Solamente son OneShots, Bakubottom que saco de algunas de mis canciones favoritas...
A esto me 'retaron' y sigo agradecida con ello, ya que había querido hacer algo como esto desde hace tiempo.
Espero que no quede tan mal como imagino.
Besos en la c...
Estaba algo escondido, dando un sentido de privacidad que también los impulsaba a quedarse, recordando su infancia cuando podían pasar horas juntos en una cueva, viniendo de padres indulgentes y una sociedad desinteresada.
"Para empezar hay que ver lo que tienen" Dijo, quitándose el uniforme, para ponerse en posición de pelea.
"¿Crees que puedes contra nosotros cuatro? Si que eres egocéntrico" Dijo Tatsumi, intentando que Katsuki se enojara.
"Cuando me veas pelear, también lo vas a creer. Usen sus quirks"
Los cuatro lo rodearon, intentando derribarlo, ya que con ello ganarían, Katsuki tomó el brazo de Ryota, siendo él el más ligero, tomándolo hacia arriba sin problemas gracias a su vasta información en artes marciales de peso, como el kendo o judo, siendo bastante bueno en ambas.
Empujó al otro rubio contra Ayamari, quien seguía muy asombrado como para pelear, secretamente ocupado viendo como los músculos en los brazos del rubio se tensaban al levantar peso. Él estaba dan distraido que cayó sin problemas y Katsuki tomó ambas muñecas de Kato para evitar que usara su quirk, dirigiendo su rodilla a los costados del flacucho chico, de inmediato haciéndolo caer en la montaña de cuerpos que estaba creando.
Solo faltaba Tatsumi que quiso 'bajarle los humos al rubio', activando su poderoso quirk, robando la velocidad del chico y ocasionándole un dolor intenso a lo largo de su cuerpo.
Aún así, ese no era dolor suficiente como para detener al orgulloso Bakugo, quien sa acercó mucho más lento de lo normal, tomando del cuello al otro, sujetándo su nuca para que perdiera la concentración, por lo que su quirk se detuvo y Katsuki lo tumbó al suelo en ese lugar, ganando la primera pelea.
"Ja, muy fuertes pero les gané a todos sin quirk. Van a necesitar mucho entrenamiento" Sin darse cuenta, había aceptado entrenarlos, sonríendo un poco y sentado, saltando sobre la espalda de Tatsumi, diciendo 'eso me dolió' hasta que se cansara.
Si Kato hubiera sabido que hacer amigos era tan fácil, tendría más.
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Llevaban dos meses y medio entrenando y todo era muy diferente.
Katsuki era muchas cosas, y perfeccionista era sin duda una de ellas.
Lo que antes era un feo baldío lleno de tierras y graffitis, ahora era un suelo libre, un intento de césped que había pretendido arreglar desde hace días, y en el que enfocaba su esfuerzo. Y un pequeño cuarto al que había lavado los graffitis y había pintado de un naranja pastel que le daba un ambiente más que cálido al lugar.
Todo el dinero lo había tomado sin preguntar de sus padres millonarios, le era fácil gastar y siempre le interesó el tema de la decoración de interiores y exteriores, era la unica parte del trabajo de su padre con la que había experimentado desde pequeño.
Ayamari amaba recargarse en el agujero en la pared que daba al pequeño jardín que el cenizo trataba de hacer, le gustaba grabar en su mente el esfuerzo que le ponía a todo, su pequeño movimiento de cabeza cuando lograba que alguna de las cercas que intentaba poner se quedaran en su lugar.
