Tanjiro suspira y se recuesta en el escritorio frente a él.
— ¡Esto es horrible! — Alza sus ojos y mira el ordenador frente a él.
— Amor — Kanao entra por la puerta en el fondo de la oficina — Tienes visita — Se veía bastante preocupada.
— ¿Oh? — Tanjiro sonríe y mira a Kanao a los ojos — ¿Quien? —
Kanao agacha su mirada — Murata-san... y Ozaki —
Tanjiro se queda en silencio unos segundos, luego abre sus ojos — ¡¿QUÉ?! —
Unos minutos después ambos estaban en la sala de star de la casa de los Kamado.
Frente a ellos una pareja y dos niños los saludan.
— Cuanto tiempo — Murata le sonríe — ¿10 años? —
Tanjiro sonríe algo incomodo — Cuanto... tiempo — Toma la empuñadura de la daga que tiene detrás de su cinturón, en su espalda.
— No somos parte de la Orden ahora, no venimos a matarte por orden del líder — Ozaki sonrie — Nos enteramos hace una semana que vivían aquí... — Mira hacia todos lados — Casi diez años investigándolos para poder llegar a donde viven... —
Kanao ríe — Nos alejamos mucho de la sede — Mira a uno de los niños — ¿Quienes son? —
Ozaki ríe levemente — Son nuestros hijos — Señala a uno — Aoi con 4 años y Yoriichi con 6 —
El Niño de 6 hace una reverencia, la niña al darse cuenta de eso, también lo hace.
— Oh... — Kanao mira sorprendida a los niños — Han pasado muchas cosas ¿Verdad? — Ozaki asiente.
— Muchas de verdad —
El resto del día se la pasaron hablando de sus experiencias en los últimos 10 años.
Para cuando el sol se empezaba a ocultar, ellos se fueron.
Mientras los veían irse, Tanjiro abrazaba a Kanao.
— Qué niños tan inteligentes y educados — El abrazo que él ejercía en ella se vuelve más fuerte — El de nosotros también será así ¿Verdad? — Acaricia el vientre de la chica.
Kanao ríe levemente — Quizás — Acaricia la mano que Tanjiro tenía sobre ella — Quizás... —
El plano espiritual fue abandonado por ambos al darse cuenta que no podían ingresar durmiendo.
Intentaron meditar, hacer muchas cosas, pero nada resultó.
Al final, y luego de 2 años, se rindieron.
Decidieron asentarse en una ciudad conocida por su comercio, y Tanjiro se volvió el empleado de una empresa, subió de cargo hasta ser el jefe de sección.
La Orden siguió operando con ayuda de donaciones del estado -Ya que los demonios afectaban el plano físico y eran indestructibles por armas, así que el gobierno contrató a los cazadores-.
El mal principal fue sellado en un lugar inalcanzable para los humanos promedios, y los cazadores se volvieron mucho más poderosos luego de recibir las bendiciones de los dragones.
Toda la batalla, había terminado.
