Ya es la una de la mañana. He perdido de vista a Teresa, cosa que no me gusta nada de nada.
Me sumerjo entre multitud de gente, pero nada, no está.
Calum: ¿Buscas a alguien?
___: Sí, a Teresa, mi amiga. ¿La has visto?
Calum: Creo que iba al baño.
Le doy las gracias y subo hacia el piso de arriba. Abro la puerta y está tirada en el suelo, con unas ojeras increíbles, al lado de la taza del váter.
___: Te estaba buscando.
Teresa: Estaba aquí. -dice riéndose.
Se nota que está borracha, a sido mala idea venir aquí.
___: Vamos, nos vamos para casa ya. Estás borracha tía.
Teresa: No, yo estoy bien. ¿No estarás borracha tú?
Teresa tiene un comportamiento raro. Voy a pedir ayuda, aunque antes que pedírsela a Raúl, prefiero pedírsela a Calum.
Bajo corriendo y empiezo a llamándolo a los cuatro vientos.
Asustado se acerca.
Calum: ¿Qué sucede? Me has asustado.
___: Necesito que me ayudes a llevar a Teresa a casa, está borracha.
Calum: Aquí todos están borrachos, no pasa nada.
___: Gracias, me las arreglaré sola.
Me doy media vuelta y justo cuando empiezo a andar me sujeta por el hombro y me para.
Calum: Yo te ayudo.
Asiento con la cabeza y subimos. Entre los dos conseguimos cogerla, al estilo "el sillón de la reina".
Teresa: El sillón de la reina que nunca se peina, un día se peino... -iba cantando mientras se columpiaba como podía.
Calum: Teresa, ¡para ya!
Teresa calló de golpe, aunque seguía riéndose como una loca.
Una vez en casa salió mi madre, y nos ayudo. La metimos en mi habitación, y se quedó allí durmiendo.
Salí a la calle, donde me estaba esperando Calum.
Calum: Me imaginaba otra noche distinta.
___: Yo también. Creí que me lo pasaría diferente.
Calum: Ya... aunque la noche aún no a terminado.
___: Para mi sí, tengo que irme ya. No puedo dejar a Teresa sola, lo siento.
Calum: Tranquila.
Se acercó a mi, estábamos a centímetros. Yo, intentando interrumpir el beso me lancé y le dí un beso en la mejilla. Susurrándole un "gracias".