*Comida*

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Se despierta en las noches que iluminan un tiempo distante a la eternidad y mas lejano que la muerte,  se sienten frías de comprensión, con la sonora caminata de un espectro del progenitor desinteresado, que clama la atención que nunca dio. El Búho se muestra agresivo entre helechos de indiferencia ante la falta de comprensión y asimilación del espectro. Comparte parentesco pero se mantiene tangible en la realidad de su propia vida, sin comportarse apócrifo en las telarañas de su desventura; el espectro se encarga de ir por comida cuando hace frio y el mistico emplumado no puede levantarse o arrastrarse porque perdió su pico entre guijarros de aspecto sombrío. Las migajas de pino son el principal alimento de la oscuridad al caer de la noche y susurran secretos sí puedes callar tu corazón. Los vientos golpeaban la madriguera del ave hambrienta, se cuelan por las grietas hechas en una pelea previa de la tarde anterior con un cenzontle, que luchaba por recuperar a sus hijos del desgarrador engullir del búho. Ahora necesita comer.
- Te ves mas viejo. Exclamo un cuervo blanco.
- ...
El liquido oscuro de un ave blanca bailaba en el interior del místico emplumado. Esperando desvanecer la luz turquesa de su interior con el grito que el sol conjura para dar descanso al símil erudito de oscuras intenciones, preparándose entre el organismo biótico mas grande del bosque, moviendo sus alas y durmiendo entre huesos.

Plumas turquesaWhere stories live. Discover now