Epílogo

246 44 0
                                    

Después de estar deambulando por el mundo y ver todo lo que el planeta y la humanidad me podía ofrecer, concluí que no había maravilla que se le comparara a Lee Donghyuck.

A pesar de ser tan difícil de encontrar y que sé que cuando lo encuentre solo es cuestión de tiempo para que lo vuelva a perder. Creo que vale la pena.

Estaría 100 años en completamente soledad sin dudarlo, solo si al final podía ver aunque sea una vez la sonrisa de mi solecito. Viviría 50 años en ayuno, porque una vez que nuestros labios se encontraban todas mis necesidades eran saciadas. 

Así que sí, seguiría a Donghyuck hasta el fin del mundo si fuera necesario.

— ¡Te encontré! —un grito sonó a mis espaldas, tan lleno de energía que hizo que me levantara de un salto del césped en el que me encontraba sentado, mirando la hermosa vista que me podía ofrecer la ciudad de Luxemburgo.

Pero la vista que me encontré una vez que volteé opacó en demasía a la hermosa ciudad.

Su cabello castaño brillaba contra la luz del sol y rebotaba contra su cabeza ya que el moreno estaba corriendo. Fui deslumbrado por sus ojos brillantes y su sonrisa resplandeciente, era como mirar directo al sol, pero en esta ocasión no le iba a quitar los ojos de encima, no importaba si me quedaba ciego.

No se detuvo, apenas llegó frente a mí saltó a mis brazos y enredó sus piernas en mi cadera, yo ni siquiera dude en sostenerlo lo más fuerte que pude.

— ¿Hyuck? —con mi mano derecha alcancé su cabeza y lo obligué a mirarme— ¿En serio eres tú?

— Claro que soy yo, tontito. —me mostró de nuevo esa hermosa sonrisa antes de plantar un beso rápido en mis labios.

— Pensé que no te iba a poder encontrar esta vez. —quise abrazarlo un poco más pero me obligué a mirarlo hasta el cansancio, necesitaba memorizar cada parte de él porque es probable que no lo vea dentro de los siguientes 100 años.

Sonreí al ver una serie de lunares en su mejilla izquierda y vi que bajaban hasta su cuello, el camino que siempre me había encantado besar durante todo este tiempo.

— No te preocupes Mark, —hizo una pausa y mi alma se sintió plena cuando vi en sus ojos el mismo anhelo y amor que yo sentía por él— cuando no puedas encontrarme, yo vendré por ti.

Please... stay || markhyuckWhere stories live. Discover now