Capitulo 5

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       Mientras que Alexandra seguía tan solitaria como de costumbre, sin duda se había convertido en el pañuelo de lágrimas de todos sus amigos, si hubiera sido una psicóloga no hubiera escuchado tantas historias, ella no tenía nada que contar más que lo que podía ocurrir en clases con sus alumnas en el colegio, pero no era nada relevante o también podía contar cómo su gato Michi y ella jugaban por las tardes o como también Michi maullaba cuando cazaba algún animal, eso era su vida, además de dar largos paseos cuando no tenía nada que hacer, se había aburrido de ver televisión o la depresión amenazaba con ahogarla y volverla loca, se daba cuenta de que cuando se sentía triste o melancólica se le bajaban las defensas, por esa razón siempre buscaba salir o hacer cosas así fueran casi inútiles, limpiar la casa era unos de sus deportes favoritos, al igual que  limpiar y cuidar de su jardín.

Dos años después.

       Alguien despertó a Alexandra en medio de la noche tocando el timbre de la casa, nadie muy seguido lo tocaba y mucho menos por la noche, no se iba a dormir tarde desde hacía ya mucho tiempo, a las ocho y media o nueve de la noche Alexandra ya se encontraba en su cama durmiendo, solo se desvelaba cuando iba a tocar cada fin de semana en el lugar de siempre, un tanto desconfiada se levantó de la cama, además se sentía torpe por la pastilla que se tomaba antes de dormir, salió de su habitación y caminó hasta la ventana para tratar de ver quién era la persona que tocaba el timbre con insistencia, se frotó los ojos con las manos para tratar de borrarse el sueño, hasta que logro distinguir la figura de una mujer en la entrada, sin más remedio se atrevió a salir y una vez fuera la voz de Cintia llegó a sus oídos, Alexandra corrió a abrir la puerta que daba a la calle y vio a su amiga golpeada y sangrando del rostro.

-¡Alex! – exclamó a su amiga con alivio y un sollozo cuando la vio abrir la puerta que daba a la calle.

-¡Cintia! ¿qué pasó? – le pregunto mientras la dejaba entrar y volvía a cerrar la puerta.

-¿Podría pasar la noche aquí? – dijo tratado de controlar su llanto.

-Si, claro – Alexandra la tomo de los hombros, la llevo dentro y la sentó en un sillón – espérame un momento voy por algo para limpiarte ¿de acuerdo? – Cintia asintió.

      Tras esto Alexandra se fue a su habitación en dónde tenía guantes desechables de látex, algodón y alcohol, así como algunos curitas, regresó enseguida y se puso los guantes antes de comenzar a limpiar la sangre de su amiga del rostro, Cintia la miró con cierta curiosidad al verla con guantes, pero luego recordó porque Alex lo hizo.
-Es para no correr riesgos de contagiarte – le recalcó Alexandra mientras la limpiaba con cuidado y sin hacerle preguntas sobre que era lo que le había pasado, ella mejor que nadie sabía cómo era sentirse mal y no tener ganas de hablar, mucho menos si te presionaban.

     Alexandra termino de limpiar su rostro y al final le colocó un curita a su amiga sobre su ceja izquierda, no hacía falta preguntar quién le había hecho eso, seguramente su marido le había dado varios puñetazos, esto hizo hervir la sangre de Alexandra de irá, se quitó los guantes y decidió que no había nada más que pudiera hacer por Cintia en ese momento que darle un abrazo, fue correspondida inmediatamente a la vez que Cintia rompía en llanto de nuevo, dejo que llorara y que mojara su blusa de pijama, Cintia sintió el calor de Alexandra, su cuerpecillo delgado contra el suyo que parecía desde hace dos años ser más robusto que el de Alexandra, quién parecía ser una adolescente sin mucho que mostrar, además su corte de cabello Pixie le daba ese aire, su rostro se veía más pequeño y se podía apreciar mejor su belleza, pero en sus ojos se podía notar que no había mucha alegría y viveza en ellos.

-Él me golpeó – dijo por fin Cintia – me pegó porque le reclamé que aparte de no hacer nada llega borracho. Mi suegra vio y escucho y no hizo nada por mi – sollozo de nuevo – además me reclamo que no sirvo para tener hijos, pero él no quiere venir conmigo a ver a un especialista.

Alguien másWhere stories live. Discover now