𝐔𝐍𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍𝐀𝐋 (s. reid)

seven

Cassandra abrió la puerta de la camioneta y bajó de la suburban para mirar la entrada de su casa, aún se encuentra una cinta amarilla que impide el paso y es impresionante como afuera hay todo tipo de flores, regalos y carteles con palabras para la familia Morrison. 

Hotch alzó la cinta para que Cassandra pudiera pasar y juntó sus manos para caminar algo nerviosa a la entrada, donde la puerta ya ha sido reparada. 

—Tómate tu tiempo, Cassandra —le dijo Hotch en voz baja.

—Estoy lista —respondió algo nerviosa—, quiero hacerlo —susurró. 

Derek abrió la puerta y fue la primera en pasar, seguido de Spencer quien la siguió lentamente. 

Caminaron por la sala un par de veces y notaron como poco a poco la respiración de Cassandra comenzaba a acelerarse.

—No debimos dejarla venir —murmuró Hotch—, es muy pronto.

—Ella quería hacerlo —le recordó Derek. 

—¿Pueden ir conmigo arriba? —preguntó con voz temblorosa.

—Estamos contigo —le respondió Derek.

Hotch fue el primero en subir la escaleras seguido de Cassandra, quien tiene su mano en el barandal mientras miraba las fotografías colgadas en perfecto estado al lado en la pared, alzó su mirada viendo el candelabro que tanto odiaba y al llegar al pasillo se detuvo viendo la habitación de los gemelos.

Entró con paso lento y tembloroso, sollozo un poco al notar lo cambiada que estaba la habitación desde la última vez que la había visto y sollozo mientras caminaba a un escritorio donde había una foto en la cual se mostraban los gemelos y Cassandra. 

No soltó la fotografía por que salió de ahí rápidamente, entrando a su habitación.

—¿Apuñaló mis almohadas? —preguntó en voz baja, limpiando sus lágrimas.

—Creemos que el UnSub se molesto al no encontrarte —le explicó Derek cruzando sus brazos—, en su momento de ira lo más fácil para él fue... descargar ese enojo con tus almohadas.

—Pensando que era yo —murmuró.

—No —respondió rápidamente Spencer—, él te quiere a ti viva, así que no podría lastimarte de esa forma —aclaró. 

—Si el... si el sabía donde vivía, con quienes me juntaba y con quien hablaba, él...

—Él llevaba mucho tiempo siguiéndote —respondió Hotch—, vigilandote, caminando cerca de ti y no sería sorpresa si en realidad tu hubieses hablado con él en algún momento.

—Quizá incluso lo saludaste —agregó Derek—, o le dedicaste alguna sonrisa —prosiguió. 

Cassandra llevó un mano a su estómago—. Me dieron ganas de vomitar —murmuró con asco. 

—Esa reacción es normal, este tipo de personas son realmente repugnantes —aseguró Derek.

Cassandra tomó asiento en la silla frente a su escritorio y ladeo su cabeza. 

—¿Todo bien? —preguntó Hotch.

—¿Cuando vinieron a ver la escena... movieron algo de su lugar? —cuestionó en voz baja y pasando una mano por tocador.

—No, todo se deja igual —respondió Spencer—, y utilizamos guantes para no dañar la evidencia.

—No esta mi labial —susurró—, siempre lo dejo aquí, por que... es fácil tomarlo y... no está —miro por el espejo a Derek, Spencer y Hotch—, ¿por qué se lo llevaría?