Capítulo 36

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-Narrador Omnisciente-

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.-Narrador Omnisciente-.

Caminando por el hermoso paisaje lleno de flores rojas, con la vista en el bello cielo celeste con un radiante sol, deslizaba su mano por los suaves pétalos de ellas. Dejando escapar suspiros mientras caminaba. Vestía un hermoso vestido color verde, mientras que su cabello se movía al compás del viento. A lo lejos, sus ojos se clavaron en una mujer con un vestido color caramelo. Una sonrisa se le hizo presente a la muchacha. Acelero su paso. Rápidamente se detuvo al percatarse que cada vez que avanzaba, la mujer se alejaba con más rapidez. Se altero al ver que ella comenzaba a emprender su camino, viéndola desaparecer lentamente. Grito para que se detuviera, grito para que se volteara, grito para que la abrazara... pero esa pequeña palabra no fue escuchada por nadie. Al no tener ninguna respuesta, cayo de rodillas, observando como su madre se desvanecía. Agacho la cabeza sollozando, sintiéndose diminuta, sintiéndose vulnerable...

Mama... susurraba la castaña, empuñando ambas manos- Mamá...- Susurra. Poco a poco, mientras observaba el lugar, buscado a aquella mujer, comenzaron a caer rojos pétalos de rosas desde el cielo. Miro hacia el cielo, recibiendo una fragante ráfaga de aire con exquisito olor a caramelo. Cerro sus ojos aun con la cabeza en alto, mientras que ligeras lagrimas recorrían su mejilla. Dos suaves manos se posicionaron en ambas mejillas de la chica, provocando que abriera de golpe sus ojos al sentir aquel tacto. Encontrándose con esos lindos ojos, parecidos a los de ella, y una sonrisa tierna. La mira con asombro, no sabía que hacer... por fin... en tantos años... la tenía cerca. Sin más se abalanzo sobre ella, abrazándolas, quedando ambas sentadas en el suelo mientras se envolvían en un abrazo de amor, de ternura. La mujer besa levemente la frente se su pequeña hija- Te extrañe...-La chica sonríe entre lágrimas de felicidad

-Puedo apreciar cuan bella estas, tan grande y madura que ya eres, mi vida- Dice la mujer, pasando un mechón por detrás de la oreja de la chica

-No sabes las ansias que tenia de estar contigo- Esconde su cabeza en el pecho de la mujer, haciendo que esta le acariciara el cabello- Quiero quedarme contigo- Abraza más fuerte a la mujer, provocando una leve sonrisa en ella

-No es tiempo para ello...solo se vive una vez- La chica se levanta, encarándola con tristeza- Me estás diciendo que eres capaz de dejar solo a tu hermano- La chica la mira confundida- Dejarlo alrededor de toda esa gente hipócrita- La castaña aun pensaba en esa palabra. Hermano. A los segundos mira sorprendida a la mujer, llena de tristeza al ver que está dejando a su hermano- O más bien...- Llama la atención de la chica- A tus hermanos...- Cierra sus ojos apenada. Aquel pequeño... el cual vio morir en frente de sus ojos- No...-Vuelve su vista a ella- El no está muerto- Se sorprende al escuchar cómo responde su pregunta, como si le hubiera leído la mente- Esta allá... esperando por ti- La toma de ambos brazos- Llorando porque ya no te puede ver más- La mejillas de la chica, nuevamente se infestan de ese líquido salado- Llorando por pensar que te ha perdido. Ve con ellos... y coméntales aquellas frases, esas pequeñas frases... las cuales pueden alentarte a todo- Se levantan- Ve... y acepta aquella hermosa petición de ese chico- Acaricia su mejilla. Una fuerte ráfaga golpea el cuerpo de la chica, provocando que se agarrara de las manos de su madre, intentando retener aquel impulso que la está alejando. Nuevamente se hace presente, soltando el brazo izquierdo de la mujer- ¿Estas lista para despertar? - Acaricia su mejilla. Otro impulso se hace presente en su pecho, haciéndola caer de rodillas, posicionando sus manos en el piso- ¿Estas lista para jugar? -Dice. La chica la mira con sus ojos llenos de lágrimas

You Only Live Once ||Piers Nivans y Tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora