El Ángel y el Demonio

Capitulo 12

Templo de los Primeros Angeles Celestes o los Primeros Titanes

—No es como lo imaginé, es un lugar totalmente blanco—miré hacía todas las direcciones en busca del cuerpo de Froy—¡¡Froy!!—grité su nombre una y otra vez pero no había respuesta alguna—¡¡Froy!!—Nadie respondía, hasta que una voz se hizo presente—
—Tardaste mucho en venir por mi—
—¿Quién eres tú?—Había una luz totalmente brillante en su rostro era imposible verle el rostro—
—Tu eres yo, eres mi mitad—
—¿De que estás hablando?—tono confuso—¿Qué es esa cosa que está detrás de ti?—señalé—
—Miré detrás de mí—Eso es un titán, guarda silencio—

—E...s, es enorme—caí sobre mis rodillas—No pensé que de verdad existieran—
—Dije que guardarás silencio—Coloqué mi mano en su boca—Ellos superan mi poder actual y nos ira muy mal si encontramos más de ellos, vamos a otro lugar—la tomé del brazo y la llevé a otro lugar—
—Espera un momento tu eres, ¿Damon? El verdadero Dios Del Todo—cruce los brazos—
—Ambos somos Dioses y básicamente tu eres yo pero en versión mujer—sonríe irónicamente—¿Me doy a entender?—
—Bien, la verdad no sé quién eres, ni siquiera puedo verte el rostro además eres extraño—
—Vamos mírame bien—tomé su mano y la coloqué en mi cachete—Tienes que verme de cerca—La sujeté del rostro y la acerqué aún más a mi—¿Qué ves?—
—Puedo....puedo....puedo ver unos ojos color plata llenos de tristeza eterna, si, estoy segura eso veo—
—Entonces ya puedes alejarte de mi—
—Un momento, ¿Cuál es tu nombre?—coloqué mi mano en mi barbilla—
—Suspiro—Creo que de verdad necesitas alejarte un poco más—Coloqué mi mano en su rostro esta tapaba casi todo—
—Oye que estás haciendo—intenté quitar su mano de mi cara—Sueltame ya—su mano resbaló de mi cara—Santa Madre de todas las diosas tu eres, ¡Damon!—Dí dos pasos hacía atrás al reconocerle—
—Eso es lo que trato de decirte desde el principio—Coloco mi mano en mi frente—Ahora vamos con el segundo paso, ¿tienes mis espadas?—
—Eres extraño, aunque te diría Tío pero es obviamente que no lo eres otra cosa no tengo tiempo para preguntas hay una Guerra Santa en camino y prometí que te sacaría de aquí lo único malo es que no sé cómo hacerlo—
—Entraste al mundo de los titanes sin saber cómo salir, vaya que eres algo imprudente pero, para tu suerte yo sé cómo salir de aquí—
—¿Cómo?—
—Al tocar nuestras manos nos fusionaremos y eso hará que consiga mi poder al máximo, podremos salir de este lugar pero hay una mala noticia, no podrás regresar a tu estado original, solo quedaré yo—
—¿Qué sucederá después?—
—Seremos uno mismo, ya no existiera Ely, recuerdas que naciste de mis dos espadas, solo eres la mitad de mi poder...ya se lo que piensas, te enamoraste de ese demonio no es ¿así?—
—Si, tengo una duda y quiero que la contestes—
—Adelante—
—¿Por qué si soy mitad tu, tomé la forma de una mujer? No se supone que debía ser hombre igual que tu—
—Creo que es algo complicado pero puedo hacerlo fácil de entender, hace muchos años en nuestra primera y última Gran Guerra Santa hubo una chica ella era una humana común y corriente pero tenía una gran belleza que me cautivó tanto que decidí vigilarla, vigilarla me refiero a protegerla ya sabes por eso de la Gran Guerra...pero mi padre no aceptaba a una humana en la familia así que no hubo que hacer dejé de ver a esa chica y de ahí tomé su forma para hacer que nacieras tu—
—No creía que tú, un Dios pudiera enamorarse, sin embargo entiendo que lo hiciste por amor y todos hacemos cosas por amor, aunque yo quiera ayudar a Stephen, primero necesito sacarte de este lugar así que—Me levanté del suelo y saqué ambas espadas de mi espalda—Aquí tienes espero que con esto puedas detener esa Guerra, hazme un gran favor, cuando salgamos de este lugar y vayamos al lugar donde estará la Guerra quiero que reinicies el mundo—levante un poco más las espadas para que las tomara—
—¿Por qué quieres que lo reinicie? Si tu amado también desaparecerá—
—Porque no quiero que el sufra como cuando morí y volví a renacer sin tener ningún recuerdo de él, se que es injusto pero no sé que decirle después de tanto tiempo—
—Cumpliré tu petición—tomé las espadas y guardé una en mi espalda—
—Gracias, ahora tengo una última pregunta, ¿cómo harás para salir de aquí? Se que dijiste que uniendonos pero no entiendo esa parte—
—Al unirnos haré una brecha en el espacio tiempo para poder salir, para eso te he pedido mis espadas. ¿Estás lista?—Extendí mi mano derecha—Cuando estés lista coloca tu misma mano sobre mi mano asegúrate que estén bien—
—Ya se, no soy una inútil—Extendí mi mano pero antes de que la colocara—Gracias por dejarme vivir un rato—Mi mano se juntó con la de él y mi cuerpo  se empezó a hacer partículas pero esas partículas brillaban en blanco muy intenso, lo último que se desintegró  fue mi rostro con una sonrisa—
—Supongo que todo terminara en unos minutos Ely...ahora vamos a trabajar, pero no sin antes sin ustedes—señale a los dos titanes—

—Ustedes vendrán conmigo—Hice un movimiento con mi espada como si me defendiera de algo, pero abrí una brecha muy grande—Después de estar un largo tiempo encerrado aquí me hice amigo de ustedes así que los dejaré salir un rato para que me ayuden con la Guerra Santa al pasar la brecha ambos titanes hablaron
—Si amo—los tres desaparecieron—