Strawberry lipstick

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Al fin el extraterrestre lo tomó de la parte superior del cuello y besó sus labios con lindura y amor, pero a la vez intentando dar la pasión de la que siempre proveía a Dib, como compensándole lo que había pasado, aunque no fuese su culpa.

Buscó el interrumptor, temiendo por lo que le pudieron haber hecho a Zim.

Ante la luz que irradiaba la bombilla vio que de hecho no tenía ningún hematoma en su rostro, bajó preocupado a su cuello y quería revisar el resto de su cuerpo, pero notó que no era apropiado.

De hecho, Zim solamente lucía algo despeinado y con pequeñas manchas de tierra

- ¿Qué te hicieron?

- ¡Ja! ¡Humano! ¡Nunca nadie tocará el cuerpo de Zim y saldrá vivo de eso! - La resonancia con la que emitió tales palabras preocuparon al de gabardina

- ¿Que les hiciste?

- Nada que no te hayan hecho ya - Argumentó, Dib bajo la mirada, pero no tardó en sonreír divertido, su pareja lo había defendido.

- ¿Que hiciste? - Preguntó, no como un regaño, sino entusiasta

Zim subió su mirada hacia la esquina superior derecha, y recordó lo difícil que le resultó encontrar una soga, salir de la escuela y llevarlo despistadamente afuera de ésta. . . Inconsciente, después de pegarle un fuerte golpe en la cabeza. Al final lo dejó atado a un árbol no muy lejos de ahí. Después de todo, todos en esa ciudad estaban ciegos.

Dib no paraba de reír, aunque sabía que eso podría ser considerado un crimen

- Nunca me han hecho eso - Carcajeaba

- Mejor. Antes de que lo hagan. - Contestó vanidoso

- Zim, eso ha de ser ilegal - Volvió a reír, pero dejó de hacerlo puesto que su herida volvió a doler.

De hecho Zim no había notado tal lesión.

Retiró la mano del humano y encontró su piel pintada de colores morados y carmesí. Le dieron ganas de hacer algo peor.

- ¡Voy a ahogarlo en ácido! - Exclamó hecho una furia, habían lastimado el rostro de su humano favorito

- Ya Zim, oye, ¿te digo algo? - Decía intentando evitar que su novio hiciera algo peor, el de piel verde lo miró fugaz, dando a entender que hablara - Pensaron que eres menor que yo - Le susurró

- ¡Por el contrario! ¡Soy mucho mayor! - Defendió, en ese momento no quería que le ofendiera de ninguna manera.

- Si. . . Lo sé. - Le besó rápido la mejilla, y después continuó en repetidas veces, bajando el mal humor de su pareja, volviendo al momento interrumpido

Zim volvió a manipular el rostro contrario (pero con cuidado), guiándolo lascivo a sus fauses, notando que sus labios ya no conservaban su sabor, repeliendo tal muestra de cariño.

- ¿Mi regalo? - Exigió altanero. Dib suspiró, rodó los ojos y de su gabardina sacó su bálsamo labial, jugó un poco con él y con Zim.

De manera seductora lo colocó en sus labios, y el Irken se moría por saborearlo y morderlo.

El de piel verde abría su boca ansioso por más, sin embargo aún así sentía que el humano le quitaba el aire, lo asifixiaba, lo hacía suspirar y jadear, en fin, lo dejaba sin aire

T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡  ❣︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora