Donde Fargan planea pedirle compromiso a Alexby pero el cambio de planes lo arruina todo...
𝙳𝙰𝚃𝙾𝚂 𝙳𝙴 𝚅𝙸𝚃𝙰𝙻 𝙸𝙼𝙿𝙾𝚁𝚃𝙰𝙽𝙲𝙸𝙰:
- En el mundo de Karmaland pedir compromiso es igual a pedir convertirse en novios en la vida real
- Todo...
Alex salió corriendo en cuanto Fargan entró en shock por sus palabras.
No había pasado ni siquiera una semana ¿Cómo podía ser que él haya cambiado tanto?
¿Acaso no entendía el punto de vista de Fargan? ¿No había entendido que los nervios dijeron cosas que él no pensaba?
¿Era culpa de Fargan? ¿Alex ya lo había superado?
Ningún pensamiento del amante de los pájaros tenía ni siquiera una mínima idea de lo que realmente pasaba en la mente del contrario y, lo poco que podía razonar, no estaba ni cerca de lo que era la realidad.
Alex huyó y se encerró en la seguridad de su hogar, abrazando a su mascota mientras lloraba, sin saber que había alguien atento a sus movimientos.
Fargan permaneció congelado en su lugar por un rato, hasta cayó sentado en la cama sin darse cuenta.
Un mensaje fue lo que lo sacó de su trance, como había pasado la última vez que arruinó las cosas con su amado.
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No respondió.
Quiso hacerlo, pero no pudo.
Las lágrimas en sus ojos no se lo permitieron.
Era la primera vez que lloraba por el tema, ahora era oficial que no había nada más que hacer. Finalmente entendía lo que Alex sintió, pero había algo que no llegaba a cerrarle.
Se levantó un poco, vagó un poco, se apoyó en una de las paredes y finalmente subió las escaleras.
Aunque cada vez que se elevaba unos simples milímetros comenzaba a sentirse aún más frágil. Cómo si su cuerpo fuera de plastilina y la gravedad le atraiga con más fuerza de lo normal al centro de la tierra.
Dio otro par de vueltas por los alrededores, no veía mas que una borrosidad detrás de un mar de lágrimas que cubría sus ojos.
No quería rendirse pero, si Alex no ponía de su parte sería completamente imposible hacer algo. Además, él mismo dijo que no y no, es no.
Inconscientemente, su andar comenzó a ser dirigido hacia su hogar donde Dulce estaba esperándolo para celebrar.
Afortunadamente no había preparado nada porque no sabía que es lo que haría la, según ella, nueva pareja. Todo el plan terminaba en la declaración, aunque tenían preparado algo de comida por si querían quedarse a cenar en el mismo lugar.
Ella esperaba toda una historia romántica en la que ambas almas sanaban juntas, lo que sea, menos lo que llegó a la casa esa noche: Un búho completamente destrozado, empapado en lágrimas y con el corazón hecho pedazos.
Fargan no llegó a decir ni A cuando su mejor amiga saltó a sus brazos, intentando darle el apoyo que se notaba a leguas necesitaba.
