-- Hyung... Yoongi... -- Llamaba entre los húmedos besos el bailarín, no sabiendo como manejar del todo la situación de estar sentado sobre el regazo de la persona que le gustaba, compartiendo ese momento tan íntimo. 

Las grandes manos del skater tomaron sus caderas para hacer que su cuerpo se pegase más al suyo. -- ¿Quieres parar? -- Inquirió sintiéndose inquieto, succionando el belfo inferior ajeno. 

-- N-no, sigue. -- 

Eso es lo único que el pálido necesitó escuchar para sentirse aliviado, no le hubiera gustado estar cruzando nuevos límites sin saber que el chico sobre él estaba de acuerdo. Y Dios, era indescriptible la sensación de escuchar los suspiros de Park perdiéndose en su boca, el tener sus manos perdidas por dentro del sueter azul de lana de su novio, acariciando su cálida piel que parecía pedirle a gritos que la tocase más y más. 

Fue Jimin quien ladeó su rostro un poco para que el beso se volviese más profundo y húmedo, con sus lenguas y dientes participando, era casi adictivo. 

Ambas manos del pálido se movieron hasta meterse en los bolsillos traseros del pantalón de su chico, apretando aquella zona con sus dedos. -- Sin miedo, Yoongi... -- Musitó contra su boca y el nombrado tuvo la sensación de ponerse a cien en ese mismo momento, ese chico podía controlarle con unas simples palabras. 

Sintiéndose aún más seguro, el de ojos felinos alzó sus caderas, y eso fue lo que les regaló una de las más agradables sensaciones. -- M-más, así más. -- 

-- Bebé ¿por qué pareces estar hecho a medida para gustarme tanto? -- Le preguntó con voz profunda, bajando sus besos por su mentón hasta llegar a la piel de su cuello. A pesar de que quería morder y chupar en esa zona, no pudo, era consciente de que no podía dejar que su novio llegase a su casa con esas evidencias. 

Aquella frase hizo que el bailarín riera de forma lasciva haciendo una honda con su cuerpo que comenzó con su pecho y terminó en sus caderas. -- No sé, supongo que es recíproco, hyung. --

-- Me encantas y- -- Piip piip piip

La música seguía puesta, pero aún así pudieron escuchar como el teléfono del más joven había comenzado a sonar, bueno, no era ninguna sorpresa, ambos eran conscientes de que hoy no iban a pasar demasiado tiempo juntos. 

El haberse calentado ese día había sido fallo de ambos. 

-- Hola, mamá ¿Todo ha ido bien? -- Inquirió el azabache regalándole una sonrisa que sonaba a disculpa hacia Yoongi, quien le sonrió de vuelta para relajarle. 

Sacó las manos de los bolsillos y se dedicó a acariciar la espalda del chico que tenía sobre él. 

-- Sí, Jimin. Tu abuela ya llegó de Busan, creó que se entristeció un poco al no verte allí para recibirla, es el primer año que no vas a darle el primer beso tú al verla. -- 

El nombrado rió, él y su abuela eran bastante unidos. -- Le daré mucho cariño cuando esté en casa. -- Aseguró posando sus labios sobre la frente de su hyung.

-- A eso iba, ya debo de pasarte a buscar ¿Dónde te espero? Ya estoy en el auto. Es tarde, créeme que te he dejado tanto tiempo como he podido, pero hoy es la cena empresa de tu padre y sabes que tan importante es que vayamos todos. -- 

-- Sí... lo sé, mamá, no te preocupes. Ahora mismo te paso mi ubicación. -- 

-- Bien, ahora te veo. -- Jimin asintió estando a punto de finalizar la llamada, pero el grito de su madre lo alertó. -- ¡Espera! Dile a ese chico, con el que sé que estás ahora mimo, que vaya contigo, quiero saludarle hoy por lo menos, me encantaría desearle feliz navidad a quien parece tener tan ensimismado a mi hijo, qué menos. -- 

Skater Boy || YoonminWhere stories live. Discover now