El Ángel y el Demonio

Capítulo 4

Narradora
La noche ya a caído y los gritos de los otros campesinos se escuchaban a alrededor de aquella choza.
Ah lo lejos se veía fuego eran más guardias que rondaban al alrededor de aquel lugar

—Que remedio con estos guardias—suspira
—Que esperas, son humanos y tu eres una diosa, a todo esto, ¿dónde están mis dagas? Sino recuerdo mal saltaste con ellas
—Gracias por salvarnos pero tengo una duda he escuchado al joven Froy decir que usted es una diosa—
—Si te lo dijera no me lo creerías así que piensa lo que quieras—dirijo mi vista hacia la ventana
—No me refería a eso señorita, pero nosotros adoramos a los dioses—me retiro
—Has sido un poco dura con la señora —
—¿Acaso no lo viste? Todos los humanos tienen maldad dentro de ellos hay algo extraño en ellos—
—¿Extraño? Ahora que lo dices noté un cambio extraño con aquel guardia al que le diste la espada como si un demonio o algo más lo controlara—
—Creo que es mejor que recuperemos nuestras armas, recuerdo que esa mujer dijo que estaban en aquel pantano, vamos—

Narradora
Cuando se dirigieron al pantano la presencia de unos ángeles caídos se hicieron presentes

—Vaya, vaya pero miren a quienes tenemos aquí, a los 5 bastardos caídos, pero cuanto tiempo a pasado, mmm, como unos 100 años o más. Froy ve tu arma, rápido.—
—Adonde crees que vas Froy—
—Quitate de mi camino o te mato—
—Intentalo—hace una mueca
Aparece el ángel Lucy—Vamos porque no se calman y arreglamos las cosas pacíficamente—
—¿Qué es lo que quieren?—
—Primero que calmes a tu perro guardián, segundo que nos perdones por haber intentado matar a tu padre, tercero que nos dejes guiarte, eso queremos—
—Señorita...—
—No necesitamos de ustedes, así que largo que me están  haciendo enojar—
Extiendo mi mano derecha hacia enfrente y mi espada sale del pantano con dirección hacia mi—No estoy jugando, ¡largo!—
—Adios guapo jaja—

Narradora
La noche apenas comenzaba y los humanos mataban por placer, parecía una noche muy larga con todos esos gritos que los rodeaban, con razón alguna los dos angeles que bajaron a la ayuda de aquellos humanos hicieron un hechizo provocando así que los humanos durmieran y que los demonios que los rodeaban se hicieran presentes. Uno de esos demonios era...