acolchonados labios.

Se vuelve a escuchar el timbre. —Bueno, amo. Yo voy a abrir la puerta o si no sea quien sea la va a tirar. — suelta una leve risa.

—Está bien, cariño. Te espero en el sillón. — habla para soltar el mentón del secretario y separarse de él para caminar hacia el living.

Cariño, ese apodo que Harry tanto amaba.

A todo esto, el de orbes verdes va a abrir la puerta para encontrarse con uno de los invitados.

—¡Hola! — lo saluda alegremente mientras se acerca a darle un abrazo.

—¡Bebé! — grita bastante fuerte el chico que recién acaba de llegar. Gritó tan fuerte que en el living se encuentra un Louis con bastantes celos.

No es que Louis dude de la confianza y de lo fiel que sea Harry, lo que pasa es que no conoce al otro chico y no sabe las intenciones que tenga con su chico. 

—¿Cómo estás amor? — pregunta el menor separándose del abrazo y dejando pasar a su amigo. Estos dos siempre se hablaron con mucho cariño y con tiernos apodos, pero nunca hubo nada más que amistad.

—Bien, bebé. Y por cierto, el de seguridad es hermoso. Cuando me abrió el portón ese, estaba controlándome para no desmayarme al ver sus músculos. Osea, AAAAA— grita esto último.

—Um, no lo conozco. Cuando llegué, él no estaba, pero si vos decís. — dice y cierra la puerta para dirigir a su amigo hacia el living donde se encuentra Louis apretando la mandíbula, ya que se ve bastante marcada.

—Así que este es tu famoso jefe. Un gusto, soy Niall. — habla acercándose al ojiazul y estrechando una mano hacia este.

—Niall. — advierte Harry. Si el rubio no medía las palabras que salían de su boca, esto terminaría muy mal.

—Louis Tomlinson, amo de Harry. — dice en un intento de hacerle aclarar a Niall que Harry estaba con él, que este era su Sumiso. 

















Hola amoresss.

Esta vez no tardé tanto en actualizar, ahre. JAJA no me maten ❤️.

Gracias por todoo, les amoo.

-A

Tomlinson Company  •[[Larry Stylinson]]•Where stories live. Discover now