Parte 29. El espejo de Oesed

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- Yo... -Justo cuando Lily iba a responder el profesor Snape abrió la puerta abruptamente, haciendo suficiente ruido como para que todos ahora todos los miren. Merlín ahora esto era incluso más incomodo.

Y sí, tal vez Snape había escuchado todo lo que ese mocoso le decía a su dulce hija gracias a un hechizo. Y sí, tal vez Draco le había contado a Severus sobre cierto muchacho Gryffindor que trataba de cortejar a su pequeña y única hija. Y sí, tal vez Snape lo había identificado hace más de una semana y le había estado poniendo notas apenas aceptables a todos sus trabajos. Era un muchacho simplón, sin nada espectacular o sobresaliente, apenas aceptable. Nadie se merecía a su pequeña y mucho menos ese don nadie. ¡Y sí! ¡Tal vez Snape odiaba a ese niño!

Está de más decir que el chico tuvo que quedarse castigado por ordenes de Snape a limpiar los calderos, fue muy raro que después de ese castigo se le quitaran las gana de hablar con Lily ya que el resto del año no volvió a dirigirle la palabra.

Lily salió con Dianne Lefevre del curso cuando la clase terminó. La castaña había notado la tensa situación en clases, era curioso como Lily había reaccionado, puesto que la pelirroja siempre era explosiva y no dudaba en contestar, esta vez ella se quedó en silencio mientras el profesor la regañaba aunque ella no había hecho nada. Así que la Slytherin permanecía en silencio por más que moría por saber el chisme completo.

Ambas niñas salieron de las mazmorras, subiendo y buscando un lugar donde sentarse y poder pasar el rato, decidieron quedarse en el patio de entrada, donde se sentaron en el verde césped y comenzaron a hablar de muchas cosas, sobre todo de quidditch (Lily evitaba a toda costa hablar sobre lo pasado en el aula de pociones) cuando de repente aparecieron 2 pelirrojos que se arrodillaron, uno a cada lado de Lily, tomandola cada uno por un brazo.

- Lamentamos interrumpir, señorita Lefevre -Dijo con extremeda elegancia George.

- Pero tememos que debemos interrumpir su elocuente charla -Continuó Fred.

Dianne ríe.

-Ni siquiera creo que sepas qué significa esa palabra.

Fred entrecierra los ojos hacia la slytherin.

-Como sea, nos la llevaremos un momento, luego te la regresamos -Dijo George, guiñando un ojo a la castaña a lo cual ella sonríe un poco nerviosa.

- ¿Espera qué? -Ambos levantaron a la pelirroja y se la llevaron contra su voluntad- ¡No! ¡Dianne! Esto es secuestro chicos, que quede en evidencia que me están secuestrando. Ustedes par de...

Dianne se quedó sentada, viendo como Lily era prácticamente arrastrada por el par de gemelos que tal vez ya se habían enterado de todo el problema durante la clase de pociones y eran menos sutiles. La Slytherin se quedó así durante unos momento, hasta que vio al trío dorado moviéndose en dirección a la biblioteca. Se encogió de hombros y decidió ir con ellos, después de todo no tenía nada que hacer.

Al alcanzarlos pudo ver que estaban hablando super bajito, lo cual era algo raro ya que Ron prácticamente gritaba al hablar y Hermione siempre le decía que bajase la voz un poco. Se acercó por la espalda de Harry y logró escuchar un poco de lo que decían.

- Y no olviden que no podemos preguntarle a la señor Pince, ella podría decirle al profesor Snape que buscamos sobre Flamel.

- ¿Quién es Flamel?-Preguntó entonces la Slytherin.

- Ya sabes, Nicolas Flamel -respondió despistadamente Ron.

Pero entonces los tres levantaron la cabeza y miraron a Dianne, sus expresiones cambiaron drásticamente y Hermione pellizcó el brazo del pelirrojo.

Los mellizos Potter Y La Piedra FilosofalWhere stories live. Discover now