Curio

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La llave tiene un estilo y forma peculiar. Sus pequeños dedos la tienen atrapada, tratando de examinarla lo más minuciosamente posible. Entonces sonríe y aplaude alegremente ante sus ciertas sospechas. Aquel pequeño metal moldeado, había sido creado con el fin de abrir una única puerta.

Y esta, la tenía justo delante suya.

Mira la cerradura y su sonrisa se desvanece lentamente. Los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y él juraría que tenía la sensación de haber estado mirando la puerta por más de un día entero, aunque ello sería imposible.

La madera es clara, con diseños esculpidos a mano. Hay manchas negras alrededor del pomo y está seguro de que cuando logre moverlo, este soltará un gruñido por la vejez.

Por un momento se plantea el como proceder. Le gustaría dejar de lado sus nervios y entusiasmo pero eso sería prácticamente imposible. Su curiosidad es innegable y su mano tiembla de la emoción. Por un momento se pregunta si será capaz de insertar la llave en la cerradura. Gracias a Dios, termina siendo más fácil de lo que pensaba y el característico sonido de la cerradura es música para sus oídos.

Después de tanto tiempo de espera, después de lo difícil que lo había tenido para hurtar esa llave. Después de todo en general por fin la puerta se mueve, abriéndose hacía delante y dejando a la vista poco después lo que sea que hay detrás de ella.

Fuera lo que fuere lo que se encontrara allí dentro, de algunas cosas podíamos estar completamente seguros. Una de ellas era que, como bien el dicho dice, "la cursidad mató al gato".

Aquello sería la última cosa por la que él tendría curiosidad.

Pues en este caso, la curiosidad mató al niño.

 

『 𝙆𝙖𝙡𝙞𝙨𝙨𝙝𝙖』

𝚂𝚒𝚖𝚙𝚕𝚎𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎; 𝙉𝙖𝙙𝙖.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora