HidanSaku

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__Cupido me ha flechado.... La riqueza me da igual... Solo ha de consolarme mi marino audaz jovial... __

Ese canto.. Lo reconocía sin importar cuanto tiempo pasara desde la última vez que logró escucharla hace ya poco más de 10 años. Con pasos lentos se dirigió al borde del barco para observar el mar que sólo era iluminado por la escaza luz de la luna llena.

__Doncellas vengan todas, quien quiera que seas.. Que el amor de un audaz marino.. Surca el bravecido mar... __

No pido evitar sonreír al notar la delgada y fina figura del ser que buscaba desde hace tiempo sentada en un montón de piedras serca de la isla en la que tenía planeado desenvarcar para reparar el barco que había sido dañado unos días antes en la última parada que hizo cuando los guardias de la corona los siguieron en un intento de detenerlos.

La mayoría de los tripulantes dormían a esas horas ya, pero el siendo el capitán no podría descansar sabiendo que estaban en aguas desconocidas, es por eso que logró reconocer el canto de la hermosa sirena que había estado buscando durante tantos años. Logró ver como la silueta de la sirena se volvía hacia el barco y aunque por la lejanía no lograba ver su rostro, en el fondo de su ser quería creer que ella lo había sentido.

La sonrisa que tenía plasmada en su rostro desapareció al notar como la majestuosa sirena se lanzaba nuevamente al mar perdiéndose de su vista. La furia recorrió su cuerpo y el dolor en su pecho se intensificó como si estuvieran clavando una daga envenenada en su frío y retorcido corazón.

Con coraje la busco entre las olas pero esta no volvió aparecer durante el resto de la noche, el dolor en sus ojos desaparecio conforme el sol salió dejando solo un par de ojos carmesí vacíos y sin vida en su lugar. Los primeros marineros que despertaron se encontraron con su capitán totalmente quieto en la borda viendo hacia la isla como si buscará algo, no les sorprendia la actitud tan extraña de él ya que desde que se unieron a la tripulación del más temido pirata en el mar, habian notado muchas actitudes extrañas en el, casi no dormía o comía, se mantenía despierto por varios días sin necesidad de pegar el ojo y sobresalía una clara obsecion por las historias de las hermosas sirenas que vivían en el fondo del mar y que muy pocos marineros lograron ver y salir con vida.


Fue difícil pero después de medio día habían logrado llevar el barco a la costa pasando las furiosas olas para poder arreglarlo en tierra firme. El capitán daba órdenes al igual que siempre pero por alguna extraña razón cada uno de los presentes comenzaba a sentir una vibra extraña conforme pasaban las horas y el sol se ocultaba.

El campamento que habían hecho en tierra les sirvió de cobijo cuando llegó la fría noche que al igual que la anterior era iluminada por la luna llena. Después de que todos estuvieran profundamente dormidos el capitán salió de su tienda despacio y en total silencio dejando atrás su espada y sombrero y sólo llevando en sus pálidas y marcadas manos una pequeña rosa manchada con su sangre.

Conforme se alejaba del campamento y si asercaba a las rocas en donde antes había visto la silueta de aquélla mujer, el dolor en el pecho comenzaba a disminuir dejando una sensación de vacío en su lugar. Con pasos cuidadosos se aserco al borde de la roca más grande y dejó caer la rosa que tardo en desaparecer entre las olas que chocaban con fuerza en el borde.

__Cruel y fría eres como el mar.. Cuando a mi tu regresarás.. Ohh Sakura oye mi cantar, mi amor no morirá... __ su gruesa y ronca voz se escucho firme entre el ruido del mar mientras una silueta alargada y oscura comenzaba asercarse en las aguas__Jurare.. En el nombre del mar, mi corazón tuyo será. .. Por diez años yo he de esperar.. Para contigo estar...__ canto viendo como de las aguas salía una figura delicada y hermosa.

Sakura harunox harem Donde viven las historias. Descúbrelo ahora