PRÓLOGO

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Eran mas de las doce y la fiesta estaba a reventar, todo a mi alrededor eran universitarios y alcohol, movía mis pies y mis caderas al compás de la musica pero el calor era insoportable y tenia una sed terrible asi que decidí alejarme de mi grupo de amigos para ir a beber algo, me acerque a la mesa de bebidas, tome lo primero que vi y lo bebí como si fuera lo último que bebería en la vida, saqué mi celular para ver la hora 2:03 am.

¡Mierda!, prometí llegar a la 1:00 estoy una hora retrasada mi padre me va a matar -pensé , me acerqué a mis amigos para despedirme, le podría llamar a mi padre y pedirle que viniera por mi pero en verdad quiero evitar el regaño todo el tiempo que sea posible, mis amigos tampoco eran una opción, claro que sabían conducir pero estaban demasiado ebrios y yo quería vivir, no me quedaba más que pedir un taxi, eso hice, me contestó la operadora, le di la dirección y me informó que mi taxi llegaría en 15 minutos que esperara afuera.
Salí fuera del ruido y esperé en el jardín de la gran casa.
No me sorprendió el ver una que otra pareja al punto de casi tener relaciones por algunos de los rincones del jardín, estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que alguien estaba a mi lado.
Mire de reojo y pude percibir un chico fumando, así que decidí ignorarlo hasta que me habló.
-Está aburrido allá adentro, ¿no?.- voltee a verlo con una ceja alzada, no pude distinguir bien los rasgos del chico ya que estaba en un lugar con poca luz.
-Eh, pues yo si me estaba divirtiendo allá dentro.- soltó una sonora carcajada, como si mi comentario fuera lo más gracioso que escuchó en su vida.
-Piensas eso por que nunca haz ido a una buena fiesta.- me respondió con voz provocativa.
-¿y tu si?- le respondí con altaneria aunque en verdad creo que le estába siguiendo el juego.
-Pues claro, pero que sabrás tu de buenas fiestas si tan sólo eres una niña- ese fue un golpe bajo- llegó tu taxi niña, espero que John no sea tan duro contigo.- Me guiñó un ojo y se marchó.

Me recorrió un escalofrío por toda la espalda, abordé el taxi y le di mi dirección al chofer, mi cabeza estaba llena de preguntas, ¿quién era él?, ¿Cómo sabía que era mí taxi?, pero sobre todo, ¿Cómo mierda sabía el nombre de mí padre?  

LA VERDADERA CARA DEL DIABLOWhere stories live. Discover now