36. Una Sorpresa Del Pasado

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Casi perdemos

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Casi perdemos. Digo casi. Un penalti en el minuto 80 a Benzema nos ha salvado. Ahora no podemos permitirnos fallar. Si lo hacemos, el Barcelona gana. Estoy cabreado porque he jugado fatal. Durante todo el partido, he tenido encima al central del otro equipo y no me dejaba en paz. Mierda de partido.

Termino de mirarme en el espejo y recojo mi bolsa. Maya me espera abajo con su coche. Me voy despidiendo de los compañeros y voy hasta allí. Por el camino me felicitan por la victoria, yo sonrio agradecido y sigo mi camino. Llego al parking y la veo. Me paro un momento y me tranquilizo. Ahí está ella, apoyada en el capo buscandome con la mirada. Cuando me ve sonríe y a mi ya se me ha olvidado la mierda de partido y todo lo demás. Me acerco a Maya y la abrazo muy fuerte aspirando su maravilloso olor a coco. No quiero separarme nunca, jamás de ella.

- ¿Estas bien cariño? - me pregunta sonriendome

- Ahora que estas conmigo mucho mejor - le digo mientras me separo y la miro embelesado

- ¡Que tonto eres!

- Tonto me tienes tú abejita - y vuelvo a abrazarla de nuevo

Nos montamos en el coche y no puedo dejar de mirarla. Este loco sentimiento que es el amor me tiene eso, loco por ella. Maya me sonríe y se sonroja. Me encanta cuando se pone así. Aún se pone colorada y nerviosa cuando le digo algo bonito.

- ¿Qué quieres que hagamos esta noche? - me pregunta sin dejar de mirar la carretera

- Vámonos a casa. Pidamos algo de cenar y vemos lo que sea en la tele. No tengo ganas de salir, ¿quieres?

- Me parece una buena idea

Le he dicho a casa. No sé si se ha dado cuenta. Pero es la verdad, mi casa es la suya, y si por mi fuera se podía quedar aquí todos los días. No sería mala idea, la verdad. Despertar con ella al lado todos los días, compartir la vida diaria... Sonrio porque desearía que fuera así. ¿Y si se lo propusiera?

Siento un ligero escalofrío por mi cuerpo pensando en esa posibilidad. En qué ella viviera conmigo y es algo que me encanta. No quiero pensarlo mucho, pero, cuando lleguemos a casa, se lo voy a proponer.

- ¿Porqué sonríes tanto Marquitos?

- Bah, de nada, de algo que me ha contado Isco

- Seguro que un chiste malo

- Más o menos, oye, tengo que...

Y de pronto me quedo callado. Helado más bien. Estamos llegando a casa y allí, en la puerta acabo de ver un fantasma. Sudores fríos me recorren por todo el cuerpo mientras sigo sin creerme lo que veo.

- ¿Marcos, estas bien? - me pregunta Maya. Yo no le contesto, no soy capaz de articular palabra. Ella me mira preocupada.

Me bajo del coche y voy directo. Directo a ella, porque ahí en la puerta está mi ex, Rafaela, la que hace 5 años rompió mi corazón y me dejo hecho una mierda. Ella me ve y me sonríe. A mi se me revuelve el estómago. Ha cambiado. Ya no es la niña rubia que conocí. Se la ve más madura, con más formas, más mujer. Y un  escalofrío recorre mi cuerpo, y los recuerdos de días felices se agolpan en mi mente.

- Hola Marcos, ¿es que no vas a saludarme? - me dice retadora

- ¿Qué haces aquí?

- Bueno, he venido a que conozcas a tu hijo...

La cara se me cae al suelo. La boca se me seca. Detrás de ella aparece un niño muy parecido a ella de unos 5 años más o menos que me mira asustado.

- ¿De que estás hablando? - le digo casi sin articular palabra. No puede ser, no puede ser. Como. Como ha sucedído.

- Oye, mejor lo hablamos dentro, ¿no te parece? -me dice ella haciéndose cargo de la situación

La miro y asiento. Esto se merece una explicación. Tengo tantas preguntas. Ando como ido, no entiendo nada.

- Marcos - es Maya quien me llama. Joder. Me había olvidado de ella. Me acerco despacio.

- Maya... yo...

- ¿Qué pasa? - me pregunta mirándome angustiada

- No lo sé, pero voy a averiguarlo. Vete a casa ¿quieres? Te llamaré cuando sepa que coño está pasando...

- ¿No quieres que me quede?

- No te preocupes, estaré bien. Tranquila. Luego hablamos - me acerco a ella y la abrazo tranquilizandola cuando yo estoy que me va a dar un ataque.

La miro irse en el coche y vuelvo a la puerta de casa.

- ¿Es tu novia? - me pregunta Rafaela

- Si

- Es guapa

- Lo es

- Pero no soy yo - me dice mirándome con suficiencia mientras la hago pasar dentro

- Desde luego que no, ella no me ocultaria 5 años a mi hijo... si es que es mio, claro...

Rafaela me mira indignada. Es que yo ya no sé qué pensar. Esto es surrealista total. Esto sólo pasa en las películas. Los paso al comedor y ella lo mira todo con atención.

- Si que te ha cambiado la vida gordi - me dice ella fijándose en cada rincón de casa

- No me llames gordi ¿quieres?

- Oh, lo siento, es la costumbre - y se acerca a mi rozando mi pecho con sus dedos. No me agrada que lo haga, pero tengo que admitir que ha removido muchos sentimientos desde que ha llegado.

- Deja ya tus juegos, ¿quieres? Y empezemos por el principio

- Oh si bueno, pero antes Fran debería cenar... - me dice señalando al niño el cual se ha quedado en un rincón sin hablar- ¿la cocina?

Suspiro frustrado y la llevo a ella. El niño no tiene la culpa de nada. Además ya es tarde. La sigo a la cocina mientras va moviendo, más bien contoneando sus caderas delante mía. Entramos. Me permito mirar al niño el cual su madre le ha dicho que se siente en una silla. Se parece mucho a ella y por más que lo intento, físicamente no le encuentro parecido conmigo . Rafaela se desenvuelve en mi cocina como si llevara aquí toda la vida. Hubo un tiempo en que este era mi máximo deseo. Y ahora. Estoy tan confuso. Los recuerdos de nuestros besos, nuestras caricias escondidas vuelven a mi como si fuera ayer.

- Le puse el nombre de tu padre - me habla Rafaela sacandome de mis pensamientos

- Mira, empieza a hablar ya, Rafaela

- Delante del niño no, le hago la cena, lo acuesto y hablamos

- ¿Qué lo acuestas? ¿No pensarás quedarte aquí? - le pregunto sorprendido

- Marcos, esto nos va a llevar toda la noche - me dice sonriendome- y si vamos a ser una familia, cuanto antes nos acostumbremos mejor, ¿no te parece?

Dedicado a vitbooks

No puedo ocultar que te quiero (Cross 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora