3. Soledad

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Apenas Alex entraba a su edificio se encontró cara a cara con una mujer con una gran trenza y ojos avellanas, era alta y muy desarrollada.

-¡Alexby! ¿Corazón, como te ha ido en el trabajo?

Amidala era una chica muy dulce, siempre trató al pequeño Alex como un hijo; lo cual le incomodaba un poco al menor, ni hace falta aclarar que este siente atracción por ella desde que la conoció, el motivo era más que obvio; cada vez que la mujer se movía sus grandes pechos acompañaban el movimiento haciéndola parecer una de las monas chinas de los libros de Rubius.

El pequeño de cabellos oscuros se sonroja al toparse con la mujer, este aparta la mirada y responde ligeramente encogiéndose de hombros.

-Ho- Hola ¡Amidala! ¡Todo muy bien en el trabajo!..

Alex suelta una risa nerviosa; no quería decirle a Amidala que casi lo despiden, se preocuparía y lo protegería como si fueran un niño pequeño.
La mujer de ojos avellanas le dirige una amplia sonrisa y abraza al pequeño Alex estampando sus pechos en su cara; Esa era otra de las cosas que le molestaban demasiado al menor, ¡era muy bajo! Cada vez que la mujer le abrazaba ponía sus pechos delante de él, y eso le incomodaba mucho empezando a tintar sus mejillas de un rojo muy fuerte. Amidala sacaba el lado heterosexual de Alexby.

Al liberarse de los pechos de la mujer, Alex se aleja rápidamente y respira hondo muy ahogado. La mujer sólo sonríe feliz, nunca se daba cuenta de la atracción producida por Alex hacia ella, ni mucho menos lo imaginaba, ella tenía 18 años más que el pequeño de apenas 20 años, una relación con él sería algo mal vista.

(Debo aclarar que en esta historia Alexby tiene 20 años por lo cual todos en la historia tienen 7/8 años menos, Fargan tiene 28, Amidala 38, Rubius 23, Willy 20, etc.)

Alex estaba incómodo ante esa situación así que sólo se encoje de hombros e intenta rodear a la mujer intentando llegar al elevador. Aún así la mujer tomando el cuello de la camisa que llevaba el pequeño lo vuelve a acercar haciendo que Alex se ruborice.

-Pequeño, quítate tu camisa.

La petición tan directa de la mujer hace que Alex reciba un escalofrío en su espalda. ¿Tenía que ser tan directa con él? ¿Qué pasaba en la mente de esa mujer?

-La has manchado, tontito, deja que la lave por ti.

Una sonrisa abarca la cara de Amidala, Alex le corresponde una sonrisa nerviosa sin decir nada. La mujer desabrochar el primer botón de la camisa, lo que hace que Alex se sobresalte.

- ¡Amidala! Yo puedo quitármela sólo, ¡ya no soy un bebé!

Amidala sonríe y Alex empieza a desabrochar su camisa y al quitársela se la da a la mujer, la cual sin problema alguno saluda a Alex y se da media vuelta hacia su apartamento en el edificio. El menor avergonzado por tener su torso al descubierto entra al elevador rápidamente.

Al entrar se topa con un espejo delante de él donde puede ver todo su pecho desnudo, este mira fijamente su cuerpo delgado y pequeño y vuelve a pensar en sus superiores; tenían razón, podrían atravesarlo con una sola bala, en cambio a David una bala estaba seguro que le rebotaría, era muy fuerte y alto, y los oficiales tenían razón al decir que era más eficiente que él. Con sólo pensar eso, el corazón del pequeño se destruye y por unos momentos tiene el deseo de tirar todos sus sueños por la borda, él se maldice a si mismo. ¿Por qué el tenía que ser así? Tan pequeño... tan delgado... tan... inútil.

Antes de que sus preguntas puedan responderse el elevador se abre en el piso del pequeño y este se da media vuelta y sale.

- Pero bueno, Alesbi, ¿Qué haces con esas pintas?

Como siempre el carismático Rubio estaba apoyando en el marco de la puerta de su departamento haciendo formas con el humo que salía de su vapeador. Alex y el rubio de ojos vedes llevaban siendo vecinos desde hace 7 años. Siempre fueron mejores amigos, lo cual hizo que si uno de los dos se mudaba de apartamento el otro inmediatamente tomaba el de al lado.

-Ya sabes, Rubius... Amidala

El mayor imita un gemido falso al escuchar el nombre de la mujer, parecía un gato en celo, esto era algo que hacía siempre que decían el nombre de una mujer u hombre guapo. Aunque estaba se rumorea que está saliendo con alguien, Rubius siempre se sentía atraído por alguien más, lo cual Alex no entendía porque Vegetta, con el cual se rumorea que están saliendo, no le celaba.

-Que suerte tienes, Alesbi, ya quisiera tener a esa señora para mi

-¡Hey! Más respeto con Amidala, coño, tiene 15 años más que tú joder, además tu tienes a Samuel ¿Qué no están saliendo?

-Pfff, ¿Con De Luque? Meh, si tuviera esos pechos me bastaría con él, pero Amidala, ufff...

Alex ríe; sabe que aunque diga esas cosas, su amigo está obsesionado con Vegetta, él cree en los rumores del pueblo ya que es muy obvio que algo traen esos dos.

De repente una voz leve y dulce se escucha desde el departamento del mayor llamando a su nombre; Alex levanta una ceja con curiosidad de quien sea.

-¡NIEVEEEES! ¡QUÉ YA VOY, COÑOOO!

Alex ríe al escuchar el nombre de la pequeña Nieves, amiga de Rubius, era una pequeña pelirroja un año menor que Alexby. Siempre estaba cerca de su amigo, al parecer era una de las pocas personas en las que confiaba; Alex nunca le prestó mucha atención, simplemente no le importaba.

El menor empezó a sacar las llaves de su apartamento y se acercó a su puerta para abrirla.

-Bien, te dejo con la pequeña Nieves, nos vemos, Rubiuh

El mayor hace un círculo de humo llevándolo a la cara del menor, el cuál comienza a toser.

-Esta Bien, ve a lo tuyo, te veo mañana, Alesbi

Con esto el mayor vuelve a entrar a su apartamento cerrando la puerta.

Alex hace lo mismo y al entrar se arroja a su sofá; en eso siente en el bolsillo del pantalón un monto, él mete su mano y saca el dinero que Willy le dio; sonríe recordando lo tanto que el albino hizo por él. Entonces recuerda lo que este le había pedido; su amigo Fargan se quedaría en su casa, no sabía quién o como era y era algo que le daba curiosidad, ¿Quién sería su compañero de piso en los siguientes días? Willy dijo que mañana hablarían de eso, pero... ¿Fargan estaría ahí?

Alex se hundía en sus propias preguntas, estaba en su casa, tirado en su sofá, completamente sólo, algo que lo llevó a pensar que tener un compañero no sería tan malo, él siempre estaba sólo y era algo que le entristece; desde que Frank murió se sentía muy sólo, como si hubiera un vacío en cualquier casa a la que se mudaba, contando que estos dos años se había mudado unas 3 veces debido a esto. El extrañar a Frank era algo que no podía superar, le dolía mucho pensar que no estaba ahí, y le dolía mucho más no haber conseguido eso que Frank tanto quería para él, el que Alex entrara al cuerpo.
Si tan sólo ese David no hubiera llegado...

-¡NIEVES, NO TOQUES ESO!

Los gritos de Rubius desde el departamento de al lado despertaron a Alex de sus pensamiento. Este se levantó y se dirigió a su habitación para dormir cómodamente hasta el día siguiente.

OLEEEEE :D
Otro capítulo más ugu
Gracias a todos por haber leído el tercer capítulo :D

Ojalá les haya gustado ugu💜

🍂My Coffee's Boy🍂[Fargexby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora