Segundas Oportunidades

Capítulo 3

A tus buenos amigos has de contar
Los dilemas que en vida te van a quejar,
Ellos sabrán respaldar
Cualquier decisión que pretendas tomar.

Aconsejada por Draco Malfoy, Hermione Granger decidió reunirse con sus dos grandes amigos de la infancia.

Harry Potter y Ronald Weasley contemplaban nerviosos la puerta de casa de su amiga, habían esperado tanto tiempo por este momento que ahora que se presentaba no sabían cómo actuar.

Con mano temblorosa el joven de anteojos tocó el timbre. La entrada se abrió dejando ver a una Hermione diferente a lo que se habían acostumbrado a ver en los últimos siete años. Vestía colores vivos y exhibía una sonrisa dulce, tantos recuerdos les traía esa sonrisa.

-¡Vinieron!- los recibió a ambos con un efusivo abrazo. Ron se sintió confundido por un momento, ¿qué había cambiado? Harry en cambio devolvió con el gesto gustoso.

-Siempre que nos llames vamos a venir Hermione, deberías saber eso ya.

La castaña sonrió y se apartó de la puerta para dejar que ambos pasaran.

Se sentaron juntos alrededor de la mesa ratona que la joven tenía en la sala de estar.

-Les pedí hoy que vinieran porque quería explicarles, en la medida de lo posible, mi estado de ánimo de los últimos años -los dos hombres asintieron dándole la palabra -Luego de la guerra fui a buscar a mis padres, con la intención de devolverles la memoria, y no pude. Aquello me caló muy hondo pues, a todos los efectos, ahora yo era huérfana, ellos no recordaban tener una hija y yo, que sí los recordaba, no podía hacer nada.

Se tomó un momento para respirar profundo, instante que Ron aprovechó para tomar la palabra -Debes tener siempre presente, Hermione, que desmemorizaste a tus padres para evitarles los horrores de la guerra, eso requirió valor, muchísimo. Más de una vez me pregunté cómo era posible que con tu cerebro y ansias de aprendizaje constante el sombrero no te hubiese mandado a Ravenclaw, cuando nos contaste lo que habías hecho con tus padres lo entendí. Godric Gryffindor se enorgulleció ese día, más que nunca, de tenerte en su casa. Hemos estado, de hecho, todos estos años intentado averiguar cómo devolverle la memoria a tus padres- Ron le sonrió a Harry y este continuó.

-Nos demoramos demasiado, lo sentimos por eso, pero finalmente lo logramos. Una bruja que vive en Egipto es capaz de hacerlo, o por lo menos de enseñarte a hacerlo. Tienes el traslador preparado para un día después de tu cumpleaños.

Hermione no daba crédito a sus oídos. Ellos, sus grandes amigos, la respaldaban una vez más. Se puso de pie y se acercó a los dos hermanos que le había dado la vida, abrazándolos a la vez. -Gracias.

Ambos jóvenes sintieron que les volvía la parte del alma que les faltaba al cuerpo, allí estaba su Hermione, este era el abrazo que ellos recordaban. El trío dorado se reunía nuevamente, esta vez para siempre.

-Hermione... ¿hay algo más que nos quieras decir?

La castaña asintió separándose del abrazo, más no volvió a su sitio, se sentó sobre la mesita, pudiendo agarrar la mano de ambos chicos.

-Durante mucho tiempo me culpé por la muerte de aquellos que cayeron en la batalla de Hogwarts, estaba segura de que podría haber hecho más, quizás salvar a alguno, pero ya me explicaron que hay cosas que no pueden evitarse, que hice lo que en mis manos estaba en ese momento, así que estoy en mi proceso de perdón.

-Yo también me culpé de esas muertes -admitió Harry Potter -daba vueltas en mi mente los "¿Qué hubiese pasado si...?" ¿Que hubiese pasado si me hubiese negado a participar en el torneo de los tres magos? Voldemort no hubiese vuelto a la vida. Si hubiese sabido lo de los horrocruxes antes podría haber acabado con él antes de que iniciara la guerra. Si hubiese visto más allá del odio que le tenía a Snape quizás habría visto sus intentos de protegerme. Pero en un mundo donde el hubiera no existe, me tuve que aprender a perdonar, a aprender que hay cosas que no pueden ser evitadas, y que, al final del día, todo es en pos de nuestro crecimiento. Yo no soy la misma persona que era antes de la guerra, Ron tampoco, no eras la única que cambió Hermione.