Capítulo 3

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Narra Ethel.

Me levante del escritorio para realizar todo el proceso que lleva el registro de donantes. Pero el chico se encontraba notablemente tenso y preocupado, como que si el hecho de donar lo le dejaría perplejo para toda la vida, situación que me causo mucha gracia.

Pero mi imaginación comenzó a dar marcha con tren sin frenos sobre carriles oxidados, y me preguntaba como sería verlo llegar hasta el orgasmo, como sería verlo en la donación que realizaría, y le sonreía ya que sería un espectáculo para disfrutar en grande.

El chico era un manojo de nervios, cuando entré a la habitación caminaba de un lado a otro y su tez se había puesto pálida de un momento a otro, no me explicaba porque el se encojia de nervios, no creo que donar le causara tanto estruendo o que fuera a morir con ello. La habitación era bastante amplia de paredes blancas, sin ventanas solamente una camilla con sábanas color verde lima, y el escritorio donde minutos antes estaba sentada.

Narra Calum.

Trataba de acostumbrarme a la idea de que en unos minutos mas me estarían extrayendo sangre, de manera inconsciente lleve mi mano al brazo donde posiblemente se posaría la aguja rompiendo mi piel y entrando por mis venas.

Desde que era pequeño siempre le he tenido fobia a las agujas y esto no era la excepción. Pero ya no podía arrempentirme, dejaré mi miedo a un lado y ya salir de este lío en que me he metido.

La puerta se abrió, tras ella entrando y por breves segundos sentí como la  tranquilidad volvía a mi. No sabia porque ni como pero ella parecía poseer un don para transmitirme paz, así que deseaba que fuese ella quien me extregera la sangre y no otra enfermera.

-Todo bien?.- Pregunte de manera nerviosa mientras trataba de sonreír que mas bien de una sonrisa parecía una mueca.

-Si!.- Mientras cerraba la puerta a su espalda, me senté en la camilla y mi pulso empezó a acelerarse, al ver como comenzaba a revisar sus herramientas que estaban encima de la mesa. -Y usted? Qué tal se siente?.

-Nervioso.-No tuve de otra mas que admitir. Ella sonrió pero no creo que fuese por compasión, su sonrisa estaba tenida de malicia y diversión.

-Será rápido. No se preocupe.

-Me va a doler?.- Ella se río con unas ganas que me confundio.

-No, no le va a doler señor. Es mas creo que incluso hasta lo disfrutará. -No entendí a lo que ella se refería, pero lo dejé de pensar.

No quería ni siquiera ver el tamaño de la aguja así que cerré los ojos con mucha fuerza y escuché la voz de ella que dijo. -Ya podemos empezar con la donación.- Así que sin abrir los ojos y de la manera más rápida le extendí el brazo, echando de un lado el rostro.

-Hágalo rápido.

-Qué está haciendo?.- Abrí los ojos y al ver la expresión interrogativa en su bello rostro me confundio aún más.

-Espero que me saque sangre.

Narra Ethel.

¡DIOS MÍO! ¡El estaba aquí creyendo que donaría sangre cuando en realidad lo registré como donante de semen!.

Desde otro punto de vista, la situación sería bastante graciosa, viéndole el lado cómico, así que no pude más y me reí.

-Qué están gracioso?.- Parecía algo molesto me fulminaba con solo la vista.

-No me estoy riendo de ti.. Es que.. Oh Dios mío.- Quise explicarle pero la risa no pudo mas conmigo.

-Qué?.

-Tu no entiendes?. ¡Estas aquí para donar semen, no sangre!.- El chico palidecio. Observaba como por buen rato me reía, pero no le causaba gracia y endurecio su mandíbula.

-Mierda! Yo no pienso donar semen!.- Se levantó enfadado irradiando furia hasta los poros.

-Espera!. - El paró su caminata, me puse frente a el con una gran sonrisa en mi rostro y los ojos llenos de lágrimas producto de la risa y luego el se unió a la mia....

Narra Calum.

Era inevitable no sentir cierta atracción cuando la veía de ese modo tan radiante y llena de alegría, me provocaba ganas de comérmela a besos. Demonios realmente quería besarla.

-Por favor no te enojes.- Me pidió.- Nunca antes me había pasado algo así.

-Y a mi nunca me habían pisoteado tanto el orgullo.

-Lo lamento.- Dijo apenada.- Intuí que querías donar semen. Supongo que debí haber preguntado bien.

-Si, debió hacerlo.

-Y tu debisteis especificar que donarias sangre.- Entre cerré los ojos por la forma en la que ella trataba de discutir y parecer molesta con su sonrisa en el rostro.

-Usted, es la enfermera, debería preguntar e informar mejor a sus pacientes.

-Podrías de dejar de dirigirte hacia a mi como "usted"?. Mi nombre es Ethel Garcia, tengo 19 años y pienso que eres caliente como el infierno.

Narra Ethel.

¡Dios! Qué hice? Tome la iniciativa. Yo nunca había sentido tanta atracción por un hombre pero Calum hacia despertar mis deseos mas impuros. Lo quería a el, solo a él. Quería que me follara sin piedad, que me besará hasta que mis labios sangrarán.

Sabia que con lo que acababa de decir Calum podría enojarse o peor aun que mi cumplido no fuese bien recibido y me rechazara, pero ya no podía arrepentirme, lo deseaba, maldita sea, lo deseaba, lo desee desde que mis ojos se posaron en el.

Espere y espere, pero el no decía nada, se mantenía clavado en su lugar, sin reaccionar ni articular una sola palabra. No sabia si su silencio era bueno o malo, pero ante el miedo de que tal vez me pudiera rechazar, lo tome de la camiseta y lo tire hacia mi para besarlo.

Solo entonces cuando sentí la suavidad y la carnosidad de sus labios sobre los míos, el pudo reaccionar. Y antes de que pudiera corresponderme pude sentir como emanaba una creciente erección entre sus piernas. Y gimió, colocando sus manos sobre mi cintura, me tiro hacia el profundizando más el beso.

Donador de Semen (MiniNovela Hot) «Calum Hood».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora