Tony se mantenía trabajando, no había parado desde que comenzó, y aunque había estado al pendiente de las salidas del niño al jardín y luego a la calle no le tomó importancia realmente, sólo vio a un niño haciendo cosas de niño, como no quedarse quieto, sólo se tomó el tiempo de advertirle sobre el taller, no queriendo un incidente pero según el tono del niño esa no había sido su intención y sabía que la puerta estaba bien cerrada por lo que nuevamente no le dio más importancia y siguió trabajando.
-Señor- le habló entonces la voz de J.A.R.V.I.S., con un ligero tono de algo que no prestó mucha atención en distinguir por estar leyendo unas gráficas.
-¿Qué pasa J.A.R.V.I.S.?- preguntó.
-Señor, Harley acaba de caer en la piscina señor, sus movimientos me indican que no sabe cómo salir- le avisó la IA en un tono rápido y tal vez ¿preocupado?
Tony alzó la vista del papel, serio, y en seguida se levantó corriendo hacia la habitación de la piscina, empujando la puerta violentamente.
-¡Harley!- gritó, mientras llegaba a la orilla y veía hacia el agua, entonces divisó una mancha moviéndose e inmediatamente se lanzó al agua.
Harley realmente pensaba que ése era su fin, que así moriría y que si existía una vida después de la muerte estaba a punto de reunirse con su madre, pero entonces, con lo que le quedaba de conciencia, sintió levemente unos brazos tomarlo de la cintura y comenzó a sentir cómo se movía a través del agua hasta que su cabeza asomó al aire y sintió luz en la cara al fin, a la vez que respiraba rápidamente en busca de oxígeno.
Tony rodeó ahí el pecho del niño con un brazo y comenzó a nadar un poco hasta llegar al piso que en realidad no estaba tan lejos.
Ahí subió al niño de la cintura para arriba, dejándolo acostado, y rápidamente salió él mismo para después jalar a Harley por debajo de los brazos y sacarlo completamente del agua dejándolo acostado en el suelo.
El niño temblaba, respiraba entrecortadamente y a la vez tosía.
-Perdón niño- dijo Tony rápidamente antes de dar dos golpes a Harley en el pecho con sus manos juntas, en un intento de sacar el agua que pudo haber succionado.
Harley al momento dio dos saltos involuntarios y comenzó a toser más a la vez que Tony lo enderezaba por la espalda y luego lo inclinaba del cuello para que escupiera el agua en el piso.
Harley estuvo unos momentos en eso, sintiendo que incluso iba a vomitar en cierto momento.
Sentía un pequeño ardor en su nariz y garganta y el sabor del agua seguía en su boca.
Tony lo soltó pero de vez en cuando le daba palmaditas en la espalda animándolo a seguir escupiendo.
Pasaron algunos minutos en que nadie dijo nada y el niño al fin había dejado de toser y su respiración parecía haberse controlado.
-¿Estás bien?- le preguntó Tony entonces.
Harley se volteó a verlo y asintió, con la cabeza baja, aún afectado por el susto.
Tony lo miró, intentando ver un indicio de lo contrario pero el niño ya no parecía a punto de ahogarse, aunque sí asustado pero eso no iba a matarlo.
-Tranquilo, respira, ya estás bien- le dijo- ¿qué pasó?- añadió después cuando el niño pareció seguir un poco sus instrucciones.
-Estaba explorando la casa y entré aquí, estaba calculando cuánta profundidad tenía la piscina y me incliné, intenté tocar el agua y perdí el equilibrio, entonces me caí de cabeza- explicó Harley con voz delgada.
Tony no dijo nada, sólo miró al piso, como analizando cómo debía reaccionar.
Genial, el niño casi había muerto a su cargo, otra vez.
-Pero ¿qué tú no sabías nadar?- le preguntó confundido, aún con un tono de voz tranquilo, tal vez un poco lejano, pues él también se sentía aturdido por la rapidez con la que había ocurrido todo.
Harley negó con la cabeza.
-No- dijo.
-Pero en tu pueblo, la noche que nos conocimos, ¿recuerdas el agua del edificio que destruyeron? Fuiste tú quien salvó al chico que te hacía bullying- dijo Tony confundido.
-No estaba profundo en donde me metí, estaba parado y el agua me llegaba poco más arriba del pecho, y había una barra de metal grande atravesada que me impedía terminar arrastrado, PJ estaba justo ahí cuando lo encontré, fue cuando me metí por él, pero en ningún momento necesité nadar- explicó Harley.
Tony hizo memoria, recordando la imagen de esa noche y efectivamente tenía sentido lo que decía el niño.
Se quedaron en silencio, con Harley recuperando más el control de su respiración y el miedo, Tony sin saber qué decir o hacer.
Había sido un accidente, no podía enojarse por eso, realmente no se sentía enojado, sólo algo preocupado de pensar qué hubiera pasado si no llegaba a tiempo, si J.A.R.V.I.S. no le avisaba, e intentó culparse a él pero ¿realmente tenía culpa? Pensó que el niño sólo había estado jugando, era normal, no es como que supiera que iba a entrar ahí, ¿qué podía haber hecho? ¿O el simple hecho de que fuera su casa y él estuviera a cargo del niño realmente lo volvía culpable?...
-Har, por más curiosidad que sea, por lógica no puedes acercarte tanto a una piscina si no sabes nadar niño, es sentido común- dijo, utilizando el apodo sin darse cuenta y con un tono tranquilo realmente, pero que dejaba en claro que era un hecho lo que decía.
-Lo siento- respondió simplemente Harley, acercando sus piernas hacia su pecho y rodeándolas con sus brazos.
Tony identificó eso como una mala señal, de verdad debía estar afectado y llegó a la conclusión de que seguir cerca de la piscina no mejoraría mucho su estado de ánimo, además estaba mojado, lo único que faltaba era que después de eso se enfermara.
Dio un suspiro y se puso de pie, luego apoyó una mano en la espalda de Harley y lo tomó del brazo con la otra para levantarlo.
-Vamos, a tu habitación- le dijo.
-¿Es un castigo?- le preguntó Harley antes de que pudiera añadir más, en voz realmente vulnerable.
-¿Qué? No Harley, yo... mira, ya sabes cómo funciona eso, pero independientemente esto fue un accidente, no hiciste algo malo realmente, sólo recuerda ser más precavido, te mando a tu habitación porque necesitas cambiarte toda la ropa, está empapada, también necesitas secarte, no quiero que te resfríes- explicó Tony.
Harley lo miró y asintió entonces.
A Tony le pareció que lucía más pequeño de lo que era.
-Espera- le dijo, y moviéndolo un poco por los hombros para alejarlo más de la piscina fue a una de las puertas a las que nunca llegó Harley y regresó con una toalla café grande que le pasó por la espalda- vamos, ve a cambiarte- repitió.
Harley asintió tembloroso por el frío y sin querer estar más ahí o tener una ocurrencia para decir se retiró.
Tony sabía que dejaría un rastro de agua por la casa pero no le pareció momento de discutir eso por como lo veía.
Llevó sus manos a la cintura un momento y luego se fue a una habitación a cambiarse de ropa, con la que tenía ahí guardada precisamente para cuando nadaba.
Al salir dejó la ropa mojada a un lado de la puerta principal y fue por un trapeador, comenzando por secar el delgado rastro de Harley hasta su cuarto, luego regresó al cuarto de la piscina y secó ahí también todo lo que habían mojado.
Sabía que el niño podría haber muerto, pero decidió simplemente bloquear ese pensamiento, no había pasado y era lo importante.
No debía tener pensamientos.
No había un culpable, bueno, tal vez él debió pensar en las habitaciones en las que estaba Harley, el taller, el gimnasio ya eran lugares donde no lo dejaba estar solo, ¿por qué no se fijó dónde estaba? Ok, sí, tal vez tenía algo de culpa, y el mocoso igual no debió asomarse así si sabía que no sabía nadar, pero no había mucho que hacer al respecto, le había dicho lo que se tenía que decir y de cualquier forma por el miedo en sus ojos no creía que por sí mismo le quedaran muchas ganas para descuidarse con el agua, por su parte prohibiría esa habitación también, la aseguraría con J.A.R.V.I.S., y... no sabía qué más hacer, no era algo que hubiera hecho a conciencia para estar enojado o gritándole, era otro punto negativo del cual no disponía gran corrección, ya había pasado después de todo, sólo le daría dolor de cabeza estarlo pensando, sabía que no había algo para quitar como una armadura impidiendo que se cayera de nuevo en el mismo error, la experiencia en sí parecía haber dejado en claro el mensaje de mantener más cuidado y realmente lo único que lo hacía sentir que debía hacer algo más en ese instante era que aún quedaba un miedo ante los hechos que pudieron ocurrir con un poco más de tardanza por parte de él en llegar a la piscina, así que en serio no había más por hacer, ¿o sí?
Regresó a la sala sin más y se sentó en el sillón, mirando hacia el techo.
Tal vez otra razón por la que nunca pensó en prohibir esa habitación, además de que realmente no le daba muchas vueltas a qué debería hacer o no el niño, era que suponía que sabía nadar, por la noche en que se conocieron y porque cuando lo llevaba al lago, el día que le sugirió nadar ahí nunca le dijo que no sabía, así que ¿cómo iba a saber?... era un pequeño inconveniente lo que acababa de ocurrir, si lo pensaba, porque realmente ¿cómo reaccionaría el niño ante el suceso? ¿En serio estaba lo suficientemente asustado como lo creía para alejarse de la habitación o ahora lo tomaría como una especie de reto e intentaría entrar el solo? ¿Sería algo que les diera problemas más adelante? ¿Podría incluso terminar en el hospital porque no llegue a tiempo o algo peor? ¿Realmente cuánto le valdría a Harley la orden de no acercarse ahí y por cuánto tiempo? Sabía que ya no debería tenerlo demasiado pero justo como en ese momento un accidente podía ocasionarse en sólo cinco minutos, así que sí, era un problema, ahora había un nuevo riesgo para ellos dos.
Pensó en eso durante unos minutos, imaginando los posibles escenarios en que algo salía mal por esa habitación, incluso pensó en vaciarla pero podría ser peor, ¿y si se caía y se descalabraba por el golpe? No, descartado.
Bien, tenía que encontrar una solución y realmente prefería no tener que involucrar gritos y amenazas para asegurarse de ser escuchado, el susto en sí por ese momento ya debía de ser pesado para el niño, aunque llegara a adquirir nueva fuerza después ahora mismo todo era reciente y debía estar teniendo secuelas, ¿podría quedar incluso con traumas? ¿Qué tal si ahora en lugar de intentar entrar a la habitación más bien la evitaba y en general comenzaba a huir del agua por miedo a ella por lo que acababa de pasar? Había de dos, o intentaba volver a nadar poniéndose en peligro o quedaba traumado y huiría del agua todo el tiempo, ninguna lucía bien.
A no ser que... no... ¿o sí?, ¿tal vez si lo enseñaba a nadar podría prevenir ambas? Por un lado el trauma no se completaría si lo hacía tener otro encuentro más... agradable, y por el otro podría tomar sus indicaciones más en serio si él estaba dispuesto a ayudarlo a superar eso y aprender, después de todo en el gimnasio nunca hizo ninguna travesura, y enseñándole lo básico para flotar al menos ya no estaría corriendo peligro, solucionaría ambos problemas que pudieran surgir, el del trauma y la precipitación, y al final el niño aprendería un recurso necesario, la noche en que se conocieron tuvo suerte de no quedar realmente rodeado de agua o no la habría contado.
Está bien, eso haría, comenzaría a enseñarle a nadar al niño, en esa ocasión parecía que sí había algo importante que podía hacer respecto a lo sucedido.
Se levantó del sillón y fue directo al cuarto de Harley, quien en cuanto había llegado a la habitación se había secado y cambiado tal como le habían indicado y se había quedado sentado en su cama aún con la toalla envuelta al rededor de él, con mirada perdida por el último susto.
-¿Estás mejor?- le preguntó Tony yendo hacia él en cuanto entró ya que lo había hecho sin tocar.
-Sí, gracias por salvarme- le contestó Harley con voz delgada y asintiendo.
Tony asintió a su vez.
-Ok, escucha, lo que pasó...- comenzó a decir.
-Fue mi culpa, lo sé, debí ser más consciente- lo interrumpió Harley.
-En realidad iba a decir que fue algo peligroso y que ahora nos deja con un panorama bastante malo respecto a ti y al agua- corrigió Tony con tono relajado y las manos en el bolsillo de su pantalón.
Harley lo miró, sin comprender mucho.
Tony no dijo nada más y fue directo al closet del niño, buscando por algo que sabía que había comprado, y, ¡ajá! Ahí estaban, trajes de baño, específicamente shorts para nadar por lo que se sentiría cómodo.
-Toma, ponte esto- le dijo aventándole la prenda que le dio al niño en el pecho.
-¿Por qué?- preguntó Harley confundido ante el hecho de que Tony le estuviera escogiendo la ropa y le pudiera que se cambiara de la nada.
-Porque vas a aprender a nadar, así que necesitas el traje de baño- le explicó Tony.
Los ojos de Harley se abrieron en grande, pero no de emoción como solía ser cuando iba a aprender algo nuevo, sino de miedo.
-No, ni loco voy a volver a esa cosa- dijo Harley aventando el short hacia un lado.
Tony se cruzó de brazos.
-No era realmente una pregunta- le dijo.
-No es justo, no quiero, ¿qué tiene de importante nadar?- rezongó Harley.
-¿En serio lo preguntas después de casi ahogarte?- le preguntó Tony.
-No volverá a pasar, a partir de ahora estaré siempre alejado de lugares con mucha agua, estaré bien- replicó Harley.
-Sí, ése es precisamente el problema, pero entonces corres el riesgo de caer por accidente en algún momento y ¿de qué sirvió el intento de distancia? La noche que nos conocimos, toda esa agua, ¿y si hubiera sido más? ¿Y si te hubiera llegado? El chico ese casi se ahoga, podrías haber sido tú, hay agua por todos lados, hay una piscina aquí y por si no te has dado cuenta estamos rodeados de playa, ¡vives en California! Así que sí es algo necesario, ya decidí que voy a enseñarte y no está a discusión, no estaré temiendo a cada rato que termines por alguna razón en la piscina y después tendré que cubrir los trámites funerarios, así que ponte el short ese ahora y a la piscina- habló con firmeza Tony.
-¿Qué si me niego?- preguntó Harley, pero más que desafiante sonaba curioso.
-Te enseñaré por las malas, te cargaré y te aventaré al agua, tendrás que encontrar la forma de salir sin lecciones pacíficas antes, y sabes que puedo contigo, no creas que estoy bromeando- respondió Tony.
Harley se vio algo enojado y bruscamente se quitó la toalla y tomó el short, yendo al baño para cambiarse.
Lo hizo con bastante enojo, o sea, sabía que era por su bien según Tony pero no quería, nunca se le dieron los deportes y nadar era un deporte.
Cuando terminó salió con mala cara del baño, con Tony esperándolo en el mismo lugar.
-Supongo que no querrás estar sin la playera, ¿correcto?- le preguntó.
-¿Encima eso?- le contestó Harley.
-Sí, sí, ya, lo suponía, toma- le dijo Tony lanzándole una playera blanca de manga corta- quítate las dos que traes y te quedas sólo con esa.
Harley lo hizo aún desanimado y cuando volvió a salir ya traía el short rojo con negro, la playera y calcetines blancos, una cara de reproche adornando su rostro.
-Vamos, ya- le dijo Tony yendo hacia la salida.
-¿Por qué ahora? ¿Tanto te cuesta esperar?- preguntó Harley.
-Te será más difícil mañana, porque estás asustado, estarás pensando mucho en eso y será peor al haber pasado más tiempo de la experiencia, ahora conservas más recuerdos de lo que fue- explicó Tony.
-Es el problema, la experiencia casi me ahoga- replicó Harley.
-Estaré ahí contigo, no vas a ahogarte, te lo aseguro- le dijo Tony, dándole un empujoncito en el hombro para que saliera.
Harley resopló pero lo hizo.
Fue por delante de Tony, deseando decirle un par de cosas pero dudando de cuál sería la reacción del hombre ante eso, probablemente sólo reiría, pero podía enojarse, mucho peor lo ignoraría y se las cobraría cuando ya estuviera rodeado del agua, no era ningún secreto que el hombre podía ser algo vengativo, al menos con él.
Aminoró el paso cuando terminaron de bajar las escaleras, pero Tony se le adelantó y lo mantuvo normal, y si bien el niño se atrasó no dijo nada, con que estuviera dispuesto a hacerlo sin replicar más le bastaba.
En cuanto entraron al cuarto de la piscina Harley miró desconfiado y apenas dio cuatro pasos más cuando hubieron entrado.
-¿Por qué es tan profunda?- preguntó viendo con temor y enojo hacia la piscina.
-Porque yo sí sé nadar y no es que suela tener niños en la casa que puedan ahogarse- contestó Tony.
Sabiendo que Harley no haría por acercarse más a la piscina se fue tranquilo a una de las puertas y regresó usando ya unos shorts para nadar como los de Harley pero azules y una playera de tirantes color negro. Él no tenía ningún problema con estar sin playera pero era consciente de que de vez en cuando tendría que sujetar al niño y creía que usar más ropa haría más leve la incomodidad, aunque igual no era algo que le pareciera tan malo, al estar rodeados del agua sabía que no podría concentrarse mucho en la sensación y únicamente pensaba agarrar al niño lo necesario, pues el objetivo era que pudiera flotar por sí solo.
-¿Estás listo?- le preguntó llegando a su lado.
-No, y no quiero hacer esto- aclaró Harley, luego en un acto impulsivo le sacó la lengua a Tony.
El hombre sólo rodó los ojos y lo ignoró.
-Ven- le dijo acercándose más a la piscina, a lo que el niño lo siguió pero permaneciendo detrás de él- escucha, el primer paso es que flotes, así si te llegas a caer podrás aguardar un poco hasta que pienses en algo o alguien te ayude, ¿bien?, vamos a entrar por este lado, con las escaleras, yo voy primero y después tú, quedarás parado si te apoyas en los escalones- le indicó Tony.
Presintiendo ya que el niño se iba a quejar y no queriendo discutir rápidamente se dio la vuelta y se lanzó al agua, asomándose poco después.
-Es tu turno, sólo apóyate aquí- le dijo dando unas palmadas a las escaleras.
Harley pasó saliva y miró con nervios, pero lentamente se dio la vuelta y comenzó a bajar por la escalera, dando un saltito y deteniéndose cuando sintió lo frío del agua.
-Está fría- dijo.
-Cuando te acostumbres estará bien- le dijo Tony.
Entonces continuó bajando hasta que sintió un escalón y el agua le llegaba al pecho.
Tony entonces lo sujetó de un hombro y lo hizo darse la vuelta, de forma que sólo quedó sujetando la escalera con una mano mientras quedaba de cara a él y al resto de la piscina.
-Calma, intenta perder el miedo, tienes el escalón, la escalera donde te sujetas y estoy yo, no vas a ahogarte- le dijo Tony con voz calmada.
Él asintió.
-Intenta mover un poco las piernas, despégalas, como si patalearas, más bien como si corrieras- lo instruyó el hombre.
Harley levantó un pie pero volvió a bajarlo y negó con la cabeza.
-No me siento seguro- dijo.
-Harley, mírame, estoy justo frente a ti, si te mueves voy a detenerte- le dijo Tony.
Harley lo intentó otra vez, y con lentitud logró levantar ambas piernas, aunque sentía que algo lo estaba sosteniendo y no era él, sentía raro y como si en cualquier momento fuera a ser arrastrado.
-Se siente raro- dijo, con tono asustado.
-Así lo sentirás al principio, mejorará después, no te preocupes, ahorita lo que vas a estar haciendo es intentar no apoyarte en el escalón y mover las piernas, mientras te acostumbras al agua, si puedes intenta moverte un poco aún sujetándote de la escalera- le pidió Tony.
Ok, la próxima vez que pensara en convertirse en maestro del niño lo consideraría al menos cinco veces, porque después de diez minutos supo que era muy diferente enseñarle a nadar que enseñarle a hacer cualquier cosa con tecnología, en la segunda el niño entendía muy rápido, era fácil para ambos, y lo admitía, solía disfrutarlo un poco, pero en lo primero se le estaba dando fatal, no lo estaba escuchando mucho y sus movimientos eran bastante torpes, lo comparaba a la destreza que tenía para jugar fútbol, añadiéndole miedo, lo cual sólo empeoraba las cosas, simplemente el niño no parecía tener buenas habilidades físicas, tenía una gran inteligencia pero hasta ahí, podía aplicar perfectamente el dicho que decía que no se podía ser bueno en todo.
Estuvo intentando hacer lo que le pidió durante minutos, pero en vez de tomar confianza parecía perderla, seguía agarrado a la escalera sin intentar moverse y no creía que pronto fueran a progresar en algo más, y no era que esperara hacerlo un nadador profesional tan sólo en ese momento pero estaba acostumbrado a que el niño pusiera más de su parte cuando de aprender se trataba.
Aunque en algo debían darle crédito, estaba siendo muy paciente, sin gritos, rodar los ojos, o mostrar desesperación, después de todo era consciente de que el niño hacía eso porque él lo obligaba nada más, le parecía algo injusto encima estar mostrando molestias cuando estaba intentando complacerlo, tal vez más por amenaza que por gusto pero a fin de cuentas estaba ahí.
-Puedes intentar moverte Harley, comenzando a hacer eso será más fácil para ti después, anda- lo animó.
-¿Y si lo dejamos? Ya viste que no soy bueno en esto- le preguntó el niño.
Debía admitir que se sintió tentado.
-No- terminó diciendo- te creo que no te acercarás aquí por voluntad propia, pero ya te lo dije, hay agua en todos lados, riesgo de ahogarse en todos lados, esto es algo útil, nos ahorro sustos para el futuro- "no sé qué tan largo seguirá siendo pero mientras tanto".
Harley bufó pero siguió intentando y después de otros diez minutos se vio más tranquilo, aún no para intentar moverse.
-Vamos, sólo intenta llegar a este lado, son pasos cortos- le pidió Tony.
Otros minutos, más de los necesarios en opinión de Tony, pasaron, cuando al fin el niño pudo estar de un lado al otro del escalón con pasos torpes y lentos.
-¿No sería más fácil usando un salvavidas?- preguntó entonces el niño.
-Yo no tengo, y cuando aprendí a nadar no me dejaron usarlo, dijeron que me acostumbraría y tardaría más en hacerlo por mí mismo- contestó Tony.
Harley hizo una cara desanimada pero no dijo nada.
-Ok, ya estás algo acostumbrado, vamos a intentar una cosa en serio- le dijo Tony poco después- ven aquí.
Harley lo miró con cara de espanto ante la petición.
-¿Cómo?- preguntó.
-Vas a caminar hasta mí como lo has estado haciendo, aún hay escalón, puedes, sólo que claro, por la distancia tendrás que soltarte de la escalera pero ése es el punto- explicó Tony.
Harley caminó dudoso al frente entonces, pero cuando llegó el momento de soltarse se detuvo y quedó con la mano estirada para seguirse sosteniendo.
-Suéltala- le dijo Tony.
-No- respondió Harley mirando a lo que consideraba lo único que le impedía hundirse.
Tony esperó un poco pero al no haber respuesta decidió hacer algo por él mismo, así que tomó la muñeca de la otra mano de Harley y lo jaló avanzando un poco hacia atrás.
Harley al estar teniendo un agarre más flojo de la escalera y ya que lo había tomado desprevenido, inmediatamente se soltó y dio un pequeño gritito cuando vio lo que pasaba, quedó de nuevo en un escalón pero le llegaba por debajo de la barbilla esta vez, y la escalera aunque en sí no estaba muy lejos, no la alcanzaba.
Tony le tuvo al menos algo de consideración y no soltó su muñeca para no dejarlo menos estable.
-Haber, tranquilízate, y ponme atención- le dijo con voz autoritaria que hizo que el niño volteara a verlo y no a la escalera.
-El propósito es que puedas flotar, para esto la idea es que no te agarres de nada, necesito que estés tranquilo y me hagas caso- le dijo, a lo que Harley lo miraba pero no respondió- escucha, lo que va a pasar es que voy a intentar acostarte en el agua- antes eso el niño lo miró con cara de terror- es algo normal, no vas a hundirte, te estaré sujetando y así podrás flotar, teniendo eso dominado lo siguiente para que sepas moverte en el agua será más fácil.
Harley sólo medio asintió.
-Ok, entonces vas a comenzar a hacer tu cuerpo hacia atrás, la parte de la espalda- a este punto Tony se acercó más a él y le soltó la muñeca, entonces puso una mano en la espalda del niño y la otra un poco arriba de su pecho- voy a empujarte hacia atrás, tú relájate y pon tu cuerpo lo más flojo que puedas, ¿está bien?
Sin esperar más para que el niño no tuviera oportunidad de negarse comenzó a hacer lo dicho, pero Harley en cuanto lo sintió comenzó a patalear y a querer enderezarse, lo cual le fue más fácil por el apoyo de la mano de Tony en su espalda.
-Espera, espera, espera- dijo.
Tony reprimió una mueca de desesperación. Debía ser paciente.
-¿Qué pasa?- preguntó relajado.
-¿Y si me hundo así acostado?- preguntó Harley.
-Niño, estoy justo a tu lado, no voy a dejar que te hundas, ya te lo he dicho- dijo Tony.
-¿No me dejarás caer en modo de experimento para ver qué puedo hacer? ¿Para enseñarme a subir por la desesperación?- preguntó Harley, pues realmente era de las cosas que creía capaz a Tony y lo que había estado temiendo.
Tony frunció el ceño.
-¿Qué? No, Harley, hago esto precisamente para que el agua no te resulte algo traumático, no voy a enseñarte de forma brusca, lo prometo, estoy teniendo cuidado, tal vez sí te apresuré en la escalera pero hasta ahí, no voy a soltarte ni a dejar que metas completamente la cabeza en el agua si no estás listo, créeme- le explicó, aún con sus manos en la espalda y pecho del niño.
Harley lo miro atentamente y luego asintió.
-Va de nuevo, tranquilo- le dijo Tony.
Entonces repitió el proceso, parando justo cuando la cabeza del niño quedaba completamente fuera ya que la estaba enderezando demasiado- las piernas suéltalas, intenta que suban, pero dobla las rodillas, de ahí para abajo que estén completamente en el agua, y tu cabeza también tienes que meterla hacia la mitad como el resto de tu cuerpo, anda.
Harley comenzó a hacer lo pedido pero su cara se veía bastante asustada y Tony sentía su corazón latir muy rápido. Metió la cabeza como le dijo pero notaba que aún la sujetaba tensamente, y sus piernas estaban más undidas de lo requerido, o sea que no flotaban y también las sostenía, su torso se mantenía sólo porque él mismo lo estaba agarrando.
-Inhala y exhala, controla tu respiración y relaja todo tu cuerpo- instruyó.
Harley comenzó a hacerlo pero no hubo mucha mejora, y después de minutos Tony lo hizo pararse para volver a repetir el proceso de acostarlo otra vez buscando que así le fuera más fácil.
Hicieron eso varias veces, en silencio y sólo con Tony hablando para instruirlo.
Había perdido la noción del tiempo, estaba aburrido incluso aunque el niño estaba manejando mucho mejor lo de las piernas, cuando escuchó un ruido ya conocido para él.
-Tengo hambre- le dijo Harley, acostado como estaba.
No era para menos, suponía que serían al rededor de las 08:00 p.m. en ese momento.
-Ok, terminamos por hoy- dijo y comenzó a enderezar al niño- y, la escalera no está lejos así que tienes que intentar llegar ahí tú solo, vas- añadió dejando al niño volteado.
-Tony no- pidió Harley con voz delgada.
-Sí, es tu último ejercicio y mientras más rápido lo hagas más rápido te puedes ir- le dijo Tony, ahora sólo lo sujetaba de un hombro.
Harley no quería pero sabiendo que Tony no le dejaría opción se armó de valor y comenzó a caminar, aún en un escalón, claro, pero los pasos bajo el agua eran difíciles y terminó arrastrando un pie fuera del escalón de forma que por un momento se hundió y su corazón comenzó a latir muy rápido, pero Tony actuó de inmediato y elevó al niño por los brazos antes de que su cabeza entrar por completo en el agua.
-Bueno, te ayudo desde aquí, pero buen intento- le dijo, entonces por los hombros lo empujó hasta llegar a la escalera donde el niño se apoyó de inmediato y subió, acostándose al momento en el suelo lo suficientemente lejos de la piscina, y respirando con dificultad por el susto anterior y más que nada por el alivio de al fin haber salido.
Tony lo vio y luego nadó atravesando la piscina y salió del lado de las puertas donde tenía la ropa, entró en una y se quitó la ropa mojada volviéndose a poner la que se había puesto hace rato después de haber sacado a Harley, luego sacó otros shorts y una playera azul de manga corta y regresó a la piscina, donde el niño seguía acostado.
-Toma- dijo aventando al piso la ropa pero dejándola a pasos de él para que no se mojara- quítate la mojada y ponte ésa, ya tuve que secar hace rato el rastro de agua que dejaste, y antes de que comas toma una ducha, he oído que eso evita que te enfermes, ninguno está para resfriados- instruyó.
Sin esperar respuesta salió de la piscina sabiendo que en ese momento el chico se mantendría alejado y se fue a la cocina por una lata de refresco, dándose cuenta a su vez que no había mucha comida, las cosas enlatadas ya escaseaban bastante, por lo que decidió cocinarle dos huevos al niño sabiendo que él no podía.
Cuando estuvieron listos los sirvió y poco después Harley entró a la cocina, con su pijama ya puesta y por su pelo claramente recién bañado.
-Son para ti- le dijo señalando el plato.
-Gracias- respondió Harley, más serio de lo habitual, no enojado, más bien, cansado.
Se sentó y comenzó a comer mientras Tony terminaba de lavar la cazuela y se ponía frente al niño recargándose en una silla.
-Lo hiciste bien hoy, te pones muy nervioso pero con algo de practica, que seguiremos teniendo, vas a mejorar. Y creo que está de más pero por si acaso lo diré, tienes prohibido entrar a esa habitación solo y sin decírmelo bajo cualquier circunstancia, ¿ok? Mucho menos te metas al agua- le dijo.
-No tienes que repetirlo- respondió Harley desanimado.
-Bueno, entonces come y después eres libre- le dijo Tony.
-¿Volveremos a practicar mañana?- preguntó Harley antes de que saliera.
-No sé si mañana, depende de mis pendientes de la empresa, pero sí que estaremos en ello cada que haya oportunidad- aseguró Tony.
Harley simplemente asintió y él pudo abandonar la cocina recordando que había dejado un extenso papeleo sin terminar en la sala.
Harley por su parte se sirvió un poco de leche y continuó comiendo con tranquilidad, la idea de seguir practicando el nado no le gustaba y esa última experiencia no la había disfrutado, aunque sinceramente valoraba el gesto de Tony de querer prepararlo para emergencias o situaciones de riesgo, así que intentaría hacerlo sin quejarse, sólo esperaba que el día siguiente fuera uno ocupado para el hombre, al menos para dejarlo procesar más a lo que se ataba.


¡Ey! ¡¿Qué tal?! Espero que tod@s estén muy bien y pasando una buena noche, tarde o día.
Y pues aquí está el nuevo capítulo, es sencillo y bastante corto pero funciona como puente para futuras cosas así que espero les guste, funciona como lectura tranquila según yo, jeje.
Y sé que tardé más de lo dicho (trabajando para que no pase mucho eso) pero la verdad no me siento culpable porque como se habrán dado cuenta el día de hoy publiqué dos capítulos seguidos así que hasta aquí les dejo este anuncio y nos leemos en el siguiente. 😉

Yahaira D. G.

Iron Man. Vida como padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora