Tomura y Dabi se encontraban en la colina, Dabi contaba cuántos carros veía y el otro solo quería que se callara y se pusiera a estudiar la fórmula de la parábola, claramente no iba a pasar, Tomura ya no soportaba su voz, solo le decía que abriera al pingüino para mostrarle su función, tuvo que abrirlo, era azul claro, tenía algunas estampas de estrellas y gatos, la manija estaba algo desgastada pero seguía funcionando a la perfección y venía con dos saborizantes, cereza y piña. Dabi le había prometido ayudarlo a usarlo cuando comprará el hielo. Dabi y él caminaron hasta su casa, entonces Tomura lo decidió, lo volteó a ver y solo lo soltó
-¿Qué tal si intercambiamos números?- Dabi se sorprendió al escuchar eso, Tomura solo quería ingresar a su casa y hacer como si no hubiera dicho eso- Podremos comunicarnos más
-Lo siento- Tomura lo sabía, Dabi no lo veía como un amigo, tal vez tu padre tenía razón y solo era como los demás- No tengo teléfono, rompí el mío y ahora junto dinero para comprar otro
-Oh ya, supongo que nos veremos algún día- Tomura intentó ingresar a su casa pero Dabi lo tomó del brazo- ¿Qué quieres? Necesito irme
-Salgamos cada tarde, el verano es largo, podemos hacer muchas cosas tú puedes enseñarme lo que quieras, te ayudaré en lo que sea- Tomura no dijo nada y lo dejó proseguir- Podemos salir de 4 a 8 o si quieres menos tiempo, solo con verte unos minutos es suficiente para mi
-Claro- Tomura dijo sin darle importancia y se soltó del agarre de Dabi- Te esperaré mañana aquí a las 4, si no llegas me encargaré de sacarte el cerebro ¿Entiendes?
Dabi asintió y caminó hacia la calle principal, Tomura lanzó sus cosas al sillón y fue a su estudio, hoy le tocaba practicar sus técnicas con acuarelas, odiaba ver el agua después de que limpiaba los pinceles en un vaso, se veía asquerosa, y aunque tuviera una pincel especial para eso, a veces le daba pereza recordar dónde lo había dejado, era simple, solo debía hacer un árbol de cerezos, la técnica era fácil y las tonalidades de rosa que debía usar, era lo que le gustaba idear, después de horas ahí dentro por fin pudo terminar, comenzó a sobar su cuello y fue a cenar algo.
-Mañana saldré con un amigo- Su padre lo volteó a ver y Tomura solo se quedó ahí sin decir nada- Como nunca hago nada en vacaciones él me dijo que podíamos salir cada día, de 4 a 8 ¿Esta bien?
-Me gusta que intentes hablar con la gente, no hay problema para mi- Su padre apagó la tele y caminó hacia él- Cuando sepas que es tu amigo, preséntamelo, quiero conocerlo
Tomura asintió y siguió comiendo, vio una película y se fue a dormir hasta las 3 de la mañana, miró vario tiempo a su techo, había estrellas colgando de él, que se reflejaban a veces gracias a la luz nocturna. Eran las 3:30 pm cuando escuchó la voz de Dabi, todavía era muy temprano para que ese tonto llegara, corrió por su mochila y salió deprisa, vaya que ese tonto no sabía respetar horarios. Compró bollos de carne de res y jugo de manzana para pasar la tarde. Al llegar a la colina comenzaron a estudiar un poco de gramática, al parecer en eso si era bueno. Pasaron así las próximas dos semanas, intentando enseñarle a algo a Dabi, comprando comida y viendo mil atardeceres juntos
-Veamos qué más traes aquí- Dabi le quitó su mochila y comenzó a ver el contenido, hasta que se encontró los panfletos- Wow, estas universidades son geniales, son las mejores ¿Planeas estudiar artes? Deberías ir a esta, es muy buena, además con tu talento irías a la que quisieras ¿No crees?
-Supongo, la verdad no es importante- Tomura intentó quitarle los panfletos, pero no lo logro- No planeo estudiar artes o algo que tenga que ver con eso... no se si logre vivir de eso
-Pero serás feliz, es algo que te gusta- Dabi le enseñó las instalaciones de una universidad que veía, Tomura no podía negarlo el campus estaba increíble- Debes ser feliz con lo que haces aunque no tengas dinero, deberías estudiar algo con las artes
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Trauma- Dabishiga
Fanfiction-¿Qué tal si sonríes?- Preguntó Dabi mientras se balanceaba en el puente- Tal vez eso haga que tengas más amigos -Yo... yo no sé sonreír- Tomura volteó hacia otro lado intentando ignorar la mirada de Dabi- No tengo motivos para hacerlo y no sé cómo...