Preludio

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Luego de la pregunta de Camilo, Valentina tuvo que tomarse unos minutos a solas, no podía evitar necesitar un tiempo para pensar en lo que le estaba sucediendo, en lo rápido que su vida había cambiado en apenas unos días.

Respiró profundo tratando de acallar a esa parte de su mente que continuaba gritando que salga corriendo, que esto no sabía cómo calcularlo, cómo controlarlo, cómo hacer que encaje con su forma de vivir pero no podía escucharla, no esta vez, era algo muy extraordinario para simplemente dejarlo pasar.

Desde allí sentada en el escalón de madera que separaba el porche de la casa del patio delantero, miraba a su Mercedes estacionado al lado del Bugatti de Juliana, la realidad física de la existencia de cada una se representaba frente a sus ojos en dos objetos que por más simples que parezcan describían sus esencias.

Valentina tan elegante, reservada, controlada y ordenada pero aún así audaz cuando se lo proponía.

Juliana tan atrevida, frontal, transparente y caótica pero aún así calmada y pensante cuando se trataban de estas situaciones tan estrambóticas.

Ambas tan pero tan diferentes.

¿Cómo era posible que haya coincidido con ella en todas sus vidas pasadas, absolutamente en todas?

¿Qué tenía de especial Juliana Valdés para aparecer en cada una de sus historias?

Escuchó unos pasos acercarse y no tuvo que volver a mirar para saber que se trataba de ella, tampoco se sorprendió cuando sintió su calor tan cerca cuando se sentó a su lado sobre la cálida madera.

- Hola - le saludó Juliana.

Valentina creyó nunca haber escuchado el tono de su voz tan suave.

- Hola - le respondió ella aún mirando al frente.

- No vengo con la intención de presionarte pero sí con una pregunta que puede sonar un poco tonta - dijo Juliana con mucha cautela - ¿Cómo estás?

Valentina soltó un pequeño bufido.

- No es una pregunta tonta, pero sí tiene una respuesta bastante intensa, ¿aún así quieres escucharla? - le preguntó Valentina uniendo sus azules con sus cafés.

- Yo sí, quizá te pueda ayudar, tengo bastante experiencia con intensas - respondió la morena moviendo ambas cejas.

Juliana era imposible, Valentina no pudo evitar soltar una pequeña risa.

- Eres una tonta, me pregunto si en alguna de esas vidas llegué a ahorcarte o algo así

- Puede que en la primera y tu karma sea encontrarte conmigo en todas las demás - bromeó.

- Tendría mucho sentido la verdad - comentó Valentina riendo.

- Anda Val, cuéntame, puedo ser un dolor en el trasero pero prometo escucharte - le dijo Juliana empujando su hombro con el suyo - además recuerda que no solo me aparecí en tus vidas sino tú también en las mías

- Excepto en una - le recordó Valentina.

- Excepto en una - asintió la pelinegra.

- Es que, por dentro es una alta crisis la que estoy teniendo, a este punto enterarme que la vida no es nada como creía que era...

- ¿Pero qué es la vida Valentina?

- Ya no sé...

- Piénsalo bien, el humano siempre tiende a querer simplificarlo todo y ese ha sido su error, al establecer un orden de cómo debería ser cada aspecto que comprende nuestro día a día, ese afán de tratar de sistematizarlo, lanzarle pintura gris a miles matices de colores tratando de suprimir su rareza en vez de entenderla por cómo es, amarla y abrazarla. Val la vida no se trata de lo común, no, la vida es un kaleidoscopio de posibilidades donde en un segundo puedes estar en una aburrida oficina pero luego puedes estar a punto de explorar las otras diez que tuviste.

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