Toda mi esencia

¿Otra vez tú?

Después de esa mágica noche, Jane tenía dibujada una sonrisa casi indeleble en su cara. Su mueca era muy extraña, se trataba de un trazo orgasmico plasmado en su rostro, lo suficiente como para que cualquier persona pudiera pensar que se encontraba bajo los efectos de alguna droga, heroína quizá.

Al día siguiente tocaron a la puerta. -Debe tratarse de Jerry- Jane fruncio un poco el ceño, aún seguía embelesada, era como si el recuerdo de ese beso se hubiera tatuado en su mente, -¿Quién llama?- preguntó Jane ofuscada, pese a esto no obtuvo respuesta alguna.

Jane deslizo el seguro de la puerta un poco para poder abrirla sin correr ningún riesgo, abrió la puerta lentamente y a través de la rendija pudo ver a Elizabeth, rápidamente Jane empalideció. Todas sus emociones iniciaron un proceso caótico en los lugares más recónditos de su pecho.

Jane quitó el seguro completamente para darle paso a Elizabeth, esta simplemente se quedo parada, no hacía nada. -Estoy más que jodida- pensó Jane mientras obligaba a Elizabeth a entrar. Jane notó un aura diferente en ella, no era la misma chica sonriente y dulce en sobhabitual,  a la que amaba, algo estaba pasando. -¿Qué te ocurre?- preguntó Jane, Elizabeth simplemente respondió con un: "-podemos hablar-".

En efecto, el tono de vos de Liza no era el habitual. -Pero por supuesto- Jane trataba de ocultar su ansiedad, fingía estar serena. Lágrimas empezaron a brotar de los hermosos ojos de Elizabeth, esto logró que la situación de Jane empeorara, pero aunque se encontraba consumida por la ansiedad, esto no impidió que se acercara, abrazara a Elizabeth y llorara junto a ella.

Después de algunos minutos, Jane por fin se atrevió a preguntar que le ocurría. Elizabeth no pudo contener un gemido que salió desde sus entrañas. Jane seguía abrazando a Elizabeth mientras esta trataba de contener un poco su llanto. Las preocupaciones de Jane se hacían cada vez más grandes. Después de unos largos minutos, Elizabeth menciono que su hermano había descubierto a Kevin besándose con otra chica. Esto tranquilizo a Jane, al parecer Elizabeth no recordaba su beso. Sin embargo esto rompió un poco el alma de Jane, al parecer Elizabeth realmente amaba a este chico.

Al cabo de unas horas consolando a su amor, Jane escuchó la puerta nuevamente. Abrió la puerta, esta vez sin cuidado alguno. Era Jerry, Jane un algo destrozada por haber descubierto los sentimientos de su amada, simplemente se limito a saludarlo agitando su mano, Jane llamó a Elizabeth. Jerry extrañado no se limito a esto y en cuanto vio a su hermana le ordeno seguir al auto. -¿Te ocurre algo nena?- pregunto mientras es su rostro se dibujaba una sonrisa. -No, quedate tranquilo, mejor vete, tu hermana te necesita-. Jerry no pudo disimular su tristeza, estaba a punto de irse, pero sus impulsos fueron más fuertes que su razón, se acercó a Jane, la tomó por la cintura y la aproximó a su cuerpo, Jane puso un poco de resistencia pero fue inútil, cuando estaban lo suficientemente cerca Jerry le dio un abrazo suficientemente amoroso para juntar todas sus partes rotas, luego de esto se inclinó un poco para besarla.

En un momento sin precedentes, Jane por primera vez se estremeció con el chico. Tal vez, esto era mejor que besar a Elizabeth.