¿Verdad o reto?

Capítulo 2: Empieza la tortura 😭

Minerva: Bien, síganme pequeños revoltosos, lo prometo nadie nos había causado tantos problemas como ustedes. — dijo abatida.

Hermione: Traidora...— susurró melancólica, su profesora favorita, ¿cómo podía?

Minerva: ¿Cómo dijo señorita Granger?

Hermione: Que lo sentimos profesora. —mierda mierda mierda

Draco: Vaya, así que la sangre sucia tiene agallas. — le dice sonriendo burlón

Severus: Cállate Malfoy. —se exaspera el grasoso

Albus: Sigo pensando que no es una buena idea, aprecio mucho la casa de los gritos, la destrozarán. —dice pensativo

Minerva: Confío en que no lo hagan. —en realidad no

Harry: Tranquila profesora, solo destrozaremos a las serpientes inmundas.

Fueron hasta el Sauce Boxeador y Minerva tocó el nudo que hacía que el árbol dejara de moverse. Pasaron por el hueco que allí había y por un corredor oscuro que aparte de ser pequeño, se hacía más y más apretado a medida que avanzaban, algunos se golpeaban la cabeza con los desniveles.

Theo: Maldita sea, podrían aunque sea arreglar este maldito pasadizo. —exclama frustrado

Albus: A decir verdad señor Theo, no esperábamos usarlo más. Pero ya ven como se puso la cosa. -si no fueran tan inútiles pensó

Theo: ya... ya

Luna: Creo que por aquí hay muchos nargles... —susurra pensativa

Pansy: Por dios me voy a volver más loca que ella, ¿Cuánto falta? —mirando con desprecio a Lunática

Hermione: No vuelvas a dirigirte a ella Parkinson, estás avisada. —Vaya vaya Hermione, estás de buen humor por lo que veo

Minerva: No se impaciente Parkinson, estamos por llegar.

Al pasar por el último tramo los chicos lanzaron una exclamación de alivio y emoción, la casa estaba perfectamente ordenada y era bastante grande. Habían hecho un buen trabajo.

Minerva: Bien, les explicaré las reglas brevemente, necesito un respiro de todos ustedes.

Ron: Y nosotros tenemos que respirar el mismo aire que estos inútiles? —arrugó la nariz

Blaise: Ay por favor, estás acostumbrado a oler a chiquero comadreja, una vez que huelas algo mejor que tú deberías agradecerlo. —le sonríe burlón

Minerva: Silencio por favor, intento comentarles las reglas. Bien, permanecerán aquí hasta que logren comportarse como alumnos civilizados, no se permite dañar nada en la casa, no pueden salir ni siquiera al patio, sus clases las tendrán en una habitación al fondo, las entrevistas serán en la habitación consiguiente. Todos deben cocinar al menos una vez cada uno, si gustan se pueden ayudar, pero todos sin excepción deben hacer algo, lo mismo con la limpieza.
No queremos venir y que esto sea una casa en descomposición con 16 cuerpos. Creo que no me falta nada más... Ah si, las habitaciones de las chicas a la izquierda y los chicos a la derecha.

Albus: Disfruten de su compañía niños, y no destrocen la casa por favor.

Severus: 10 puntos menos para Gryffindor.

Todos los de Gryffindor: ¿Pero que hicimos ahora? — exclamaron enojados

Severus: Existir.

Los Slytherin largaron una sonora carcajada.

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