Capítulo 1

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[Borrador]

Mi cuerpo obliga a mis ojos a abrirse, tardo un poco en acostumbrarme a la claridad. Me siento un poco somnolienta, y supongo que los cables que noto conectados a mi cuerpo lo explican.

Las imágenes del día anterior regresan, y un dolor y frustración me abrazan.

- despertaste- ella se acerca y me sonríe con una gran falsedad que me da náuseas.

- tu padre te encontró, no sabes lo preocupado que estaba- una risa sale de sus labios, a pesar de que trata de ocultarla- tuviste demasiada suerte- alarga la palabra "demasiada" y me mira directamente a los ojos.

Mi padre entra a la habitación, sus ojeras delatan lo poco que durmió. Él me mira y me agarra la mano con delicadeza. Sé que escoge las palabras adecuadas para empezar a hablar, pero siento que si lo hace, solo empeorará las cosas.

- hija...- su voz se corta- lo siento tanto- no presto atención a nada de lo que dice, y no abro mi boca en ningún momento, no quiero hablar con él después de todo lo que ha pasado.

- ¿por qué mi niña?, ¿por que?- sus ojos se humedecen y las lágrimas no tardan en salir. Es estúpido que me esté preguntándome el porqué, si la verdad es que él sabe que cometió un error.

No puedo esperar el momento para estar con ella, deseo tanto volver a ser feliz, volver a reír como antes.

Se mantiene esperando mi respuesta, pero no hablo ni siquiera para culparlo, estoy sentimentalmente agotada.

- hija, lo estoy intentando, pero no te estás ayudando. Tienes que superarla, déjala ir- sus palabras son como una estaca al corazón, punzandome y abriendo heridas que yo mismo cosí.

Justo cuanto decido responder, aquella mujer aparece. Simula una cara angustiada y se acerca a papá.

- tranquila querido, ella estará bien, solo hagamos lo que planeamos- no quiero ni imaginar de que rayos hablan.

- si, como no estás cooperando, hemos decidido que lo mejor es que estés en un hospital psiquiátrico- y en ese momento siento que lo que queda de mi mundo se derrumba. Abro mis ojos como platos por la sorpresa, mi padre no sería capaz...

No.

Nunca lo haría...

- ¿acaso crees que estoy loca?- le pregunto. Tengo mucha ira acumulada y la suelto en ese momento. Me quito los cables conectados a mi cuerpo y me levanto de la camilla.

- Te estás dejando llevar por esa mujer, ¿no lo ves? Te está manipulando- me tambaleo e intenta acercarse- no te me acerques- le grito- todo estaba mejorando, se suponía que lo superaríamos juntos, pero tu decidiste rehacer tu vida, tu..., me abandonaste-

Él le susurra algo a la desagradable mujer a su lado y de inmediato ella sale de la habitación.

- lo hago por tu bien, ¿No te das cuenta de como estás?, ¡esta no es la primera vez que intentas suicidarte!-

- ¿y tu por que lo evitas?, ¡No te importo!- me sostengo el pecho en busca de aire- ¡Ya déjame terminar con mi vida de una puta vez!- exclamo y las lágrimas siguen saliendo, todo este tiempo sufriendo por mi madre y hasta ahora dejo salir todo el dolor a la superficie. Su muerte me afectó tanto, a pesar de que fue hace años.

Un par de médicos y enfermeras entran en la habitación y me sujetan en contra de mi voluntad

- ¿por qué me haces esto?- le grito. Lloro y pataleo para safarme, pero ellos son más.

Dejo de moverme rendida y sin palabras; seguido de eso, uno de los médicos saca una jeringuilla y me la inserta en el brazo. El sueño no tarda en venir

- por favor...- suplico una última vez antes de escaparme de la realidad en un profundo sueño.

——— ° ———

¡Nueva historia!

Estoy por aquí de nuevo con muchas ganas de experimentar en esta delicada área del suicidio.

Espero que les este gustando hasta ahora, no olviden dejar su voto, me estarán apoyando muchísimo.

Besos 💋

Diez Motivos para no suicidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora