01 Escape

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Correr.

Huir.

Escapar.

Tratar de que no te atrapen. 

Es lo único que pasa por  mi mente en estos momentos 

Tengo el vestido roto pequeñas ramas se han atorado en el , tiene lodo por todos lados hace frío y la lluvia cae a cantaros y lo único que puedo hacer es correr por mi vida.

Mis piernas duelen correr con tacones no es la mejor opción, Tengo el corazón acelerado, mi respiración es entrecortada, Siento el miedo terrible de que me encuentren pero si no quiero que ocurra eso tengo que seguir corriendo.

Llegó a un prado donde a lo lejos se ve un campamento protegido con reja alrededor y me doy cuenta que logre mi objetivo  siento una felicidad total  por fin estoy fuera de ese horrible lugar.

Siento como mi cuerpo impacta ante la hierba mojada y poco a poco  voy callando en un profundo sueño víctima del cansancio.

Varias horas antes 

— Señoritas cuando Mikasa baje a comer con nosotras podremos degustar los alimentos antes no ya que es de mala educación — La señorita Alice Montgomery una mujer que en vez de haberse casado con algún noble en su juventud dedico su vida a la educación de personas como yo para hacer que tengan un futuro prometedor  o mas bien a destruirles la felicidad, obligando a una niña apenas y con catorce años a casarse con un viejo rabo verde que seguramente le doblará la edad.

— Ya estoy aquí tranquilas solo que bueno tenía que ir al baño y como bien dicen cuando el topo quiere salir tienes que ir 

Se aclaro la garganta y por fin hablo mirándome con desagrado « Créame señora usted tampoco me agrada» — señorita Azumabito debe entender que aquí comemos a las tres en punto ni un minuto más ni un minuto menos y por modales se le tuvo que esperar así que le pido de favor que modere su lenguaje y nos acompañe a la mesa 

— De acuerdo — ella se dio la vuelta dándome la espalda y yo lo me senté en una silla a lado de Petra

Joder que asco, la supuesta sopa estaba de un color verde vomito y pues el olor no era muy bueno que digamos 

— Oye Petra— susurre.

— Que quieres 

— A ti no te pica el culo la crinolina 

— Modera tu lenguaje 

— Bueno pero a ti no te pica las nalgas esta cosa 

— ¿Que? ¡No! — me miraba con asco lo normal 

— POR FAVOR GUARDEN SILENCIO EN LA COMIDA NO DEBE DE HABER COTILLEOS

— Fue Mikasa señorita Montgomery ella me estaba molestando con su lenguaje vulgar— La vieja molesta me tomo con fuerza del brazo y me llevo a un lugar mejor qué estar sentada rodeada de princesitas molestas

[...]

— Aquí te quedaras hasta que aprendas a hablar como una señorita 

— ¿O si no que ?

— Te cortaré la lengua y me importara un bledo si tus padre me denuncian o no pero de este lugar sales convertida en una señorita digna de un hombre si o si. — Se marchó y con un portazo cerró la puerta de metal

Joder este lugar esta mas frío que un tempano y  ni hablar de las enormes estacas de metal adheridas a la puerta y parte de las paredes que amenazan con perforar mi existencia.

Me llamó Mikasa Azumabito, mis padres son lo reyes de la nación Hizuru lo que a mí básicamente me convierte en princesa y la heredera al trono pero según la tradición yo solo podré ascender al trono cuando mi abuela Kiyomi Azumabito muera y bueno la vieja esa me odia y fue la misma persona que me metió en este lugar.

Desde que nací mis padres me criaron a puerta cerrada como un varón, enseñándome a leer, escribir, luchar con espadas y cuerpo a cuerpo; Claro que para los demás yo seguía siendo una niña noble todo estaba bien todo era felicidad y paz. Hasta que mi abuela descubrió el método de crianza de mis padres y decidió como forma de "enderezar" mi mala educación mandarme a un reformatorio para hijas jóvenes de nobles y reyes.

Tan solo han pasado dos semanas desde que me abandonaron en este lugar y lo único que he aprendido ha sido cocinar, limpiar, bordar y remendar, a estar callada frente a un hombre entre otras cosas. Pero realmente son cosas que no necesitare en la vida aunque debo de decir que bordar me sale de maravilla.

Pero bueno la vida sigue, realmente desde que llegue aquí he tenido tantos castigos que ya no bastaron en quedarme sentada en una esquina "reflexionando"  sobre mis actitudes, no me golpearon con látigos en la espalda y voy a considerar como castigo el uso extremo del corsé, realmente mis órganos están tan presionados que hasta miedo me da respirar. 

— Hey Mika!! ¿Sigues vida? — Annie se asomo por la pequeña rendija de mi "celda"

— Annie!! ¿Qué haces aquí? vete te castigaran si te ven aquí — Ella era la única amiga que había logrado hacer en estas dos semanas por la ropa que usaba pude asumir que era de noche.

— Tranquila Montgomery no esta, hoy es el único día al año en el que no se queda aquí

— Oh ya entiendo — Pude escuchar sonidos metálicos del otro lado de la puerta — ¿Qué haces?

— Sacándote de aquí — La puerta se abrió y yo corrí a abrazarla apenas nos separamos ella me tomo del brazo y ambas comenzamos a andar rápido por los pasillos alumbradas por una pequeña vela — Apúrate o Montgomery llegara y nos encontrara  — Yo solo asentí.

Llegamos a la habitación que compartimos y pronto ella comenzó a atar cuerdas a diestra y siniestra y luego me aventó otras cuerdas — También anuda algunas tú — Yo solo hice lo que me pidió.

— Annie ¿Qué esta pasando? Dime!!  — Dije con apuración

— Estamos planeando tu escape, hoy te vas tu de aquí 

— Pero ¿Como?

— Simple aprovecharemos que Montgomery no esta y escaparas — dijo con una sonrisa 

— Escaparemos dirás  — Ella negó aún sin quitar su sonrisa — ¿Tu no?

— Mikasa si me escapo se que jamás volveré a ver al amor de mi vida — juntó nuestras manos y me entrego un sobre — Puedes ir al correo y enviar esta carta para el, yo se que me escribe cartas todos los días pero aquí no podemos enviar ni recibir correo y yo quiero que sepa todo lo que siento por el ¿Puedes hacerlo?

— cuenta con ello — Guarde la carta en una pequeña bolsita y me puse unos guantes de seda, tome la soga y me lancé por la ventana, los tacones me ayudaban a no caer demás mientras descendía de la torre y los guantes evitaban que mis manos se astillasen.

Apenas baje por completo y logré escuchar un fuerte grito — ¡¡SEÑORITA AZUMABITO!! — «Mierda regreso temprano» Y otro grito por parte de Annie — CORRE MIKASA CORRE!!

Lo unico que hice fue correr como si mi vida dependiese de ello...

Tiempo Actual

La luz molestaba mi vista, el viento estaba húmedo — Hey!! Señorita ¿Esta usted bien?...

Continuara...

A Military Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora