Pregnancy Counterattack.

Capítulo 34.

Qu Cheng estaba atónito. Esta fue la primera vez que Xu Cinian, tomaba la iniciativa de contarle sobre su vida. Incluso si sabía que era miembro de la familia Xu, nunca lo había admitido.

Miró el rostro tranquilo de Xu Cinian, sintiéndose muy incómodo, los movimientos de sus manos se volvieron más suaves, pero permaneció en silencio.

— ¿No quieres preguntarme por qué el hijo de la familia Xu se convirtió en prisionero y Xu Xinnian se convirtió en el joven maestro?

Xu Cinian le pregunto con una sonrisa.

— Sé que no quieres decirlo, así que no hay necesidad de preguntar, ¿es importante saberlo? Siempre y cuando sepas lo que siento por ti, es suficiente.

La respuesta de Qu Cheng hizo que Xu Cinian se riera a carcajadas

— ¿Y si yo soy el malo? ¿Vas a ser parcial hasta el final?

— Sí.

Qu Cheng asintió sin dudarlo

— No me importa si mataste a alguien.

«Porque a la hora de lidiar con enemigos, yo soy mucho más cruel que tú. Si no puedes soportar hacer ciertas cosas, las haré todas por ti, incluso si tengo que matar gente y prevenir incendios. Así que, el que es malo soy yo, si no soy parcial contigo, ¿con quién debería serlo?»

Estas palabras dieron vueltas en círculo en la cabeza de Qu Cheng, pero no las pronuncio. Xu Cinian se divirtió con su seriedad. Extendió la mano y tiró de su rostro. Después de pensarlo, decidió contarle todo.

— Puede que no lo creas, pero esto, si estás dispuesto a creerlo, trátalo como la verdad, si no lo puedes creer, trátalo como una broma.

Qu Cheng lo miró fijamente

— Siempre que digas algo, lo creeré.

Xu Cinian sonrió levemente, respiró hondo y dijo lentamente como si estuviera recordando algo pasado

— Debo comenzar este asunto diciendo que cuando comencé con Dong Feng, Xu Xinnian todavía no había muerto, su alma aún estaba en su cuerpo...

Hablaba lentamente, diciendo las cosas que pensaba. En sus palabras no había lógica. Incluso cuando le contó cómo Dong Feng y Xu Xinnian habían unido fuerzas para matar a su abuelo, hace siete años, sus oraciones no estaban bien conectadas. Pero Qu Chen lo escuchó con atención en todo el proceso. Qu Cheng escucho todo, su rostro se tensó, sus ojos se volvieron agudos, como los de una bestia que atacará en cualquier momento y en cualquier lugar, sus puños estaban apretados con fuerza, no noto cuando la sangre comenzó a gotear de uno de sus dedos...

Después de que Xu Cinian terminó de hablar, dejó escapar un suspiro de alivio y se rió de sí mismo, se sentía libre de una carga. Al mirar el rostro sombrío de Qu Cheng, no pudo evitar extender la mano y pellizcarlo

— Oye, mi historia ha terminado. ¿Por qué no escuche los aplausos? Eres demasiado tacaño.

— No te rías así, no veo la gracia.

Le tomó mucho tiempo a Qu Cheng contener sus emociones y extendió su mano para jalar a Xu Cinian y tenerlo entre sus brazos

— ¡Eres un tonto! Si yo fuera tú, los hubiera matado directamente.

Xu Cinian hizo un ovillo en su boca

— Si tuviera un arma, entonces lo hubiera hecho, ahora solo puedo lamentarme. Después de salir de la cárcel, no iba a manchar mis manos con esas vidas de personas tan baratas, no era un negocio rentable. Es mejor torturarlos poco a poco, para que deseen estar muertos. He decidido vengarme por mi abuelo...