T͜͡w͜͡e͜͡n͜͡t͜͡y͜͡ S͜͡o͜͡n͜͡g͜͡s͜͡-s͜͡h͜͡o͜͡t͜͡s͜͡ ❣︎

Strawberry lipstick

❦︎𝙽𝚎𝚎𝚍 𝚢𝚘𝚞 𝚝𝚘 𝚌𝚕𝚎𝚊𝚗𝚜𝚎 𝚖𝚢 𝚜𝚒𝚗𝚜
❦︎𝚂𝚘 𝚒 𝚌𝚊𝚗 𝚐𝚘 𝚝𝚘 𝚜𝚌𝚑𝚘𝚘𝚕

Ambos amaban los suspiros del contrario, así como generaban mas de estos sólo para la complacencia de su allegado.

Sin embargo parecer ser que fue tanto su escándalo como para que los fueran a encontrar

Era bien sabido que de vez en cuando unos chicos fastidiaban a Dib, pero esta vez si había sido una muy pésima suerte.

Aquellos chicos que gozaban de hacer pasar malos ratos al azabache habían entrado a los baños en pleno apogeo de su amorío, escuchando todo lo que querían ofrecer.

- ¡Ojojo! ¡Un par de maricones! - Exclamó el más grande de aquél trío

Dib no pudo hacer más que poner cara de espanto.

- ¡Pero bueno! De todas formas. . . ¡Dib-fenómeno! - Bufó - ¡Tenía una nueva idea para ti! - Avisó el bravucón y le tomó sin delicadeza de su amada gabardina, dejando a Zim al "cuidado" de sus amigos, que ya estaban preparándose para sumergirlo en el inodoro en dónde estaba sentado.

Pero apenas se le internaron acercar Zim no sólo corrió, sino que les propicionó mordidas y unos cuantos rasguños, con aquellas garras que se cargaba, logró todo esto al ser mucho más pequeño y escurridizo, además de tener agilideza perfeccionada en Irk.

- ¡Te has superado, eh! ¿Ahora estás joteando con un niño menor que tú? Claro, como las niñas de tu salón no te hacen caso - Exclamaba el raptor del azabache, creyendo que Zim era más joven que él a causa de su pequeño cuerpo.

❦︎𝚃𝚑𝚎𝚢'𝚛𝚎 𝚐𝚘𝚗𝚗𝚊 𝚕𝚘𝚌𝚔 𝚖𝚎 𝚒𝚗 𝚊 𝚌𝚕𝚘𝚜𝚎𝚝, 𝚋𝚞𝚝 𝚒'𝚖 𝚌𝚘𝚖𝚒𝚗𝚐 𝚘𝚞𝚝

Abrió la puerta de dónde se guardaba todos los utensilios de limpieza y empujó al Membrana adentro, giraba una llave en su dedo, Dib comprendió que la debió haber hurtado. Solamente le observaba con desprecio.

- ¡Maldito fenómeno! - Burló antes de dejarlo encerrado entre esas cuatro paredes de oscuridad.

Dib estuvo unos segundos estático, para después comenzar a golpear la pared con furia. De su garganta se formó un sofocante nudo y deseaba llorar, no por sentirse fenómeno, sino de coraje, de impotencia, ¡¿Cómo la gente podía ser tan estúpida por dios?!

Entendía que tal vez no fue lo correcto besarse con Zim en los baños, pero, ese chico hasta le había dejado un moretón en la mejilla, fue algo que ni se dió cuenta de cuando pasó, pero ya se empezaba a sentir adolorido.

No supo cuántos minutos pasaron cuando escuchó la cerradura abrirse y la perilla girar, pero la poca luz que se coló fue nuevamente extinguida, había entrado alguien de baja estatura.

Si sabía de quién se trataba.

Sintió como la pequeña anatomía de Zim se colaba por entre sus brazos y le intentaba tomar de nuevo el rostro. . . 'intentaba' puesto que Dib sentía aunque fuese poca presión ejercida sobre su herida y trataba de alejarlo, pero no quería hablar, no quería quebrar su momento, quería que Zim lo amara.