-Creo que ya memorice la fórmula para la parábola- Tomura lo miró incrédulo mientras paseaban en el supermercado- Es sencilla pero la acabo de olvidar, esta en mi cerebro yo lo sé

-Claro, haré como que te creo- Fueron a la fila, Tomura pagó y salieron en seguida, esta vez no hubo inconveniente- Creo que ya tienes una idea de lo que haremos hoy ¿Verdad?

-Por fin vas a probar a Mr. Pingui, genial, me gusta- Tomura abrió su casa dejando pasar a Dabi, no pudo evitar da un chiflido al verla, se quitaron los zapatos y fueron a la cocina- Veamos, creo que todo está muy claro en la clase que te di y tenemos el instructivo, solo pon el hielo y gira la palanca

-Ya lo sé, trae un vaso y ponlo en sus vísceras- Dabi comenzó a reír ante el comentario, el estómago del pingüino estaba hueco pues ahí se ponía el vaso- Ahora solo giro esta cosa

-Claro... vamos Shigaraki tu puedes, pon más esfuerzo- Tomura lo volteó a ver mal y comenzó a girar la palanca, minutos después pudo ver salir el hielo hecho pedacitos- Genial, sigue trabajando esclavo

-¿Esclavo? ¿Qué tal si cambiamos? Te toca girar- Tomura tomo la mano de Dabi y la puso en la palanaca, Dabi sacó un bufido pero no se negó- Nos conocemos desde abril, ya casi acaba julio y nunca me dijiste que pasó después de tu intento de suicidio

-No pasó nada importante- Dabi siguió girando y se concentró en el pingüino- Llegaron a ayudarte, tu maestro subió a la ambulancia y te llevaron al hospital, solo pasó eso, tus compañeros con cerebro de esponja dijeron ¨Ojalá ya se muera¨ Son tontos

-Claro, ya esperaba escuchar eso- Tomura no volvió a decir nada hasta que estuvieron los dos vasos repletos de hielo, Dabi puso en el suyo de piña y Tomura probó el de cereza- No sabe mal

-Claro que sabe bien, comía alrededor de 4 en las tarde de verano, claro ahora no puedo comerlos, pero sigo recordando el sabor- Tomura siguió comiendo y Dabi le robaba un poco del suyo- Tuvimos que vender muchas cosas por algunos gastos pero al final pude salvar esta cosa y te la entregué a ti

-No necesitas justificarte frente a mi, solo si necesitas algo dilo ¿Entiendes?- Dabi asintió varias veces, Tomura llevó los vasos vacíos al fregadero- Sígueme, te enseñaré algo que nadie ha visto, será mejor que no digas nada o cortaré tu lengua ¿Entiendes?

Dabi dijo un ¨Sí¨ Comenzaron a caminar por la casa hasta llegar a un puerta blanca, Tomura la abrió y dejó ingresar a Dabi, casi se le caía la boca al ver todo eso, había lienzos por doquier, figuras de origami colgando del techo, un estante de esculturas de manos, muchos escritorios con diferentes materiales, atriles, había muchas pinturas colgadas en las paredes, todas eran diferentes y representaban cosas distintas, en la esquina obviamente estaba su firma, había muchos estantes con pinturas, pinceles y demás cosas que no sabía su función, caminó hacia el estante con las manos, cada una era diferente, había detalles increíbles y Dabi no podía creer que no fueran reales, después fue hacia un escritorio encontrándose con una escultura algo graciosa, era una bolita, tenía ojos y poco de su cerebro descubierto, tenía una cola hecha de huesos y dos pies que tenían unos tenis, iba a agarrarla hasta que miró hacia atrás, Tomura tenía los ojos entrecerrados y los brazos cruzados

-Se llama Nomu, se me ocurrió mientras soñaba, hay muchos pero ese es algo tierno ¿No crees?- Tomura se colocó a su lado y se la dio con sumo cuidado a Dabi- Si la rompes voy a cortarte el cuello

-Claro ¿Cuánta imaginación tienes para poder lograr esto?- Dabi la observaba de todos los ángulos posibles, tenía una forma que jamás hubiera pensado- Tienes talento y no me cansaré de decirlo

-No es la gran cosa solo hago lo que imagino- Tomura tomó la escultura que tenía Dabi y lo guió hacia un atril que estaba tapado- Dijiste que te gustaba La noche estrellada sobre el Ródano, tenía tiempo libre, quería practicar un poco con óleo y eso me llevó a esta cosa

Trauma- DabishigaWhere stories live. Discover now