¿D o M? M.Y.G (TERMINADA)

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No merecía haber vivido todo eso sólo por un maldito vestido. Por un estúpido vestido. No merecía tanto dolor.

En ese momento realmente quiso que ese señor cumpliera su amenaza, que la matará y también a sus padres.

Recuerda la luz del hospital.

La cara de decepción del doctor al ver los resultados de embarazo ¿Qué mujer queda embarazada a los 13 queriendo?

Lloró por dentro, no quería a esa maldita escoria dentro de sí. No quería parir al fruto de tanto sufrimiento.

Intentó ir a terapias a escondidas de sus padres después de abortar, con dinero robado, con dinero que pedía rogando a más personas.

Por algún motivo ese señor asqueroso se había ido y creía poder respirar tranquila. Pero se encontraba todas las noches viendo a la puerta, vigilando que no entrará.

Recuerda que tenía unas ojeras horribles y que las heridas que sus intensas duchas y varios cortes proporcionados por ella misma hacían ver su cuerpo feo.

Su vida empezó a cambiar cuando conoció a Hyuna a los 14 años. Quien le ofreció amor, amistad y una casa para cuando no quería ir a la suya y por ella se hubiera mudado desde ese instante, pero le tenía mucho miedo a sus progenitores.

"¿Porqué vistes así? Es muy aburrido"

Sonrió ante el recuerdo de su mejor amiga, aquella que la llevó de compras por su "falta" de conocimientos en moda.

"Te ves tan divina, te comería justo aquí"

Se asustó y la otra confundida sólo pudo disculparse.

"Hazlo" dijo, pensando que tal vez esas manos delicadas y de una persona que llegaba a amar, limpiarían su cuerpo, su alma y su ser.

"Era broma, Sookie" admitió entre risas nerviosas.

Ese pensamiento siguió latente por muchas semanas y es así como había terminado encerrándose en los baños de la escuela con chicas hetero-curiosas.

Sus manos eran delicadas, suaves y calientitas. Se llegaba a sentir bien con ellas, sentía placer, diversión y adrenalina. Pero se sentía igual de sucia. Nadie la llegaba a limpiar. Nadie borraba esas marcas y le agobiaba tanto. ¿Tenía que morir para limpiarse?

"Siempre la cago" admitió después de haber tenido sexo con una chica que gustaba de ella. No la quería, sólo estaba pensando en ella, en ella y su absurdo pensar de borrar las huellas...

Pasó un año cuando Tae regresó de estudiar del extranjero.

"Taehyungie regresó"

Escuchó la felicidad de sus padres, ni siquiera se habían alegrado así cuando ella había salido del hospital clandestino, tragó el nudo que se había formado en su garganta, nunca la iban a volver a "querer" y nunca recuperaría el respeto que se supone merece como persona.

"Dame un abrazo, pequeñaja"

Retrocedió, tenía miedo, coraje, ira, tristeza y muchas otras emociones que ni siquiera podía reconocer. Quería golpearlo, quería gritarle, quería llorar, quería abrazarlo, sin embargo, su olor tan fuerte de "hombre" la ahuyentaba.

"¿Qué te pasa?" Preguntó al estar solos.

Sintió pánico, no quería estar nunca más sola con un hombre, jamás.

"Por favor, no me toques" pidió en un hilo de voz, apunto de romperse y destrozarse. Sólo la mirada confundida de Taehyung acompañó al silencio tan tenso.