Café con Leche

El cielo en tus ojos (Parte 2)

Juliana no necesitaba de una persona que la despierte cuando ya contaba con Yooko, su fiel amigo, el ahora gran lobo, saltó sobre ella lamiendo su rostro como siempre solía hacer todas las mañanas.

El día que había esperado toda su vida había llegado.

Poco después de levantarse su padre y su madre la buscaron para ayudarla con su preparación.

Su madre la ayudó a vestirse cosiendo los últimos detalles de la vestimenta que había elaborado con sus propias manos, su padre la ayudó a colocarse la protección que requería como la pechera de cuero, sus muñequeras y protectores de canillas.

Tanok con esmero ataba el cuero en la base de sus pies hasta unirlos a sus pantorrillas, el camino era rocoso y le ayudaría a evitar heridas que no necesitaba. Juliana por su parte sujetó sus negros cabellos con una tira de cuero que restaba de su vestimenta, se encontraba ya casi lista.

Por último, su padre untó pintura roja en sus dedos pasándolos por cada lado de su mejilla luego de unos segundos se alejó apreciando su trabajo.

- ¿Cómo me veo? - les preguntó Juliana.

Mientras Tanok sonreía orgulloso, Kanda se paró a su lado visiblemente nerviosa.

- Como toda una guerrera - respondió su padre.

Juliana respiró hondo asintiendo, Tanok y Kanda se acercaron a ella envolviéndola en un gran abrazo, algo que no sucedía a menudo, pero ella se dejó disfrutarlo.

- Regresa a salvo o te castigo - le amenazó su madre.

Juliana rió asintiendo y saliendo de la choza de sus padres.

Lo que encontró en el exterior la sorprendió de la mejor manera, afuera, muchas personas del clan estaban reunidas formando una fila en su camino, muchos le deseaban que gane, la felicitaban desde ya, le regalaban flores y le daban fuerzas para su iniciación.

Juliana no lo había esperado pero esto la llenó de confianza, sentir el apoyo de su clan era invaluable para ella.

En poco tiempo llegó al centro del pueblo donde ya estaban reunidos los demás muchachos, había buscado por todas partes a Valentina pero no la veía aún. Su padre como jefe del clan llegó junto a los demás adultos guerreros, varios de sus hijos también participarían en la iniciación, incluido el hijo de la mano derecha de su padre Semeel Jak, su amigo Moki.

Todos estaban ya posicionados en sus lugares respectivos, el resto de la personas entre mujeres, hombres y niños siendo espectadores del inicio del ritual que se llevaría a cabo al frente de la multitud como una muestra de respeto y una promesa de protección a la gente del pueblo.

Ya estaba preparado todo para comenzar cuando de pronto Nashua llegó al lado de Tanok, seguido de cinco de sus guerreros que había mencionado anteriormente, Valentina llegó un poco después, buscando inmediatamente a Juliana que le sonrió cuando cruzaron miradas a la distancia.

La castaña dio un saltito al verla, algo que Juliana encontró extremadamente tierno. Su conexión fue interrumpida cuando el grupo de muchachos del clan de Nashua se situó al lado de su grupo, varios la miraban con burla, algo que no la afectó, no era nada nuevo, solo estaba allí para ser la mejor y no pensaba defraudar.