Toda mi esencia

Dentro del fuego

Luego de algunos meses saliendo con Jerry, Jane se convirtió en la mejor amiga de Liza, las chicas para estas alturas ya eran inseparables. Se acercaba el baile de graduación, después del cambio drástico de Jane todos los chicos querían llevarla como su pareja, esto no iba a pasar por dos razones, dos razones mellizas.

Para este punto Jerry ya la consideraba su novia, aún así no se había oficializado nada. Jane cada día se acercaba más a Elizabeth y esta era una razón suficientemente valida para salir con Jerry, sin embargo no dejaba de sentirse mal por estar utilizando al chico que desde meses atrás la trata como a una reina.

-Hola, qué tal- Jerry se acerco para darle un beso en la boca a Jane, como de costumbre ella lo aceptó, pero nunca cerraba los ojos al besarlo. Esto hacía que imaginara a Elizabeth. -Querida iremos al baile juntos- Jane estaba embelesada viendo a Elizabeth, -Claro cariño- esto fue lo único que Jane dijo mientras seguía viendo a Liza.

Esa misma tarde las dos chicas salieron del pueblo para comprar vestidos nuevos. -¿Ya tienes pareja para el baile?- pregunto Jane mientras Elizabeth manejaba el auto.- Sí, se llama Kevin. Es un chico muy lindo, creo que me gusta- estas palabras fueron proyectiles que atravesaron a Jane, mordió su labio inferior un poco para evitar el llanto.

-Supongo que tú iras con mi hermano- añadió Elizabeth con algo de recelo, Jane se preguntaba por que Liza estaba actuando tan extraño, normalmente era tan dulce que te podía dar diabetes solo hablando con ella.

Llegaron al centro comercial. Entraron a la tienda de vestidos, Jane fue la primera en probarse uno. Escogió un vestido plateado, sacó a relucir toda su belleza con este vestido, era la primera vez que Elizabeth la miraba de esa manera. Esto le gustaba sobremanera a Jane.

Luego de esto Elizabeth paso a los vestuarios, al salir Jane quedo atónita con tanta belleza. Elizabeth traía puesto un vestido rojo, resaltaba perfectamente con su tés blanca, una luz parecía rodearla mientras que Jane solo se quedaba allí sin respiracion. Posteriormente las chicas regresaron al pueblo. Elizabeth dejo a Jane en la puerta de su casa, al despedirse Jane le dio un beso en la mejilla, casi tocando la comisura de sus labios, esto las sonrojo a ambas. Se despidieron lo más rápido posible.

Al entrar a su casa Jane pensaba únicamente en Elizabeth, en lo hermosa que se veía con su vestido, en el dulce sabor de la comisura de sus labios. Pensaba en todo esto mientras acariciaba su poco, reaccionó y fue a tomar un baño para relajarse.

El día del baile llego, Jerry pasó por Jane en una limusina rentada, al verla con su vestido plateado, que le hacía honor a su despampanante figura, el chico no pudo evitar babear un poco. -sigue por aquí- Jerry le abrió la puerta como todo un caballero, Jane entro sonriendo. Su sonrisa no duro mucho, se convirtió en un gesto mórbido cuando vio a Liza besándose con su pareja, realmente era un chico muy apuesto, sin embargo no merecía a Liza.

El trayecto al lugar del baile tuvo un ambiente tenso, mientras Elizabeth se besuqueaba y acariciaba con su pareja, Jane ni siquiera miraba a Jerry.

Al bajar de la limusina todos entraron al edificio, enseguida se dirigieron a la pista de baile. A su alrededor muchas parejas bailaban, Elizabeth y Kevin no fueron la excepción. Jane se limito a sentarse, bebiendo un trago, Jerry se sentía algo triste, pero al menos estaba con la chica que amaba.

Después de unas cuantas piezas de baile con algunos tragos Elizabeth un poco borracha se acercó a Jane para pedirle que la acompañara al baño. Durante el camino Jane estaba en completo silencio, mientras que Elizabeth balbuceaba.

Al entrar al lavabo Elizabeth remojo su cara, esto la hizo reaccionar un poco,  posteriormente seco su cara. Le pidió a Jane que se acercara un poco, al acercarse  la tomo por los hombros.

Jane estaba asustada pero intrigada. Estaba a punto de preguntar que pasaba pero antes de que pudiera decir una sola palabra, Elizabeth la beso. Fue un beso lleno de amor y pasión, esta vez pudo cerrar los ojos tranquilamente.