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Delilah Forbes era la hermana menor adoptada de Caroline. Adoptada por Bill y Liz Forbes hace tantos años, la chica de 16 años empezó a manifestar su magia a los 10. Ahí la familia Forbes excepto Caroline descubrió más especies sobrenaturales.
Ahora estaba aquí, ayudando para quitarse de encima a un híbrido inmortal a quien Lilah queria matearle el trasero por tan siquiera haber mandado a Tyler a morder a su hermana aunque La Haya curado.
El teléfono de Lilah suena mientras la chica se relajaba con pop en su habitación.
—Habla Lilah, ¿en que no puedo ayudarte?— cuestionó la bruja Forbes al vampiro que estaba segura que quería algo de ella.
—Oh, vamos pequeña Forbes, estamos a punto de descubrir cómo abrir el ataúd— eso llamó la atención de la rubia— Se necesitaron dos molestas brujas Bennett.
Lilah soltó un bufido, aún no veía en que podía ayudar.
—Bueno, si te has dado cuenta no soy un Bennett— se quedo callada por un momento— Creo.
—Lo se rubia, no te hable por eso, nos acompañarás a una cena con Klaus— está declaración hizo que Delilah arrugara la nariz en disgusto— Y antes que digas que no, es para distraerlo y podamos patearle el trasero como tú dices.
—Bueno, quiero patearle el trasero desde que casi utiliza a Caroline para su ritual espeluznante— lo medito bien la bruja— Está bien, acepto. Pero si me mata estará sobre tu conciencia y te enfrentarás a una Liz Forbes enojada y no hablemos de Caroline. Dan miedo.
—Tomare el riesgo— y con eso colgó la llamada.
—Idiota vampiro caliente.
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La bocina del auto de Damon sonó afuera de la casa Forbes, y para suerte de la Forbes más pequeña su madre no estaba, y tampoco Caroline, extraño pensó.
Delilah pensó que su hermana no sabía amenazar ni nada por el estilo, pero le daría crédito por eso. La rubia sale por la puerta de su casa para atravesar el porche y dirigirse al auto del vampiro.
