Entrevistas a los personajes de Yu-Gi-Oh! Duel Monsters

Yami Yūgi

Como no podría ser de otro modo, mi primera víctima..., que diga, mi primer entrevistado será el sexy faraón Atem, más conocido a lo largo de la serie como Yami Yūgi y mi crush, por cierto.

Su majestad entra en la sala de entrevistas con la seguridad que le caracteriza, aunque se ve algo confundido.

—Toma asiento, por favor —le digo y él lo hace. Enciendo la grabadora del celular, las cámaras y agarro mi libreta de notas con el bolígrafo—. Comencemos con la entrevista. Dime: ¿qué se siente estar dentro del Rompecabezas del Milenio?

—Es un poco confuso —responde tras pensarlo un momento—. Ese lugar es tan laberíntico, que yo mismo he llegado a perderme allá adentro.

—¿De verdad llegaste a recuperar tus memorias perdidas?

—Sí, por lo menos la mayor parte.

—¿Cómo te sentiste al saber que Seto fue tu primo en su vida anterior?

—Fue un tanto... raro. Pero no me parece algo negativo. Uno se acostumbra a la idea.

—Entonces, ¿consideras a Seto Kaiba como tu amigo?

—Lo considero mi amigo y confío en él.

—Hablando de otra cosa, ¿qué es Yūgi para ti?

—Es mi compañero.

—¿Seguro? —Pongo cara picarona—. ¿Nada más?

—Por supuesto —Parpadea y me mira sin entender—. ¿Qué otra cosa podría ser?

—Solo comento, como la gente los shippea..., digo, los empareja.

—La gente no sabe lo que dice —msculla, cruzándose de brazos con los ojos cerrados de forma molesta.

—Bueno... ¿Alguna vez te interesó alguna chica?

—Mhm... No estoy seguro. Tal vez Mana.

—¿Cómo se siente ser faraón?

—Pues tiene sus privilegios, pero también muchas responsabilidades.

—Según lo que yo he visto de ti en la serie, creo que no te gusta hablar en público ni ser tocado. ¿Acerté?

—En parte. Pero no es tanto que no me guste, como que me siento extraño haciéndolo. Es que no estoy acostumbrado a ninguna de las dos cosas.

—¿Eso significa que puedo tocar tu cabello? —me entusiasmo.

—Mmh... —Lo piensa por un momento y luego asiente un poco sonrojado—. ¡Claro! ¿Por qué no?

Me levanto de mi asiento y me acerco a él para luego estirar una mano hacia su cabeza y hundirla en su pelo. Me quedo sorprendida con lo que noto.

—¡Wow! ¡A pesar de tener ese aspecto puntiagudo, tu cabello es muy suave! ¿Cómo le hacen tú y Yūgi para mantener ese peinado?

—Esta es la forma natural de nuestros cabellos.

—¡No me digas! ¿Eso significa que en Yu-Gi-Oh! no existen las leyes de la gravedad?

—Sí existen, solo que no aplican para nuestros cabellos.

—¿Consideraste la idea de tener una reina?

—No tuve tiempo para eso.

—¿Qué piensas de la gente que te llama "Trampas Locas"?

De repente, se pone de pie rodeado de un aura mortal que me asusta.

—¡¿Quién me ha llamado tramposo?!

—Tranquilo, hombre, que solo son opiniones fumadas. Es que como siempre ganas y eso...

—¡Gano porque creo en el Corazón de las cartas!

—Sí, ya lo sé. Creo que hemos acabado por hoy. Gracias por aceptar la entrevista, Yami Yūgi.

—Gracias a ti por invitarme —Sonrió con amabilidad antes de retirarse—. Perdón si te asusté antes.

—No te preocupes, son gajes del oficio; aunque debo admitir que das miedo cuando te enfadas.