DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]

C u a r e n t a y c i n c o .

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La noche llego con rapidez, y ni cuenta me había dado que desperdicie la tarde entera acostada en la cama charlando con el mastodonte.

Fue divertido e interesante, nunca esperé ese nivel de entretenimiento de su parte.

Pero, a pesar de haber pasado un buen rato gracias a él, algo seguía molestandome en el pecho.

Y era la ausencia de Jaebum.

No había llamado, ni enviado un mensaje.
Y yo tampoco había intentado contactarlo.

Quizás estuvo ocupado con temas del grupo... o quizás aún seguía molesto.

Yo no era del tipo garrapata.
No me gustaba estar encima de nadie, exigiendo que me diga cada detalle de sus actividades del día. Me parecía molesto, hasta incluso un poco asfixiante.

Pero sentía la necesidad de saber si estaba bien.

A este punto ya no tenía que ponerme nerviosa por llamarlo, pero me era inevitable.

Muerdo mi dedo y busco su nombre entre mis contactos, tomando una gran bocanada de aire antes de apretar el icono verde y llevar el aparato a mi oído.

El tono suena tres veces, y a la cuarta, logró oír su voz.

—Billie, hola...

—¿Estas bien?—Pregunto rápidamente, golpeandome la frente al notar lo desesperada que había sonado.

—Lo estoy... ¿Tú lo estás?—Pregunta, robandome una risita al imaginarlo con una ceja en alto, con cara de no entender el porqué de mi pregunta.

—Sí, lo estoy... pero...

Mis palabras quedaron atascadas en mi garganta, negándose a salir.
Habían varias cosas pasando por mi cabeza, entre ellas mi deseo de volver a discutir con el, olvidandome por un momento que estuve a punto de llorar porque lo extrañaba.

¿Pero con qué fin?

Hasta hace poco estábamos bien, disfrutando juntos en su apartamento. Queriendonos sin miedos ni secretos.

Llegué a un punto en el que ya no tenía nada malo que sentir.
Ya no habían decepciones, miedo o enfado.

La ruleta se había girado a mi favor.

¿Por qué esa necesidad de seguir escarbando entre los problemas?

Quizás no estaba acostumbrada a que las cosas me salieran bien.

Había generado un trauma tan grande a mi mala suerte que ya no me hacía gracia ni podía usarlo como chiste. En cambio, sólo sentía temor.

Me sentía avergonzada, pero tenía el presentimiento de que todo se iría al carajo.

—¿Billie?—La voz de Jaebum me devolvió a la realidad.

Una realidad que me tenía atemorizada.
Sin ser consciente, de repende había caído de nuevo en la duda.

¿Como arreglarlo? No lo sabía.